De hecho, las lluvias más importantes asociadas a esta masa de aire, se observaron sobre la Mesopotamia y el este de la provincia de BA. En la provincia de Chaco, la oferta claramente fue más generosa sobre el este, reduciéndose de manera significativa hacia el domo central hasta incluso volverse nula en muchas localidades del sudoeste o quedarse en registros inferiores a los 10 milímetros.
Debemos recordar que en junio la zona agrícola principal de Chaco tiene una media mensual de unos treinta milímetros, que crece hacia el este casi hasta duplicar esta marca. En este sentido, la zona de influencia de Resistencia ha quedado más cercana a las marcas normales, alcanzándose registros del orden de los cuarenta milímetros. El efecto mediterráneo de la zona algodonera se hizo sentir con lluvias por debajo de las normales en el mes de junio. Bajo estas circunstancias, la zona comienza a tomar ganancias del acopio previo de agua durante la parte final del otoño.
Este sector del país ingresó al invierno en una condición de humedad más holgada que en años previos.
En cuanto al régimen térmico, recién hacia el final del mes de junio las condiciones ambientales cambiaron significativamente. En las últimas jornadas del mes pasado, comenzó a hacerse sentir el ingreso de la primera masa de aire polar que cubrió todo el país e incluso llegó hasta Paraguay y el sur de Brasil. Por aquellos días se observaron algunas heladas que se repitieron en las primeras jornadas de julio.
A pesar del ambiente invernal instalado desde entonces el mes de junio, se resume con un promedio que muestra ligeros apartamientos respecto de los valores medios mensuales. Posiblemente la última semana con temperaturas por debajo de las normales hayan compensado las otras tres semanas donde predominaron condiciones más templadas.
El mes de julio transcurre marcado por la presencia de aire frío y seco. Esto promueve un sesgo claro para el desarrollo de sistemas precipitantes. De todas maneras, julio es el mes más seco del año con apenas unos 15 milímetros en la zona agrícola principal de la Chaco, algo más húmedo hacia las zonas fluviales.
Las condiciones actuales de humedad son satisfactorias para trigo y eventualmente podrían proyectarse siembras tempranas de girasol, una vez que las bajas temperaturas comiencen a retirarse. El nivel de reserva del primer metro de suelo puede considerarse cercano al normal para la época en la zona, aunque sería satisfactorio sumar algunas lluvias modestas, del orden de las normales, para mejorar la humedad en superficie.
De acuerdo al comportamiento meteorológico presente, esto no sería posible antes de la transición quincenal o durante la segunda quincena. Pensando en la segunda parte del invierno, posiblemente estemos transitando el núcleo más frío de la temporada, es razonable esperar que en agosto las temperaturas se moderen y aparezcan algunas lluvias más generosas. No debe esperarse un escenario húmedo, pero si precipitaciones que permitan sostener las reservas entre regulares y adecuadas que ha dejado el otoño.
Este es un panorama favorable para el NEA.
- Por CCA - exclusivo Agrositio.com
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