El que habla es uno de los integrantes del directorio del Banco Central de la República Argentina, que se muestra sorprendido por los rumores y trascendidos que indicaban que la ex Ciccone se podría haber hecho cargo de esa operación.
En caso de que haya necesidad, como ocurrió el año pasado, es la Casa de la Moneda la que toma la decisión, como lo hizo, por ejemplo, cuando debió firmar una Unión Transitoria de Empresas con la Casa de la Moneda de Brasil y acordar la impresión de billetes en el vecino país... pero nunca con un tercero, ejemplifica la fuente.
Sólo se firma contrato con la Casa de la Moneda, este año se ha demorado, pero seguramente en marzo o abril ya estará firmado para que la casa de la Moneda imprima los billetes necesarios, indica el directivo, quien agrega: Todos los años se hace la misma operación, ahora se están terminando de hacer las evaluaciones correspondientes, pero en ningún momento se consideró otra opción, agrega cortante.
La renuncia en el día de ayer del Gerente General del Banco Central, Benigno Vélez, ligado en algún momento a Amado Boudou, reavivó todo el tema en torno a la ex Ciccone, y la polémica que salpica al Vicepresidente. El directivo del Banco Central da su versión de esta renuncia: La verdad es que Vélez estaba designado en ese cargo con antelación a la llegada de Mercedes a la Presidencia... y se supone que en ese cargo debe estar una persona de aceitada relación con la presidenta de la institución... Ya desde hace un mes se había acordado que se iba, agrega. Esta semana ya sería designado su sucesor, nombre que será consensuado entre la presidenta Cristina Kirchner y Del Pont.
El directivo no avanza más, pero deja traslucir que la relación entre ambos -es decir Marcó del Pont y Vélez- no daba para más, y que, en el fondo, se escondían las viejas disputas entre Boudou y la presidenta del central, en torno al manejo de la política monetaria. Se puede decir que Marcó del Pont se sacó un peso de encima.
Pero es interesante conocer la versión que, sobre la relación Boudou-Vélez, da una persona que conoce a ambos desde hace tiempo. Es verdad que Benigno gozaba de la confianza de Boudou, pero eso fue en el pasado... La verdad es que Boudou si bien no se peleó con él cuando llegó al Ministerio de economía lo frizó y para sacárselo de encima se lo mandó a Mercedes. La verdad es que es un tipo (Vélez) bastante difícil, que ya ha tenido problemas en su forma de relacionarse... es una persona problemática. Esta persona, que en la actualidad mora en La Rosada, agrega que seguramente Vélez irá alguna área de Economía, seguramente a una superintendencia.
La misma fuente, que conoce el paño pingüinístico, sobre las denuncias y rumores en torno al Vicepresidente señala: Evidentemente hay una ofensiva desde afuera muy fuerte contra Boudou con alguna ramificación dentro del gobierno, de alguien que no lo quiere y que aprovecha la volteada... No es la primera vez. Las miradas apuntan a un Ministro del Gobierno que no tiene buena relación con el Vicepresidente.
Desde el entorno del Vicepresidente hay silencio absoluto. Sólo se ha indicado que hay que ver si todo lo que dicen lo pueden probar en la justicia, tal vez se lleven una sorpresa grande, aclaran enigmáticos.
Y agregan: Nada ha cambiado, Boudou está metido de lleno en los temas derivados por la Presidenta, como siempre. Se sabe que el Vicepresidente iba a encabezar una misión a Arabia Saudita, pero decidió quedarse en el país y será reemplazado por el Presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
En la pingüinera propiamente dicha, hay demasiado silencio. Pero no solamente sobre este tema, sino sobre otros temas de actualidad. A medida que se acerca la fecha del 1º de marzo, en la que la Presidenta hablará ante el Congreso para dejar inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias del Parlamento, crecen las expectativas por las definiciones que sobre determinados temas deberá dar la Presidenta.
Marzo o abril además, pueden ser los meses en que Cristina Kirchner termine con la sintonía fina dentro del gobierno, y reacomode algunas áreas en las que siente que no funcionan como debiera. No se descartan cambios. Sabido es que al kirchnerismo no les gusta las filtraciones ni las internas que salgan desde su propio ámbito. El silencio de la Presidenta puede preanunciar los reacomodamientos que terminen con las mismas.


