El ingeniero agrónomo (PhD) Jorge González Montaner, de reconocida trayectoria sobre manejo de cultivos, sabe poner los puntos sobre las íes.

"El girasol está pasando de margarita abandonada a ser la estrella del florero; incluso, perfilándose para entrar en la rotación con maíz y con soja".

Así se refirió a la coyuntura del girasol y a los aspectos generales que condicionan su potencial.

"Este cultivo, con agua, prácticamente, garantiza el éxito de la empresa agrícola. Cualquier momento de anoxia lo afecta y se refleja al final del ciclo", agregó.

También dijo que, de octubre a diciembre, el agua es vital y debe venir de abajo, no tanto de arriba.
"Para la próxima campaña, venimos muy bien de agua al inicio. La recomendación es explotar al máximo los ambientes que se tengan. En los profundos, maíz y girasol", sostuvo.

"El alto oleico, a pesar de los problemas de malezas, se puede introducir hoy dentro de la rotación. En la zona serrana de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, este material está en el 70% de los campos girasoleros por los muy buenos márgenes que deja. La estrategia es ir hacia productos que hoy garantizan un valor agregado", afirmó.

Según González Montaner, es clave la interacción entre la densidad de siembra, la nutrición y la estrategia de uso de fungicidas.

La elección de la densidad de siembra en girasol depende mucho del paquete tecnológico y del ambiente en el cual se piensa sembrar.

Lo aconsejable, en la mayoría de los materiales, sería entre 50.000 y 55.000 plantas por hectárea.
"La nutrición y el uso de fungicidas son una condición inevitable para que se expresen los altos potenciales: si uno sube esa densidad, se debe aumentar la protección del cultivo mediante la nutrición y el uso de fungicidas", explicó.
"Si uno está en ambientes con tosca o suelos más pobres, se recomienda bajar la densidad a unas 40.000 plantas por hectárea, apuntando a bajar también la nutrición y los fungicidas", amplió.

El uso de fungicidas, según ensayos realizados en las zonas cercanas a Azul, Necochea y Tres Arroyos, generó incrementos de hasta el 11,3% en rindes. En tal caso, el ingeniero González Montaner recomendó el uso de estrobilurinas y triazoles para enfermedades foliares.

Asimismo, el ingeniero Facundo Roca, asistente técnico de Syngenta en el área de Desarrollo de girasol y de maíz en el sur de Buenos Aires, explicó los objetivos generales del programa de mejoramiento.

"Se está trabajando en materiales que tengan mejores rendimientos, estabilidad, contenido de aceite, tolerancia a herbicidas, autocompatibilidad, tolerancia al vuelco, a sequía y a enfermedades, entre ellas: Verticillium, Downy mildew (multi raza), Sclerotinia en capítulo y tallo, Roya negra, Roya blanca, Alternaria y Phomopsis", detalló.

Además, presentó los híbridos que se lanzan en esta campaña. Entre ellos, para el mercado de los CL, se anunció el SYN 3930 CL, un ciclo intermedio que se adapta muy bien al sur y al oeste bonaerense. Finalmente, Roca se refirió a los materiales recomendados para zonas con problemas de palomas y sugirió el DK 4045, que vuelca el capítulo de tal manera que dificulta el ataque de aves.

Protección

"La nutrición y el uso de fungicidas son una condición inevitable para que se expresen los altos potenciales: si uno sube esa densidad, se debe aumentar la protección del cultivo".
Jorge González Montaner

En alza

1,86
millones de hectáreas se implantarán en esta campaña girasolera, de acuerdo con la intención de siembra del productor evaluada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Esto es 130.000 más que el año anterior (7,5% de suba), de las cuales 80.000 adicionales provendrán de la región chaqueña, 22.000 del sudeste de Buenos Aires y 15.000 del sudoeste bonaerense y sur de La Pampa.

Las plagas iniciales

Las principales plagas que atacan la semilla de girasol y las plantas recién nacidas son las babosas, que se controlan con cebo y un monitoreo intensivo. Es una plaga que puede no ser un problema, hasta que una lluvia incrementa notablemente la presencia de insectos. Otra plaga que preocupa en esa instancia es el bicho bolita. Para evitar el daño que ocasionan, hay que tratar de cerrar bien el surco y atrasar la siembra para que la emergencia sea más rápida. Si no se cierra bien el surco, estas plagas se meten en la línea y se terminan comiendo todo.

¿La estrella del florero?

"Aunque nos vaya mal, no nos va mal"

El ingeniero Archibaldo Salvador, gerente de girasol de Syngenta, planteó que se trata de un cultivo que le da estabilidad a la explotación agrícola, ya que soporta bien los años de déficit hídrico y no tiene pisos bajos de rendimiento.
"Aunque nos vaya mal, no nos va mal", ejemplificó.

A su juicio, el girasol tiene bajo nivel de riesgo. Los motivos principales para definir su siembra son el bajo costo de producción, la estabilidad de margen, su carácter de formador de suelos para el trigo, ofrecer menor riesgo que otros cultivos y, además, generar ingresos en una época en que otros cultivos no lo hacen.
En lo que respecta a esta campaña, anunció dos propuestas comerciales innovadoras: el seguro de resiembra y el seguro total Syngenta.

El seguro de resiembra para los híbridos SYN y DK contribuye a la estabilidad del margen del productor. Este seguro cubre los riesgos de granizo, heladas y planchado desde la siembra hasta V6. El seguro total Syngenta se aplicará como prueba piloto para el girasol DK 4065. Esta cobertura abarca todo el ciclo del cultivo desde VE hasta la cosecha. Es complementario del seguro de resiembra y también cubre los daños por viento y granizo, pero lo hace hasta la cosecha por U$D 150/ha.
"A pesar de los daños que genera el ataque de aves, el pronóstico para esta campaña es de un incremento del 10% del área sembrada, con 1.750.000 hectáreas de piso", explicó.

"Por otra parte, el 70% del mercado corresponde a híbridos de alto valor. Está claro que la demanda de aceites seguirá creciendo a un ritmo acelerado", comentó.
Por su parte, el ingeniero Martín Díaz Zorita abordó los problemas de fertilización.

Señaló que la mayor respuesta a la nutrición ocurre cuando existen densidades más altas. Según el especialista, el nutriente clave es el fósforo --con requerimientos de 5kg/t de grano--, que actúa promoviendo el desarrollo de raíces, incrementa la tasa de implantación y aporta tolerancia a la sequía.

"Luego se debe considerar el nitrógeno (con 41 kg/t de grano), que es importante en la regulación del área foliar (formación y mantenimiento postfloración) y mejora la eficiencia de uso de la radiación", dijo.

Asimismo, Díaz Zorita aconsejó la aplicación de azufre y boro como los micronutrientes más relevantes.

Acerca de las enfermedades

"Las principales enfermedades registradas en el sur de la provincia de Buenos Aires durante las últimas campañas fueron la Roya negra, mancha de la hoja por Alternaria, mancha negra del tallo por Phoma y mancha de la hoja por Septoria", dijo el ingeniero Facundo Quiroz, del INTA Balcarce. Para combatirlas, recomendó la rotación de cultivos, el manejo de rastrojos y plantas voluntarias, la siembra temprana y la sanidad de la semilla, además del control químico. Presentó ensayos realizados en la zona, comparando cultivos con riego complementario y en secano.