La transacción, anunciada a fines del año pasado, forma parte de un intercambio de activos que la compañía del país vecino -resultado de la unión entre las brasileñas Sadia y Perdigao- llevó adelante con su compatriota Marfrig.

A cambio del 90% que tiene en Quickfood (el 10% restante cotiza en Bolsa), y de 350 millones de reales (US$ 193 millones), Marfrig recibirá de BF marcas, ocho centros de distribución, una planta de porcinos y la firma Excelsior en Brasil. Inicialmente el pago era de 220 millones de reales.

En Argentina, BF, que ya es dueño de Dánica y la avícola Avex, se quedará con el negocio de procesamiento de alimentos de Quickfood, que además de las marcas Paty, Patyviena y Barny abarca las plantas de Martínez y Baradero, San Jorge y Arroyo Seco.

Pero le cederá a Marfrig los activos ligados al rubro frigorífico, que incluyen el negocio ganadero, un feed lot y los establecimientos de Villa Mercedes, Hughes, Unquillo, Vivoratá y Pilar. Estos bienes representan cerca del 60% de la facturación de Quickfood, que ronda los $ 3.000 millones.