Debido a la bajante del Río Paraná, las barcazas que transportan naftas para las estaciones de servicio de la región del NEA, encuentran inconvenientes para operar en el puerto de Barranqueras, ubicado sobre la ribera derecha del Río Paraná, en el km 1.198 de la Ruta General de Navegación, y a 7 km de la capital de la Provincia del Chaco.

Barranqueras es el mayor centro de distribución de la zona. El abastecimiento de Formosa y de las otras tres provincias del NEA se realiza en camión desde esa terminal portuaria. El puerto de Barranqueras, en Chaco, recibe las barcazas que traen el líquido para abastecer el 70% de las estaciones de servicio de la región por parte de las dos empresas más importantes del mercado: YPF y Shell.

Como todos los años en esta época, el río Paraná y el caudal del riacho de Barranqueras podrían descender a niveles que impiden el ingreso de los barcos.

“En la tercera semana de diciembre durante varios días las bocas de expendio no recibieron stock y no pudieron trabajar. Solicitamos a las autoridades que tomen medidas sobre el dragado del riacho porque entendemos que es muy necesario garantizar el abastecimiento, sobre todo ahora que una gran cantidad de turistas circulan por las rutas 11 y 12 con destino a Brasil. Suponemos que este problema puede repetirse durante la segunda quincena de enero”, indicó Miguel de Paoli, presidente de la Cámara de Expendedores de Chaco, según informó el diario La Mañana de Formosa.

Si bien existe la alternativa de que las petroleras lleven los productos por medio de los camiones, los centros de distribución más cercanos se encuentran en San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, y al este de la provincia de Buenos Aires, en Dock Sud.

Un barco trae según estimaciones, 6 millones de litros de combustible, lo que representa aproximadamente 170 camiones con una capacidad de 36 mil litros cada uno para mover el mismo volumen.

 

“Por la bajante del Paraná hay que ver qué pasará en marzo”

La bajante que muestra el río Paraná en este verano se ve registrada en el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA) sobre los Posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata durante el período enero, febrero y marzo de 2013 marcaba una “alerta por bajante”, aunque lo peor ya pasó.

El ingeniero Juan Borús, encargado de Modelación y Pronóstico Hidrológico del INA, en diálogo con Diario UNO de Santa Fe, explicó que “la previsión de una alerta por la bajante estaba por la consideración de cómo están los embalses de la alta cuenca del Paraná en Brasil”.

En ese sentido especificó: “Estamos muy atentos a cómo va a evolucionar eso porque la mayor probabilidad de una bajante importante ya pasó. Dependía mucho de la demanda eléctrica del Brasil durante las fiestas de fin de año. Si eso no bajaba sensiblemente y daba lugar a una disminución importante en la descarga de Itaipú, que es el último embalse importante (en territorio brasileño), íbamos a tener una bajante que se iba a sentir”.

“De cualquier manera –advirtió- la preocupación ahora se traslada a marzo y abril. Ese es un período del año en el que la navegación en el Paraná Inferior es importante, por lo que tiene una importancia económica para la Argentina. Ya hace rato que estamos con aguas por debajo de lo normal en el Paraná inferior y que se produzca una bajante como la que está prevista sí daría lugar a una alerta por bajante más significativa o, por lo menos, de consecuencias más importantes. Por eso hay que estar atentos a la evolución y a especular con las lluvias y cómo va a reaccionar la alta cuenca con esas lluvias”.