Aunque la escasez de lluvias en septiembre hizo temer por su rendimiento, las precipitaciones de las últimas dos semanas terminaron favoreciendo al trigo que, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, tendrá una cosecha de 12,6 millones de toneladas en el ciclo 2011/2012.
La estimación de trigo del ciclo 2011-2012 es un 16% más baja que el resultado de la cosecha anterior, 15 millones de toneladas. Sin embargo, para los expertos el dato no es tan malo si se tiene en cuenta que, en medio de pronósticos sobre la llegada de La Niña y lluvias menores a las esperadas, se aguardaba un desempeño inferior del trigo. "Las lluvias llegaron justo para el sudeste de Buenos Aires, que concentra más del 22% del área triguera.
Si a eso sumamos las precipitaciones que cayeron en el norte de La Pampa y oeste, centro y este bonaerense, tenemos que el 30% del área tuvo muy buenas lluvias, que permiten pensar en muy buenos rindes para esta campaña", dijo Esteban Copati, analista del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según Copati, las otras áreas trigueras no tendrán la misma suerte en los rendimientos. "El resto de las zonas quizá pueda apuntar a rindes promedio o a lo sumo un poco por encima de éstos. Esto es debido a que las lluvias de las últimas semanas llegaron una vez iniciado el período crítico de encañazón, con lo cual gran parte de los lotes habían transitado parte de su periodo crítico en condiciones no tan favorables para generar rinde", destacó Copati.
Entre estas áreas se encuentran el NOA, el NEA y partes del sudoeste de Buenos Aires. De acuerdo con Sergio Conterjnic, director ejecutivo de Argentrigo, las precipitaciones de los últimos diez días fueron más que oportunas para salvar los rendimientos del cereal. "Podemos decir que el riesgo de tener rindes bajos por falta de agua ya está superado", destacó Conterjnic.
Desde Argentrigo lamentan que un año climáticamente moderado, y que tuvo excelentes precios, no haya sido aprovechado para lograr una superficie de 6 o 7 millones de hectáreas, en vez de las 4,6 de la campaña en curso. "Podríamos hacer sembrado mucho más trigo con un mercado sin intervenciones. Nosotros le dijimos al Ministerio de Agricultura que las 7,35 millones de hectáreas que propone el Plan Estratégico Agroalimentario para 2020 se podrían haber tenido este año o se pueden hacer en los próximos cinco años, con otra política", destacó el director de Argentrigo.
"Queremos trabajar con todos los actores para lograr que aumente la superficie sembrada y la inversión en tecnología", agregó.
Según Argentrigo, mientras en los cinco años de intervención oficial sobre el mercado triguero (2006-2011) la superficie sembrada promedio fue de 4,87 millones de hectáreas, antes del inicio de la política de control del mercado el promedio sembrado no bajaba de 6,19 millones de hectáreas.
Queja de Carbap
En tanto, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) volvió a criticar la propuesta de reforma del sistema de comercialización de trigo de Agricultores Federados Argentinos (AFA) y la Bolsa de Rosario. "Lo primero que garantiza este sistema es la falta de competencia entre la exportación y la molinería, ya que al asignarse un cupo para cada uno de ellos, éstos operarán sin competir y con la tranquilidad que les genera el conocer que sus necesidades ya están cubiertas", dijo Carbap.
"Ojalá que el Gobierno revea su política, porque los mercados intervenidos en los cuales se castiga al productor, el más débil eslabón de la cadena, sólo hacen retroceder la producción", dijeron en Carbap.


