“Si bien el fenómeno climático denominado La Niña se encuentra en su fase madura y está debilitándose en este momento en la Región Centro, los resultados de los estudios que realizamos indican que continuará hacia finales del 2011 y se prolongará el año entrante”, dijo a Clarín Rural , José Luis Aiello, director Científico del Proyecto GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario, tras disertar sobre el tema en Expoagro.
Considerando las implicancias que tuvo este fenómeno para los cultivos de gruesa, las palabras del especialista toman una dimensión mayor. En esta campaña se pudo comprobar que tomar medidas de manejo agronómico en función del clima, evita fuertes pérdidas. Y de mucho dinero, teniendo en cuenta que uno de los cultivos de mayor costo de implantación, el maíz, es uno de los que más pérdidas de rendimiento sufrió.
Aiello indicó que, en el corto plazo, las condiciones climáticas serán favorables para el desarrollo de los cultivos, con precipitaciones que continuarán por debajo de los niveles normales para estos meses en la zona, pero con registros aceptables. “No vemos en el corto plazo fenómenos climáticos que puedan complicar las tareas de cosecha”, sostuvo. Pero, con una visión más extendida, el especialista comentó que para la próxima campaña de granos gruesos, mirando lo que puede ocurrir entre noviembre del 2011 y marzo del 2012, ve que el Pacífico da indicadores de comportamiento que llevan a pensar que el fenómeno Niña puede continuar durante este tiempo. “También es importante estar atento a lo que ocurrirá con el clima en Estados Unidos, porque esto tiene un fuerte impacto en los precios de las cotizaciones internacionales de granos. Un pronóstico negativo tiene una fuerte tendencia alcista en maíz y soja”, recordó.
Aiello explicó por qué es fundamental que quienes utilizan los datos científicos que él mide sepan qué indicadores tienen que mirar para tomar decisiones en función de sus actividades productivas. “Tanto productores como corredores de cereales deben contar con elementos que les permitan interpretar los informes climáticos. Y nuestro rol es clave porque actualmente, a través de las nuevas tecnologías, hay disponibilidad de un enorme caudal de información y, en la mayoría de los casos, tiene un mal tratamiento”, opinó.
En referencia a los datos que se deben tener en cuenta a la hora de analizar estos informes, el especialista diferenció los pronósticos de corto plazo, que tienen vigencia de hasta 5 días desde la fecha de emisión y son los más difundidos.
“El usuario debería saber que a un día de publicado, este tiene un 10 por ciento de error posible, a 5 días, el margen de error asciende al 20 por ciento. Y después del quinto día, pierden total validez. Son datos útiles para los encargados de las labores agrícolas. Para los empresarios agropecuarios, lo interesante son los datos de plazos más largos. Los que analizan los fenómenos que se dan a gran escala y permiten conocer las tendencias climáticas en los próximos meses”, refirió el especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario.


