En ocasiones hemos comentado sobre la tendencia del USDA realizar estimaciones de manera extremadamente conservadora. Cuando la ola viene en alza, los vaticinios suelen ser moderados y viceversa.

A modo de ejemplo, vale recordar el enorme retraso de este organismo en aceptar las bajas de producción de Sudamérica en la última cosecha.

Pero en esta oportunidad, la cosa no fue así. Y, en consecuencia, los datos sorprendieron a más de uno. El informe del USDA del día viernes pasado reveló una fuerte baja en la producción de soja norteamericana.

El organismo ha estimado que la producción soja estadounidense, 2012/13, se reduciría 10 millones de toneladas. Quedaría, por el momento, en un volumen de 73,30 millones (83,0 mes anterior; y 83,2 año anterior).

Esta reducción fue más elevada de lo que se esperaba. Los mercados preveían que el USDA rebajaría alrededor de 7 millones de toneladas.

La baja no sólo responde a una abrupta caída en el rinde sino también a una visible reducción de la superficie. La novedad es realmente grave pues las estimaciones de hace tan sólo dos meses atrás eran de 14 millones de toneladas más.

De acuerdo al reporte NASS sobre la evolución de la soja norteamericana al día 5 de agosto pasado, un 93% de este cultivo se encuentra en floración y un 71%, en formación de chauchas. Como vemos está muy adelantado, obviamente por la siembra temprana realizada este año.

En cuanto a la condición, este organismo estima que sólo un 29% se halla en situación calificada de buena a excelente. Recordemos que a esta misma fecha, la campaña pasada el cálculo hablaba de 61%. La diferencia es notable.

Los stocks EE.UU. se reducen aún más y así se estiman en sólo 3,1 millones de toneladas, un nivel peligrosamente bajo. Estaría en un escalón de aproximadamente un 25% más abajo que en la campaña previa.

Esta reducción repercute en la oferta futura mundial y, en un contexto de demanda sostenida, los precios se encuentran bajo la presión compradora que, en principio, establece niveles más elevados.

¿Ya está jugada la partida? O… ¿puede haber mejoras?

Una mejora sustancial, es difícil de prever. Hay que tomar en cuenta que la siembra fue muy temprana y por ende los cultivos han evolucionado aceleradamente. Ello permitió que la soja debiese sufrir un fuerte stress por falta de agua a lo largo de gran parte de su ciclo.

En consecuencia, el mundo deberá enfrentar una acentuada restricción de oferta hasta el ingreso de la cosecha de América del Sur.

Por ello, se prevé que el stock final global se reduzca a tan sólo 53,4 millones. Recordemos que en el anterior informe se hablaba de 54,7 millones, un nivel que en ese entonces se consideraba preocupante.

Pese a ello, el mercado internacional en el día de hoy reveló una tendencia suavemente declinante, respecto al día viernes. Los futuros de soja cerraron en baja, frente a la ocurrencia de temperaturas menos elevadas y mayor humedad en EE.UU. En la plaza local, el valor de la soja disponible giró en torno a $1.770 por tonelada.

Si debiéramos hablar del futuro, podríamos decir que los días venideros tenderán a registrar vaivenes ligados con el comportamiento de los fondos, puesto que en su situación sobrecomprada, cualquier novedad climática o de la economía mundial puede incentivar una actitud de toma de ganancias.

Sin embargo, desde el plano fundamental, la mayor probabilidad se registra en la permanencia de los actuales niveles de precios, cinco por ciento arriba, cinco por ciento abajo.