El nuevo análisis político de Vicente Massot y Agustín Monteverde plantea como compleja la sucesión del poder de Cristina Fernández cuando no hay un plan estratégico delineado.
“De momento hay algo claro que, en tanto y en cuanto no cambie, obligará a Cristina Fernández a forzar su camino hacia la re-re: carece de sucesores capaces de asegurarle, al modelo forjado por su marido, una prolongación en el tiempo después de 2015.
¿Puede aparecer un delfín? —Nada lo impide aunque, de momento, no se recorta en el horizonte. Si alguien creyese seriamente que, con sólo portar el apellido, Máximo o Alicia podrían tomar la posta de Cristina y heredar automáticamente sus votos, sería un iluso”, afirman los analistas en su análisis.
Asimismo, parece ineludible que “en cualquier régimen que se asume hegemónico, la continuidad en el ejercicio del poder es una de sus claves de bóveda. Por lo tanto no es negociable. Si no hubiese un candidato ganador, Cristina Fernández deberá, en algún momento entre hoy y las elecciones del año venidero, decidirse a reformar la Constitución. De lo contrario, dejaría escapar buena parte de sus chances”, reflexionan Massot y Monteverde.
La estatización de YPF
Acerca de las gestiones actuales del kirchenirsmo, es inevitable hablar de la renacionalización de la empresa petrolera YPF. Al respecto, los analistas plantean que el nombramiento de Miguel Galluccio al frente de la compañía encarna una incógnita no menor. “Si se compara su trayectoria con la de Mariano Recalde, el presidente de Aerolíneas Argentinas, el contraste es tan manifiesto que llama la atención. Uno es un experto reconocido; el otro, un ignorante. El primero no arrastra militancia alguna; el segundo es un engranaje de La Cámpora. Aquél acredita honradez y capacidad; éste, inversamente, le hace perder a la empresa de aeronavegación una cifra diaria escalofriante”, comparan los analistas.
“Si la señora está dispuesta a cambiar la matriz energética forjada por su marido y Julio De Vido, sin duda Galluccio podrá administrar la petrolera estatal con arreglo a los parámetros del mercado. Si, en cambio, no se avizorasen modificaciones de fondo en la materia, su nombramiento no será otra cosa más que cosmética. Se dice fácil pero deberá lidiar primero con directores puestos por el gobierno y sindicatos acostumbrados a hacer su voluntad”, aseguraron Massot y Monteverde al esgrimir su opinión acerca de la capacidad de Galluccio al frente de YPF.
Respecto de las claves del futuro de YPF se encuentra a la venta el 25,4 % del paquete accionario de la petrolera, que hasta la nacionalización pertenecía a la familia Eskenazi.
El BNP Paribas, el Citi, el Standard, el Credit Swisse, el Itaú y el Santander son los acreedores de la deuda (unos U$S 2900 MM) asumida en su oportunidad por la familia antes mencionada, que hoy es impagable. “Todo indica que ese pool de bancos tratará de negociar en bloque la venta de sus tenencias a un inversor estratégico que bien puede ser norteamericano, chino, brasileño o multinacional. No es necesario recordar que cualquier venta requerirá del visto bueno del gobierno”, afirman los analistas.

La composición del paquete accionario antes de la estatización


