El que habla es un kirchnerista de la primera hora que tuvo participación en el armado de las listas presentadas por el FPV.
En aquellos distritos con algún tipo de conflicto político, como Quilmes o Lanús, se dio el visto bueno a más de una lista donde suman gente de los movimientos sociales, del kirchnerismo y otras vertientes. Hay que fijarse que son distritos donde los intendentes tienen 20 ó 25% de intención de voto y la Presidenta 50%, explica el funcionario.

Se sabe que, por estricta orden de la Presidenta, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia fue el encargado de utilizar el lápiz rojo y la birome oficial para la inscripción de nombres. Y se hizo un estricto ADN de cada postulante y sus condiciones. De los cierres de listas del peronismo este ha sido uno de los más ordenados.. hay que acordarse de lo que han sido históricamente, aquí se ordenó bien y la tropa está encolumnada, agrega.

Y desafía: Si alguien no está de acuerdo hubiera, hubieran armado una agrupación y se presentaban a primarias, que para eso están.

Un intendente de la Provincia de Buenos Aires, conocedor del paño, agrega: Mentira que hay disconformidad, la Presidenta sigue muy alta en las mediciones, y en la mayoría de los distritos mide más que el intendente, ¿dónde van a ir? ¿Quién les ofrece algo concreto, si la oposición está cada vez más atomizada?, sostiene.

El sciolismo busca mostrarse contemporizador y explican el acuerdo político alcanzado con la Presidenta. Scioli estuvo el viernes, en Olivos, dos horas con la Presidenta donde se habló de todo, y donde se logró el mejor acuerdo posible... No sólo se habló de quienes están integrando las listas, sino que se habló de la gobernabilidad y de los los años que vienen... La fuente sciolista sostiene: Hemos obtenido diputados nacionales de nuestro espacio, y en las secciones electorales el gobernador ha colocado a varios de sus ministros, y gente de su confianza.

En el caso de la CGT, la orden bajada por la Presidenta fue contundente: Pocos lugares, sólo para los dirigentes conocidos y que hayan estado con nosotros, y nada más. Pero en el fondo, se sigue con la línea del discurso de José C. Paz, donde Cristina pidió mayor compromiso con el proyecto y tener responsabilidad social y política con la gente. Se priorizó un armado de calidad, que no esté cualquiera, la Presidenta lo que ha pedido en público, lo pide para las listas, y la verdad es que en la relación con los sindicalistas se ha puesto un límite y se seguirá en esa línea. Se demostró, dice la fuente, que la que conduce es Cristina, no Hugo Moyano, y que la Presidenta tiene en claro sus objetivos y sabe lo que hay que hacer, y quedó demostrado que no se la presiona fácilmente.

La elección de Gabriel Mariotto para acompañar a Scioli y de Amado Boudou en la fórmula presidencial demuestra que Cristina está dispuesta a profundizar el proyecto kichnerista, pero con cambios. La línea del proyecto iniciado por Néstor sigue, es necesario tener a los puros en puestos claves para evitar traiciones o sorpresas, dice un pingüino de la primera hora.
La ubicación de los ministros Aníbal Fernández y Julián Domínguez al tope de la lista de senadores y diputados, no sólo es un premio a la lealtad para con el proyecto, sino está pre anunciando que en caso de ser reelecta, Cristina pondrá en marcha una modificación en su Gabinete y en áreas centrales de su Gobierno.

La Presidenta ha reiterado a los suyos, y eso también tuvo en cuenta a la hora del cierre de listas, de no hacer olas, evitar las polémicas, no salir a responder insultos y evitar la gente conflictiva para la campaña electoral. Les ha pedido a los ministros que se concentren en la gestión y tiene en agenda, de aquí a octubre, una serie de anuncios sociales que impacten en el electorado.

En esa agenda se inscribe el anuncio de poner a la gendarmería en comisarías estratégicas de la zona sur de la Capital. El plan contemplaba la eliminación de las comisarías y su reemplazo por puestos de gendarmería y prefectura. Pero prefirió que los agentes se ocupen de tareas administrativas y del control diario y dejar a gendarmes y prefectura la calle. La zona es una de las más calientes de la droga y el narcotráfico. Allí están las villas más densas, en algunos casos ganadas por narcotraficantes.

La ubicación de la gendarmería tiene como objetivo dar una guerra total a ese flagelo. Hay en el gobierno cierta desconfianza al accionar de la Policía Federal y la Ministra Garré tiene a la fuerza bajo la lupa; por las denuncias, no sólo de corrupción sino de no lucha contra las drogas. Además, pretende ser una ayuda a la alicaída campaña electoral porteña del candidato del oficialismo, Daniel Filmus