Tras las primeras inspecciones de los cultivos de algodón que realizaron en los departamentos de Canindeyú e Itapúa, pudo comprobarse ataques iniciales de picudo e yso karu (Alabama argillacea), así como otras plagas que perjudican enormemente a la producción de este rubro en nuestro país, alertó ayer el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), cuyo titular es el Ing. Agr. Miguel Lovera.

Según un informe de los técnicos de la Dirección de Protección Vegetal, en los distritos de Curuguaty y Yasy Cañy, en Canindeyú, y Cnel. Bogado, Itapúa, comprobaron la presencia de las mencionadas plagas, siendo el yso karu, oruga de la hoja, una de las más propensas a multiplicarse si persisten las condiciones de humedad y altas temperaturas.

Igualmente identificaron pulgones y trips en un 20% de las parcelas monitoreadas, causando virosis en las plantaciones, y específicamente en la localidad de Yasy Kañy. A su vez, en un 50% de las fincas visitadas se pudieron observar ataques de hormigas cortadoras.

Según la información difundida ayer por el Senave, los técnicos de la institución están buscando coordinar la capacitación a los pequeños productores en relación a los aspectos principales del manejo integrado de plagas del algodonero, de manera a mitigar el ataque en la presente campaña algodonera que se extenderá durante los meses de enero y febrero del año próximo.

En ese sentido, anunció que en febrero el Senave tiene previsto realizar un nuevo relevamiento del estado de las parcelas para determinar los daños económicos ocasionados a la producción algodonera.

Agrega que el Senave forma parte del plan algodonero impulsado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y con otras instituciones acompaña en las diversas jornadas técnicas de capacitación a los productores de las zonas mencionadas, además de otras localidades de los departamentos de Concepción, Caaguazú, Ñeembucú y San Pedro.

Sigue control de franjas y barreras

En otro orden, inspectores del Senave apercibieron esta semana a decenas de productores sojeros de Amambay, Itapúa, Canindeyú, Alto Paraná, Caaguazú y San Pedro, por incumplimiento de las exigencias de franjas de protección y barreras vivas para la aplicación segura de los plaguicidas.