"No preguntes boludeces"; "que se metan las cacerolas en el."; "cámara de mierda"; "a quién carajo le importa". Se trata de expresiones propias de una discusión familiar o un debate de café. Pero en un año marcado por las tensiones políticas, los funcionarios del gobierno nacional perdieron la compostura en público para defender las medidas oficiales y levantaron la polvareda. Aquí un repaso de los exabruptos que tuvieron Guillermo Moreno, Juan Manuel Abal Medina, Nilda Garré y Axel Kicillof, entre otros, durante los últimos meses.

Juan Manuel Abal Medina: "cámara de mierda"

En medio de la puja judicial con el Grupo Clarín por la ley de medios, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, perdió los estribos y dejó una frase que tuvo secuelas. Durante el brindis de fin de año de la agrupación kirchnerista Carta Abierta , el funcionario atacó con dureza a los jueces que integran la Cámara Civil y Comercial que falló a favor del multimedio.

"Me preguntaban cómo tomaron el fallo de la Cámara. ¿Los sorprendió? Si era obvio que esa Cámara de mierda iba a hacer lo que había hecho. ¡Qué duda teníamos, compañeros, que esos jueces comprados por Clarín iban a fallar para Clarín!", enfatizó Abal Medina, rodeado por el secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, el director de la Biblioteca Naciona, Horacio González, y el filósofo Ricardo Forster, entre otros.

Ante el rechazo que generaron sus expresiones, el jefe de Gabinete dijo que cometió "un error" y que usó "una palabra impropia para un debate público".

Tomada: "a quién carajo le importa"

A la salida de un acto en La Rural, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, cometió un acto de sincericidio. Al ser consultado sobre la situación de la industria automotriz, el funcionario contestó: "A quién carajo el importa".

Garré: "no preguntes boludeces, nene"

 Garré no quiso contestar sobre la renuncia del ex jefe de la Policía Federal.

"No preguntes boludeces, nene" , le dijo Nilda Garré a un periodista de LA NACION, que le preguntó sobre la renuncia del ex jefe de la Policía Federal, Enrique Capdevila. Durante el acto de graduación de unos 3200 oficiales y suboficiales en la Escuela de Policía Juan Angel Pirker, la ministra de Defensa se negaba a brindar información sobre la dimisión de Capdevila. Ante la insistencia del cronista, la funcionaria perdió la paciencia y respondió: "No te voy a decir nada. Ni en on ni en off. No preguntes boludeces, nene".

Moreno: "que se metan las cacerolas en el..."

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, no suele ser el funcionario más diplomático. Enfadado con un grupo de personas que se acercó hasta su casa, ubicada en el barrio de Constitución, para protestar con golpes de cacerola, enfatizó: "No suele acompañarme mi esposa, pero hoy le pedí que me acompañe porque se supone que a esta hora, como dice la canción, deben estar caceroleando en mi casa. Les digo a los que están caceroleando en mi casa que se metan la cacerola en el orto".

Kicillof amenazó con "fundir" a Techint

El viceministro de Economía, Axel Kicillof, fue este año uno de los funcionarios más mediáticos del Gobierno. No solo fue la cara visible del proyecto de estatización de la petrolera YPF , impulsado por el Ejecutivo, sino que también se mostró como un férreo defensor de las políticas económicas del kirchnerismo. Además, se encargó de contestar los cuestionamientos que recibió la Casa Rosada desde distintos sectores como el empresarial. Durante su respuesta a las críticas al Gobierno del presidente de Techint, Paolo Rocca, el funcionario perdió la compostura: "Habría que bajar el precio de la chapa y fundir al señor Rocca, pero no lo vamos a hacer, aunque habló mal de nosotros", exclamó, durante una participación en el programa oficialista 678 , que se emite por la TV Pública.

Coscia y las trabas a la importación de libros

En un intento de justificar la restricción al ingreso de libros y revistas y material impreso que había impuesto el Gobierno, el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, afirmó: "Así como hay una soberanía de la economía hay también una soberanía cultural, que consiste en que tengamos cada vez más una mayor capacidad de decisión para decir qué se debe editar".

El funcionario se refería a la medida dispuesta por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que establecía el impedimento para importar libros con más de 0,06 gramos de plomo en la tinta. Luego de la polémica que despertó la decisión oficial, Moreno dio marcha atrás e instruyó a la Aduana para que no intervenga ante los envíos para particulares.