El dólar paralelo ha subido mucho su cotización y su precio en el futuro se torna incierto. La diferencia con el dólar oficial es de 32 por ciento. Ha trascendido que se pretende que el dólar paralelo baje a 5,10 $/u$s en esta semana. El mismo subió en los últimos días en parte como consecuencia de un gran error de comunicación de alguien del Gobierno que habló de "pesificación", ya que eso recuerda el proceso posterior al "corralito" de Fernando de la Rúa, que terminó en la "pesificación" de Eduardo Duhalde, cuando en realidad es algo distinto.
Actualmente, no se está hablando de transformar los dólares en pesos sino que se quiere "forzar" a que las operaciones se piensen en pesos. No se quiere transformar los dólares en pesos. Se habla de "forzar", pues esta estrategia va contra la realidad del mercado y es difícil de establecer un cambio así, de golpe, en un contexto inflacionario como el actual. Puede lograrse, pero llevará años de previa estabilidad de precios. El Gobierno quiere quedarse con los dólares y que la gente se quede con los pesos.
El argentino siempre ha preferido ahorrar en dólares antes que en pesos. Esto es razonable dada la inflación que hemos padecido
El argentino siempre ha preferido ahorrar en dólares antes que en pesos. Esto es razonable dada la inflación que hemos padecido. Para no entrar en los últimos años con problemas de medición, hemos tomando los 60 años que van desde 1944 a 2004 según los precios al consumidor del Indec oficial, y resulta que la inflación del peso es de 70,3% anual en Argentina y la del dólar de EEUU es de 4,0% anual para el mismo período. ¿En qué moneda sería preferible ahorrar? No hace falta ser un economista para dar la respuesta. En aquella moneda que conserve mejor su valor en el largo plazo. Este comportamiento no va a cambiar en pocos meses pues se basa en una historia muy larga.
Otra manera equivalente de ver el atraso cambiario es calcular el gasto público consolidado (nación, provincias, municipios, fondos fiduciarios y demás) en dólares, considerando su nivel en pesos y dividiéndolo por el tipo de cambio oficial promedio. Este cálculo arroja un nivel de unos u$s 230.000 millones para este año, cuando en 2003 dicho gasto era de unos u$s 28.000 millones. Hacia el fin de la convertibilidad, en 2001, ese gasto público consolidado que no pudo mantenerse fue de u$s 95.000 millones. Como la economía ha crecido desde 2001, el gasto consolidado sustentable se calcula para este año en los u$s 103.000 millones. La inversa del gasto público en dólares es una medida indirecta de la competitividad argentina y, al caer, mide el esfuerzo que tiene que hacer un productor de bienes comercializables con el exterior para mantener los gastos del Estado. Si éstos son muy elevados, como es el caso actual, no puede competir.
¿En qué moneda sería preferible ahorrar? No hace falta ser un economista para dar la respuesta. En aquella moneda que conserve mejor su valor en el largo plazo
En otras palabras, deberíamos hacer correcciones o "sintonía fina" o ajustes, o como se lo quiera llamar, en diversas variables de la economía para recuperar la confianza. Esto puede ser impopular, como la eliminación de subsidios que hoy se dan a familias que pueden pagar los servicios públicos. Este es un año sin elecciones, donde la política influye menos en las decisiones que hay que tomar y, por lo tanto, un momento para que alguien preocupado por la imagen positiva pueda hacer los cambios que se requieren, partiendo de una situación sólida de u$s 47.000 millones de reservas internacionales. Lograr publicar bajo presión una cotización del mercado paralelo a 5,10 $/u$s no soluciona nada, en cambio adoptar medidas conducentes es lo recomendable para este momento, pues es lo que clarificará el futuro.


