Entre el 2 y 3 de julio se registraron heladas de fuerte intensidad, que afectaron prácticamente toda la superficie cultivada con caña en Tucumán. Esta contingencia climática tiene una consecuencia directa sobre la calidad de la materia prima y la disponibilidad de caña semilla.
Entre el 13 y 15 y julio, el Grupo Caña de Azúcar del INTA EEA Famaillá, con la colaboración del Grupo de Sistemas de Información Territorial, realizó un recorrido por toda la zona cañera para registrar y caracterizar el nivel de daño producido por las bajas temperaturas.
El relevamiento se efectuó en un recorrido de tres días por las principales zonas con caña en la provincia, abarcando casi 60 localidades y revisando entre 90 y 120 lotes comerciales, en un recorrido de más de 700 Km. por ruta y caminos vecinales. Así, se cubrió casi el 90% de las 245.000 has con caña que tiene Tucumán, incluyendo a las tres principales variedades cultivadas en la provincia: LCP 85-384, Tuc 77-42 y RA 87-3.
Se analizo la intensidad de daños en el follaje. En el brote guía se determino visualmente si se produjo daño y muerte de tejidos y se evalúo la incidencia del frío en el número de entrenudos que afecto el fenómeno. También se verifico el estado de las yemas laterales para comprobar la aptitud de los lotes como caña semilla.
De esta manera, se determinaron los efectos o daños sobre follaje y tallos en 4 niveles de acuerdo a los efectos sobre la materia prima para fábrica (Cuadro 1); en tanto, la aptitud y disponibilidad de caña semilla se agrupo en 3 clases (Cuadro 2).
Los menores efectos de las heladas en el cañaveral (Nivel 1) se registraron en forma muy puntual sobre sectores relativamente protegidos en el pedemonte como Capitán Cáceres, Soldado Maldonado, Sargento Moya, Las Faldas, Ischilon, Iltico y Los Sarmientos.
El sector con daños leves (Nivel 2) se observa en el centro y noreste del área cañera, en Burruyacu, Oeste de Cruz Alta, Mercedes, Ingenio Lules, Ramada de Arriba, La Cruz, Mariño, Louisiana, La Florida, San Miguel, Delfín Gallo, Cebil Pozo, Bajo Grande.
Los daños moderados (Nivel 3), especialmente en follaje y dos primeros entrenudos molibles, se ubican principalmente en la llanura central desde el Dpto. Lules hasta Famaillá; la mitad oeste del Dpto. Leales; el sector sur de la provincia desde Monteros hasta La Cocha; y un amplio sector de los Departamentos Burruyacu y Cruz Alta. Las localidades representativas en este nivel de daño son Fronterita, Santa Lucia, Agua Blanca, Padilla, Macomita, La Marta, Ramada de Abajo, La Virginia, Ranchillos, Alabama, Los Ralos, El Bracho , Río Colorado, Bella Vista, García Fernández, León Rouges, Río Seco, Amberes, Gastona, Trinidad, Santa Bárbara, Los Córdoba, Santa Ana, Donato Álvarez, La Invernada, La Cocha.
Los daños severos (Nivel 4), que comprometen todo el follaje y mas de 3 entrenudos molibles, se manifiestan hacia la mitad este y sur del Dpto. Leales, al este de la Ruta Prov. 306, y en el sector este de Cruz Alta, Simoca y Chicligasta. Los sectores mas representativos en este nivel de daño se ubican alrededor de Agua Dulce, Estación Aráoz, Cañete, Villa Fiad-Ing.Leales, S.R. de Leales, Villa de Leales, Puma Pozo, Mista, Viclos, Campo Azul, Los Romano, Simoca, Yerba Buena, Atahona, Los Sandovales, Ciudacita, Villa Chicligasta.
Cuadro 1. Efectos sobre la materia prima y caracterización de la severidad de
las heladas por su daño en follaje, brote guía y entrenudos molibles y no
molibles, citando localidades más representativas, región cañera a la que
pertenecen y su incidencia en porcentaje sobre el total de área relevada.
Efectos de las heladas sobre la disponibilidad de caña semilla
Respecto del estado de la caña para ser utilizada como semilla, su condición fue dividida en tres clases:
Clase A: Semilla de Buena Aptitud. Comprende lotes con daños en hasta los dos tercios superiores del follaje; 1 a 2 entrenudos no molibles dañados y yemas turgentes y firmes en más del 80% del tallo.
Clase B: Semilla de Dudosa Aptitud. Se encuentra en los sectores con daños completos al follaje y entre 1 y 2 entrenudos molibles. En esta situación, se detectaron pérdidas en la viabilidad de hasta el 50% de las yemas.
Clase C: Semilla No Apta. No se recomienda su utilización para semilla y corresponde a lotes y localidades con los daños más severos (Nivel 3 y 4).
Cuadro 2. Efectos sobre la disponibilidad de semilla, citando localidades más
representativas, región cañera a la que pertenecen y su incidencia en porcentaje
sobre el total de área relevada.
Evaluación y recomendaciones
En estas heladas se observa una mayor severidad de daños a los causados por el mismo fenómeno en el año 2010. El 80% del área relevada se corresponde con daños moderados a severos, que afectarían la calidad de la materia prima; mientras, en el 70% del área recorrida la aptitud de la caña semilla es mala. Al igual que el año anterior, se pudieron discriminar zonas o áreas que representan niveles de daños para molienda bien diferenciados, que permiten establecer diferentes prioridades de cosecha y plantear una estrategia de manejo diferencial.
Ante esta situación, el Grupo Caña de Azúcar del INTA Famaillá recomienda:
Intensificar las operaciones de cosecha, especialmente en los sectores con
los daños de Nivel 4, procurando terminar la zafra hacia fines de agosto.
Verificar cuidadosamente el nivel de despuntado, debiendo eliminar entre 3 y 4
entrenudos desarrollados en la mayoría de los casos (en variedades como TucCP
77-42 se deben eliminar hasta 6 entrenudos).
El área cañera afectada por el Nivel 3 presenta un deterioro importante y se
aconseja un despuntado que elimine entre 1 y 2 entrenudos molibles según
verificación previa del lote antes de la cosecha. En este sector, la cosecha no
se debería extender más allá del 15 de septiembre.
Las localidades incluidas en el sector comprendido en el Nivel 2 deberían
cosechar hasta el 30 de septiembre como máximo. Aquí también se deben agregar
sectores que, si bien no presentan daños severos, ocupan parte del pedemonte o
zonas con problemas de anegamiento si ocurren lluvias importantes a principios
de octubre, lo que complicaría el cierre de zafra en esta región.
El sector que comprende a las localidades incluidas en el Nivel 1 de daños
podría dejarse como resguardo para la ultima fase de cosecha y cosecharse a
partir de la segunda quincena de septiembre, ya que en muchos casos se
corresponde con suelos firmes, de buen drenaje, que pueden ser manejados sin
inconvenientes hacia fines de octubre y primera quincena de noviembre. Aunque,
se deben priorizar algunos sectores que potencialmente registren lluvias
importantes al principio del nuevo ciclo hidrológico y que, por sus condiciones
de suelo, dificulten la recolección de la caña y demoren el inicio del cultivo
para la próxima campaña, no extendiendo la cosecha mas allá del 15 de octubre.
Examinar con mucho detalle la calidad de la semilla para la plantación,
observando el nivel de turgencia y la ausencia de daños muy evidentes en las
yemas. En caso de disponer de semilla con yemas viables de entre un 60-70%, se
recomienda aumentar la densidad de plantación y realizar un cruce más cuidadoso
de la misma en el fondo del surco.
Es importante considerar que la priorización de cosecha no siempre se puede reflejar en la realidad, ya que una vez producida la helada no se puede atender a los sectores mas afectados en su totalidad y en el orden de prioridad que se cito. A ello se debe agregar el riesgo de quema accidental del cañaveral, lo que complica la coordinación y obliga a un reordenamiento de la ruta de cosecha.


