Si hemos de guiarnos por las ultimas estimaciones del USDA, el gran país del norte realizará un impresionante aporte de maíz al mundo.

De acuerdo a la proyección -para el ciclo 2011/12- de este organismo, la cosecha norteamericana alcanzaría un volumen de casi 314 millones de toneladas. Esto es cerca del 36% del total mundial (alrededor de 865 millones de toneladas).

Como vemos la preponderancia de EE.UU. en el mundo es visible. No sólo en términos de producción sino también de exportación. China es también un gran productor, pero no tiene relevancia en materia de exportación.

Además de EE.UU. hay un gran exportador: Brasil. Pero éste sólo produce 61 millones de toneladas, es decir el 7% del total global.

En comparación, se trata de poco. Por ello, la reducción de la actual cosecha brasileña, por los efectos de La Niña, tiene repercusión, es cierto, pero sin duda de menor magnitud.

Por el contrario, todo lo que sucede en América del Norte golpea de lleno en los precios de este cereal. Acá se define, en buena parte, la oferta para el mundo.

Hace pocos días comenzó la siembra del cereal (2012/203) en esa región y por lo que se estima la superficie dedicada a este cereal será la mayor de los últimos 75 años. Habrá un récord de siembra en EE.UU. ya que al momento de decidir el área de siembra, el maíz es el que ha ganado la partida, y con creces, en desmedro de la soja.

Las labores de siembra se realizan durante abril/mayo. Debemos tomar en cuenta que el granjero norteamericano es más proclive, por naturaleza y tradición, a implantar maíz y que los números económicos favorecen el negocio maicero respecto al sojero.

Si asumimos rendimientos de tendencia, la situación de oferta y demanda cambiaría. Y seguramente mucho. Por consecuencia, los precios deberían ceder visiblemente.

Así las cosas, las existencias finales subirían de forma visible. Probablemente el equilibrio bastante ajustado de oferta y demanda de maíz, como resultado de la mayor cosecha mundial – que incluye una recuperación notable en EE.UU. – no resulte ser absorbida en su totalidad por la demanda, conduciría a un aumento de las existencias.

Hoy se calcula que las existencias alcanzan a 122,71 millones a nivel mundial (USDA). Y es probable que, al final del nuevo ciclo superen ampliamente tal nivel.

El Consejo Internacional de Granos (International Grains Council), de hecho, prevé un aumento en las existencias mundiales para el ciclo 2012/13. Estima que un aumento en la producción, próximo a un 4% respecto a la campaña pasada.

Ello daría un volumen del orden de 900 millones de toneladas. A fin de tomar dimensión de la cosa, recordemos que en la actualidad se estima la producción en USDA en 864,97 millones de toneladas.

Desde nuestra oficina, nos animamos a contemplar una posibilidad de mayor aumento aún.

No debería extrañar que el mundo muestre un coeficiente de stock/consumo (2012/13) similar al de la campaña 09/10 cuando la cifra llegó a 17%. Recordemos que hoy se aproxima a 14 %.

Y como amenaza de corto plazo, debemos tomar en cuenta el comportamiento de los fondos de inversión en Chicago. Los fondos contribuyen a acentuar los movimientos del mercado. Motorizados por la codicia o el temor, suelen inflar o pinchar globos. El nivel de compras de estos agentes resulta hoy récord histórico. Su posición sobre comprada augura un período de ajuste a la baja.

El temor o la codicia estarán sujetos al mercado climático de EE.UU. Una señal de alarma podría disparar la acción arrolladora que los caracteriza.

Sólo a los fines de terminar esta nota, presentamos el gráfico realizado por el Consejo Internacional de Granos. No se trata de proyecciones. Allí vemos el comportamiento pasado del consumo y de la producción a nivel global así como también de los stocks.

El gráfico muestra lo sucedido. El punto en cuestión es que estaríamos cerca de un tiempo de inflexión.

Así están las cosas. El futuro es incierto para el maíz. Algo que parece no suceder con la soja.