Quien está en el negocio de los granos debe tener contemplada la posibilidad de baja en los precios.

Hoy por hoy ¿pueden caer? No parece que hubiese razones para ello.

Dos elementos juegan a favor de la fortaleza o suba de precios.

Por un lado está la cuestión climática. Básicamente, en el hemisferio norte.

El exceso de humedad, en algunas partes, y la falta de ella, en otras, presionan sobre las expectativas de producción y, por ende, sobre los precios.

Donde la cosa está que arde es en los cereales. En América del Norte, el maíz camina sobre la cornisa y el trigo pasa la de Caín en Europa.

El Medio Oeste de Norteamérica. sufre los embates del agua. Es el caso de estados maiceros como Ohio, Indiana e Illinois.

Las lluvias demoran las siembras de maíz y, por tanto, los analistas comienzan a estimar la posibilidad de que florezcan fuera del término aconsejable o que directamente no pueda ser implantado en la superficie deseada.

Y lo peor es que los pronósticos hablan de más lluvias hasta fin de mes.

Los trigos también sufren. Los ya implantados -los de invierno- han tenido una seria falta de humedad al inicio. Por ello, se teme que vaya a haber inconvenientes en la calidad, además de menor volumen de cosecha. El problema no sólo está en EE.UU. También lo sufre Canadá.

Los de primavera están demorados en su implantación. Mientras la seca estresa al trigo duro de invierno en Texas, Oklahoma y en el sur de Kansas, la humedad y las inundaciones en el Medio Oeste afectan el trigo blando de invierno y retrasa las siembras de primavera.

Mucha lluvia en EE.UU y poca en Europa. Qué paradoja.

Los grandes jugadores en la producción triguera, como Alemania y Francia sufren una sequía de fuerte impacto. También pasa un mal momento la región triguera correspondiente a la ex Unión Soviética. En Francia el cuadro es particularmente grave, tanto es así que algunos estiman una baja del orden del 12 % respecto a los cálculos de inicio de campaña.

El segundo gran elemento es el valor del dólar en el mundo.

El dólar sigue bajo una fuerte presión en los mercados de divisas y, por ello, este año ha llegado a un mínimo contra el Euro y la Libra. De hecho, el equipo económico de Deutsche Bank estima que el dólar se encuentra en un mínimo histórico desde el abandono del patrón oro, medido contra una cesta de otras divisas. ¡Guarda con esto!

Mientras las tasas de interés en EE.UU. continúen en un nivel próximo a 0,25% el dólar difícilmente se encamine a una recuperación. Por ahora, la Reserva Federal mantiene la tasa de interés de referencia por debajo de 0.25% con el fin central de estimular el consumo. Y por lo que se ve, hay al menos uno o dos meses de tranquilidad al respecto. Pero… nada es seguro.

Este plan de estímulo para la economía tiene un gran riesgo: la inflación. Ello implica que tan pronto la inflación se haga patente, la Reserva Federal no dudará en elevar la tasa de interés y, con ello, subiría el valor del dólar.

Por el momento, es grande la incertidumbre respecto a la producción en el hemisferio norte. En tanto esto sea así y el dólar conserve la actual pérdida de valor, los granos deberían mantenerse en este nivel. O, quizás, en algo más aún.