En el marco del XX Congreso de AAPRSID, el ingeniero Claudio Dunan, Director de Estrategia de Bioceres, y el ingeniero Ricardo Yapur, Presidente de Rizobacter Argentina, comunicaron oficialmente el lanzamiento de Semya, la empresa que llega para potenciar las posibilidades productivas del agro argentino.
A partir de esta alianza, Bioceres y Rizobacter acuerdan coordinar y realizar trabajos conjuntos de investigación y desarrollo de productos biológicos para los cultivos de soja, trigo, maíz, y alfalfa, como así también realizar, directa o indirectamente, la comercialización de estas soluciones a nivel global.
Semya tiene como objetivo canalizar hacia el sector productivo un esfuerzo de inversión en investigación y desarrollo de productos biológicos de, aproximadamente, $10 millones de dólares en los próximos cuatro años. Para tal iniciativa se toman como punto de partida los conocimientos adquiridos en los últimos años en metagenómica de suelos y biología de sistemas, resultados del Programa en Áreas Estratégicas dependiente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
En síntesis, Semya orientará sus desarrollos en tres líneas principales: tecnologías de inoculantes larga vida para sus variedades de soja con diferentes curasemillas químicos, polímeros y colorantes; soluciones biológicas para el control de patógenos de semilla con biofungicidas, en una primera instancia, para el cultivo de trigo; y, por último, en la creación de una colección única de microorganismos a nivel nacional aislados e identificados por técnicas tradicionales y moleculares para después definir sus funciones y poder emplearlos como material para los trabajos de ingeniería metabólica.
A la luz de ciertos indicios, los pronósticos son favorables para estos desarrollos. El mercado de biofertilizantes y biopesticidas aún no ha sido muy desarrollado. Se sabe que mundialmente en el 2012 llegó a USD 1300 millones y se espera que supere los USD 3200 millones en 2017. Los nuevos conocimientos generados en ingeniería metabólica y biología sintética permiten modernas aplicaciones dando lugar a un nuevo horizonte de posibilidades en biofertilizantes y biopesticidas.
Por otro lado, Argentina es líder mundial en el uso de biofertilizantes, más del 90% de la superficie de soja utiliza este tipo de tecnología. La demanda por esta clase de productos continuará aumentando por su alta especificidad, bajo impacto ambiental y potencialidad para aumentar la eficiencia de agua y nutrientes.


