Resulta imprescindible que se suba el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, tanto para los trabajadores como para los pequeños y medianos productores, cuya base resulta hoy insostenible dado el aumento de los costos de producción. Además, planteamos el ajuste por inflación para los balances de todos los sectores productivos para adecuarlos a la realidad.

Como si esto no fuera suficiente, el incremento del impuesto a los bienes personales a través de la suba de las valuaciones fiscales creó un nuevo tributo para miles de pequeños y medianos productores que no estaban antes alcanzados por el mismo.

Consideramos que es necesario un diálogo sincero, de ambas partes, que deje de lado la intolerancia.

Los días que corren no permiten ni distracciones ni posiciones personales que lleven al país a nuevas frustraciones.