Un trabajo técnico elaborado por el Ing. Agr. Daniel Igarzábal y la Dra. Patricia Fichetti, resalta la diferenciación de dos especies de oruga que afectan al cultivo de la soja: la antigua y conocida “medidora” y la “falsa medidora”.
“Durante mucho tiempo la única especie de “oruga medidora” de la que se hablaba y se hacían ensayos de control en Argentina era Rachiplusia nu. No fue sino hasta que se expandió la frontera agropecuaria del cultivo de soja hacia el norte del país, que apareció en escena una especie similar en aspecto, pero muy diferente en cuanto al comportamiento frente a insecticidas”, reflexionan Igarzábal y Fichettu en su artículo.
Desde ese entonces se las empezó a diferenciar; por un lado la antigua y conocida “medidora” Rachiplusia nu (Guenée, 1852) y por el otro la “falsa medidora” Pseudoplusia includens (Walker, 1857).
“Aunque comparten algunas características biológicas y morfológicas, hasta el punto de resultar muy complicada su diferenciación en campo, la menor susceptibilidad a insecticidas de Pseudoplusia includens hace imprescindible la caracterización de cada una para elegir momento, producto y dosis adecuados”, destaca el informe.
Una primera característica compartida es la ubicación en la planta. “Aunque con alguna variación durante el día, la mayor cantidad de orugas se ubican en el tercio medio de la planta, tanto medidora como falsa medidora. Muestreos estratificados realizados por Cacciavillani (2010) muestran este comportamiento”, sostienen Igarzábal y Fichetti.
Y agregan: “Este comportamiento ha llevado muchas veces a una falsa percepción de las especies. Cuando los tratamientos no resultaron adecuados y quedaban en campo una gran cantidad de orugas, inmediatamente se culpaba del fracaso a la presencia de la falsa medidora”.

Desde la región núcleo central hacia el sur, aseveran que “Rachiplusia nu es la especie más frecuente, mientras que unos 100 km al sur y al norte de esta línea hay poblaciones que se mezclan y, dependiendo de cuestiones climáticas, una puede superar a la otra alternativamente. Y hacia el norte la predominancia es muy marcada hacia Pseudoplusia includens, que además tiene en esta zona como plantas hospedante al algodón y el tabaco, entre otros”.
“Las diferencias a nivel de laboratorio son claras, pero en campo la situación es más complicada debiendo recurrirse a varios aspectos para una identificación con menores posibilidades de error”, afirman los autores.


