Es relativamente fácil explicar el mal ambiente y las razones de que tanta gente se encuentre muy enojada, al punto de haber cortado rutas, como los yerbateros de Misiones con las rutas nacionales 12 y 14, y por qué, el más enojado de todos, no puede ser otro que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Salta a la vista que la actual generación de conflictos es muy superior a la tasa de problemas resueltos. Como si se quisiera emular los récords de los goles de Messi en el Barcelona, se fabrican por los menos tres por semana. Y no es ninguna exageración. Basta con enterarse lo que esta ocurriendo en las economías regionales.

A los 17.000 productores de yerba mate finalmente les llegó una tregua con el último laudo del Ministerio de Agricultura que convalidó incrementos de casi el 90% para la hoja verde y del 110% en la canchada en un año. Durante 2011, el Gobierno había incumplido su obligación de laudar, absorbiendo el sector toda la suba de costos. "En Buenos Aires creen que los productores yerbateros deben hacerse cargo de la inflación", sostenía un dirigente agrario. Pero antes de este laudo la cuerda se había tensado de tal forma que además de los cortes de las rutas nacionales, se produjeron situaciones tan insólitas como una solicitada en los medios del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), organismo descentralizado del gobierno nacional, criticando la política oficial o la pelea entre el gobernador misionero Maurice Closs y Guillermo Moreno, que supuestamente le envió insultos de lo más coloridos.

El ministro Norberto Yahuar desactivó el conflicto al convalidar los precios que reclamaba la producción, no sin antes chequear el apoyo de la presidenta Cristina Kirchner. ¿Una desautorización a Moreno?

A la lista de enojados hay que sumar también a los tabacaleros, a los productores de olivo y a los de peras y manzanas, entre otros.

Es que en la necesidad de recortar el gasto público, porque evidentemente las cuentas no cierran, el Gobierno utiliza la lógica que los problemas estallen lo más lejos posible. Por eso cortó desde hace cuatro meses los recursos del Fondo Especial del Tabaco (FET), que representa casi el 50% de los ingresos de los productores tabacaleros. Esto afecta a todas las provincias del Norte, aunque las protestas se concentren en San Salvador de Jujuy y se hagan sentir en la Casa de Gobierno.

Mientras tanto, los productores de olivo sacan cuentas para saber si este año va a valer la pena cosechar. La falta de rentabilidad por la caída de los precios internacionales debido a la crisis europea y el aumento de los costos laborales pone en crisis al sector. Por ahora las soluciones que les acercó el ministro Yahuar en su última visita a La Rioja, viaja solo con su chofer sin las numerosas comitivas que acompañaban a Julián Domínguez, no van más allá de la creación de un Instituto de Olivocultura que, en el mejor de los casos, podrá resolver los problemas de la próxima década.

Como se observa, hay mucha gente enojada, y esto sin mencionar a los trigueros que ya están abonados a este club. Sirva este dato: el promedio de superficie sembrada de trigo en las últimas cuatro campañas fue de 4.369.574 has, mientras que en las últimas 43 campañas no se encuentran otros cuatro años consecutivos con menos de 5 millones de hectáreas.

Entre tanto enojo hay alguien que está más enojado que todo el resto. El secretario de Comercio sufre un alto grado de desajuste entre lo que le entrega la realidad a diario y sus deseos, o mejor dicho sus órdenes, que las dicta con un indisimulado tono marcial. Así es como últimamente se peleó con unos cuantos. Con Juan Uccelli, presidente de la Asociación de Cerdos, porque no cumplió con el imposible compromiso de abastecer el mercado interno sin subir los precios después del cierre de las importaciones de cerdo brasileño (ver Pág. 5).

Está muy enojado también con los fabricantes de maquinaria agrícola que no terminan de desarrollar proveedores locales y a los que les tiene cerradas las importaciones de insumos claves.

Por teléfono se peleó con su ex aliado Alberto Fantini, titular de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne, por adjudicarle en declaraciones periodísticas un mea culpa en donde admitía que "las cosas salieron mal". Por lo visto nadie se piensa hacer cargo de las decisiones que llevaron a liquidación del stock, cierre de plantas frigoríficas y pérdida de puestos de trabajo. En esa discusión, Moreno le afirmó que son innegociables el sistema de Roe, los controles semanales sobre las exportaciones de carne y las "baratas" de los fines de semana. Sin embargo, quiere obtener un acuerdo con los empresarios para evitar nuevos despidos por 90 días. Es muy probable entonces que siga enojado con la realidad.

RESUMEN

48,4

quintales/ha

Rinde maíz con el 19% cosechado

LA FRASE

"El que no tenga proveedores locales se va a quedar con el tractor a medio terminar"

Débora Giorgi

Ministra de Industria.