Días atrás, el gobierno de Río Negro anunció la inversión de US$ 1.500 millones que la compañía estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Bussines Trade Group, programó en producción de alimentos en la provincia argentina; el acuerdo contempla inversiones portuarias, generación de energía y obras de riego para una superficie de 300.000 Has.
Mediante el acuerdo con la provincia de Río Negro, se prevén poner en valor tierras hoy improductivas, a cambio de que en ellas se produzcan los alimentos que demanda la creciente población de la gran potencia asiática.
Pero los legisladores del Bloque Justicialista de Río Negro levantaron la polémica apenas fue conocida la noticia, y esto fue lo que publicaron:
Es como si no hubiese prejuicios si las compras e inversiones la hace China Comunista. Es como si estas inversiones o compras tuviesen una pátina de distinta legitimidad. Se hacen referencias a las grandes Empresas Chinas como si estas fueran empresas convencionales de capitales privados, siendo que son empresas estatales sujetas a las decisiones políticas del Comité Central del Partido Comunista Chino.
Se habla de decisiones de tal o cual Provincia China como si China fuera una Democracia Occidental y sus provincias fueran un sistema de decisiones en si mismas por un presunto carácter Federal, inexistente por cierto. Nada más lejos de la realidad. Así, China ha ido adquiriendo, legal y legítimamente por cierto, empresas argentinas y extranjeras radicadas en territorio nacional, relacionadas todas ellas con segmentos estratégicos de cualquier economía. Energía, Petróleo, alimentos y agua, son las áreas elegidas.
Ahora, la información nos señala que una empresa china producirá alimentos en Río Negro
Un grupo de Ingenieros chinos están analizando el valle del Río Negro con la intención de poner en marcha un ambicioso proyecto para producir granos y hortalizas bajo riego que prevé inversiones por 1500 millones de dólares en diez años.
Según el diario La Nación, la iniciativa tendrá su punto de partida dentro de dos meses, cuando el gobierno de Río Negro y la empresa estatal china Heilongjang Beidahuang State Farms Bussines Trade Group, la mayor productora de alimentos de ese país, firmen un segundo convenio para construir un sistema de riego que abarcará 300.000 hectáreas, obras de energía y un puerto en la localidad de San Antonio Oeste.
El convenio, que cuenta con el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), consiste en que los chinos se comprometen a conseguir la financiación internacional y a comprar en exclusividad la producción de la superficie comprendida en el proyecto por un lapso de 20 años a precios internacionales. Interesante manera de saltear la nueva legislación sobre propiedad de tierras para extranjeros. Interesante manera también de dar espacio para hacerse los distraídos a todos aquellos sectores o personas que se abren, selectivamente, las venas cuando otros capitales o empresarios extranjeros, adquieren importantes extensiones de tierras.
A cambio, los productores rionegrinos se comprometen a sembrar soja, trigo, maíz, cebada, cebolla, papas, avellana y vid para ser los proveedores de la compañía china. El convenio no prevé la compra de tierras. ¡Menos mal! Solo deberán producir lo que otros quieren y vendérselo a un solo oferente al precio internacional. Hoy, con los actuales precios internacionales, parece un negocio excelente. Pero, que pasará cuando los precios internacionales actúen a la baja, o el principal formador de precios (China obviamente) los reduzca a voluntad (como tiene reducido los salarios de sus obreros para colocar su producción a precios bajísimos en el mundo), o los costos internos sean superiores a las pretensiones de obligatoriedad de venta, o tantas otras variables de nuestra economía local, infinitamente menos significativa que la de la segunda potencia económica mundial que seguramente será en los próximos cinco años la primera potencia.
La coordinación de la inversión, de las obras y de la producción estará a cargo de un consorcio integrado por el gobierno de Río Negro, el grupo Heilongjiang Beidahuang y los productores.
Según explicó el subsecretario de Desarrollo Económico de la provincia, Maximiliano Bruno, el proyecto cuenta con el asesoramiento del INTA y de las universidades de la región.
"La clave del proyecto es el caudal de agua del río Negro, de 900 metros cúbicos por segundo, que hoy no se aprovecha, esa agua va al mar", explicó Bruno.
A partir de allí se construirá un sistema de canales y se requerirán equipos de riego por pivot para asegurar que los cultivos tengan el agua que necesitan. A diferencia de lo que sucede en la pampa húmeda, las tierras de la zona tienen insuficientes lluvias, aunque por su latitud y por las horas de sol perfectamente podrían destinarse a la producción agrícola y hortícola, algo que en la actualidad no sucede.
"No se producirá soja únicamente", aclaró el funcionario rionegrino para responder a las críticas de quienes habían planteado que en la zona podría extenderse el monocultivo. "Se está haciendo la adaptación de diferentes maíces en la región", añadió Bruno.
Según los impulsores del proyecto, se generarán 100.000 puestos de trabajo. "Serán todos argentinos", aclaró el consultor externo del proyecto, Oscar Gómez.
El grupo chino cuenta con 800.000 empleados y abastece al 11 por ciento de la población china, casi unos 150 millones de consumidores. Recientemente anunció su intención de invertir en Brasil, Africa y Oceanía.
Una sensación comienza a extenderse… Y las preguntas se multiplican
Porque la dirigencia política que tanto se ha ocupado de otras inversiones es selectivamente distraída a la hora de discutir o analizar en profundidad esta situación. Si fuese cierto que este proyecto generaría 100 mil nuevos puestos de trabajo, ¿Qué sucedería con esos puestos de trabajo si los precios de venta no fueran los convenientes para vender e igual se estuviese forzado por el convenio, a vender?. Si el negocio es tan bueno para China a tantos miles de kilómetros, ¿Por qué no se desarrolla desde el Estado Nacional y / o Provincial, el uso de aguas para poner en producción esas 300 mil hectáreas y vender luego la producción a China en el mejor momento posible del mercado?
Una pregunta comenzó a transitar el espacio político rionegrino y se coló documentalmente en los espacios políticos preelectorales… La legisladora del ARI y fallida socia del intento electoralista del Vicegobernador Bautista Mendioroz, Magdalena Odarda que tanto y tan eficientemente se ha ocupado de las 14 mil hectáreas de Lewis, ¿porque no se ocupa de las 300 mil hectáreas de explotación exclusiva y cautiva para los chinos? A esta pregunta, un dato comienza a circular. El Agregado Agrícola del Gobierno Nacional en la República Popular China, Omar Odarda, sería el hermano de la legisladora.
¿Conflicto de intereses? No necesariamente
De hecho, en una simple investigación por Internet, surge que Omar Odarda desarrolla (desde su cargo y destino, en China) eficientemente su función en lo que respecta a acercar a los dos países en el terreno de los alimentos derivados del campo. Pero lo cierto es que en tiempos de elecciones, las suspicacias se agudizan y es ahora China, en la provincia de Río Negro, donde su presunta hermana legisladora (Río Negro) desarrolla sus expectativas, la que intenta controlar una porción significativa de las tierras productivas y de los mercados locales. Por ahora, un cierto beneplácito de sectores del periodismo, ha evitado que las preguntas se realicen a quien cultivan como una luchadora política de nacionalismo territorial.
Bloque Justicialista rionegrino no está de acuerdo con lo firmado
A muy pocos meses de las elecciones, una advertencia quedó implícita, si cambiara el signo político (radicales K) de la provincia, el convenio con China podría ser revisado o incluso buscarse su anulación. El comunicado del bloque justicialista lo rechaza de la siguiente manera:
“Lo firmado por el Gobernador Saíz, está absolutamente exento de todo impuesto, libre de tasas, sellos y otros derechos. Se ceden tierras y agua, el uso de un Puerto por cincuenta años con una renovación automática una vez cumplido el plazo.”, aseguran en el comunicado. A la vez, el texto indica que “por si fuera poco, también el gobierno se hace cargo de gestionar ante el gobierno nacional que los fondos provenientes de las empresas inversoras, no afecten los encajes. En un momento en que por la crisis internacional, resulta conveniente que los encajes y la adopción de determinadas restricciones en el mercado de valores fueran mayores; que se institucionalicen y profundicen las restricciones a los movimientos de capital de corto plazo para que esas crisis no produzcan remezones en nuestra vida económica y financiera, Río Negro gestiona en el sentido contrario.”
Este convenio “pone además a disposición de las empresas, toda la información que ha retaceado a los legisladores; el estudio de impacto ambiental, antecedentes y proyectos, técnicos y profesionales del DPA. Además, el gobierno de Río Negro, en el Acuerdo de Cooperación para el Proyecto de Inversión agro alimenticio, que celebró con la empresa Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Gropu CQ., LTD, propondría una iniciativa privada en un marco de supuesto concurso de proyectos que paradójicamente tendría anticipadamente un beneficiario, distorsionando una herramienta destinada a asegurar transparencia con el fin opuesto, para entregar la Administración del Puente de aguas Profundas de San Antonio Este”.
“Violan la Constitución”
Sin la efectivización del concurso, se compromete a destinar “cinco hectáreas de tierra para el uso de los inversores y a realizar el diseño y construcción de la misma, según requerimientos del gobierno de la Provincia de Río Negro, “la concesión para el uso será por 50 años y se renovará automáticamente una vez cumplido el plazo”.
“No comprendemos cómo las autoridades de la provincia de Río Negro defienden nuestros intereses y violan gravemente nuestra Constitución provincial, los derechos al medio ambiente, facilitan la deforestación, pone en riesgo la salud, afecta el derecho alimentario. Todo ello sin dar ningún lugar ni participación a la Legislatura provincial.
Por estas razones, decimos no al proyecto sojero chino,” definieron los legisladores del Bloque Justicialista de Río Negro.


