Por JUAN JOSÉ PABEROLIS (*) Buenos Aires
El modelo agroexportador que en gran parte nutre el crecimiento del país, podría estar llegando a una etapa de peligrosa sobreinversión industrial. Según las estadísticas de la Bolsa de Comercio de Rosario, existen en la Argentina unas 54 plantas de molienda de soja, con una capacidad de crushing anual cercana a los 60 millones de toneladas.
A estos números habría que sumarles las plantas que se encuentran en construcción en este momento. Cuando entren en servicio, el número anual se elevaría a 70 millones de toneladas.
Considerando, por otra parte, que la cosecha de soja rondaría las 44,5 millones de toneladas, de las cuales aproximadamente unas siete millones se exportaran como semilla sin procesar, la cuenta es sencilla: la capacidad instalada será utilizada tan solo en aproximadamente un 60%, y cuando entren en servicio las plantas actualmente en construcción, este guarismo bajara hasta aproximadamente el 50 Pero lo más preocupante podría ser la tendencia de la molienda en China. En 1995, China poseía una capacidad de molienda de ocho millones de toneladas por año. A fines de 2010, se encontraba en 95 millones, a fines del año pasado en 112 millones, y se estima que para finales de este año la capacidad China de �crushing� alcance los 125 millones de toneladas por año.
No obstante a este salto en el crecimiento industrial de las plantas de molienda, China experimenta el mismo problema que la Argentina en relación a la utilización de la capacidad instalada, pues importa por año aproximadamente unos 52,5 millones de toneladas de soja, las que sumadas a su producción de aproximadamente 13,5 millones nos da unos 66 millones de toneladas para abastecer a un complejo industrial de 125 millones de toneladas de capacidad de molienda. Fácilmente observamos que estamos en un índice de utilización de la capacidad instalada cercano al 50%.
Sin embargo, más llamativo es aun el hecho que China continua planeando
cuantiosas inversiones en molienda, particularmente a través de dos empresas
Cofco y Sinograin, las dos de propiedad estatal.
Contrariamente a lo que sucede y es casi una política en China, en la Argentina
las inversiones en molienda son en su totalidad pertenecientes a compañías
privadas. Esto quiere decir que el proyecto de inversión requiere
indefectiblemente de recuperar la misma, simultáneamente a que se obtengan
beneficios sobre el capital invertido.
Las inversiones en plantas de molienda son generalmente de decenas de millones de dólares, y estas plantas generan un cuantioso gasto fijo en su mantenimiento posterior. Estos costos fijos son erogaciones que se producen con independencia de que el activo este o no produciendo, (debemos tener en cuenta entre esas erogaciones el recupero del capital invertido).
Riesgo
Por tanto, es indiscutiblemente aceptado en el mundo de los negocios que instalaciones productivas con altos costos fijos requieren de un alto apalancamiento operativo para ser rentables.
Es aquí donde llegamos a la luz de alerta. Una utilización actual local del 60% de la capacidad instalada, con una tendencia hacia el 50% en el futuro mediato, no podría considerarse como un alto apalancamiento operativo. Lo mismo puede decirse del 50% de la industria china.
No obstante, en el mundo de las finanzas, alto apalancamiento operativo es sinónimo de riesgo alto para la inversión. ¿Riesgo de qué? De no recuperar el capital invertido ni generar los beneficios proyectados sobre el mismo por no poder alcanzar el nivel de producción que haría que el negocio fuese rentable. Sin embargo, este riesgo podría ser considerado asimétrico si comparamos las industrias nacional y china.
Si bien en la Argentina las empresas del sector son en general trasnacionales de gran acceso al financiamiento en el mercado de capitales global, no cuentan ni por asomo con el mismo bolsillo que la segunda economía mundial y, en una guerra por obtener mayor cantidad de insumos para sus plantas, el papel del costo del capital empleado podría tener una influencia trascendental.
* Consultor marítimo internacional


