Mientras exportadores, molinos y acopiadores se echan culpas por la falta de transparencia en el mercado del trigo, donde por quinto año consecutivo muchos productores cobraron por su cereal bastante menos de lo que correspondía, las distorsiones en los precios amenazan extenderse ahora al maíz . En el mercado local, a poco de la cosecha, ya hay descuentos de unos 16 dólares por tonelada. En una cosecha de casi 20 millones de toneladas, el dinero que los chacareros cederían a otros sectores podría llegar así a US$ 320 millones.
El cálculo no es antojadizo sino que surge de datos oficiales. Todos los días, en base a los precios externos, el Ministerio de Agricultura define el valor FAS Teórico, que refleja la capacidad de pago de los compradores locales de maíz, ya descontadas las retenciones, una rentabilidad razonable y otros gastos comerciales. Ese precio era el viernes de 211 dólares por tonelada. Pero en el mercado nadie pagaba más de 195 dólares. De allí surge la diferencia de 16 dólares.
En el caso del trigo, donde esa diferencia llegó a ser de 50 dólares por tonelada, Agricultura admitió la irregularidad y lanzó sin éxito varias medidas para que los productores puedan vender al precio justo. Tropezó siempre con una piedra en el zapato propio : el secretario Guillermo Moreno, que define a cuentagotas los cupos de exportación. Las entidades rurales dicen que esa política desalienta la competencia, y deja a los productores cautivos de los compradores.
En el caso del maíz, donde la producción rondaría 19,7 millones de toneladas, las necesidades de las industrias alimenticias locales se estiman en 8 millones, por lo que el saldo exportable del cereal podría llegar a 11,7 millones . Pero Moreno, a pesar de los ruegos de Agricultura, autorizó embarques para solo 5 millones . A fin de enero, los exportadores habían adquirido 4,5 millones de toneladas. Es decir que muy pronto se alejarían del mercado.
“Al no haber competencia, porque está cuotificada la exportación, en algunos momentos compran los exportadores y en otros los consumeros, sin competir. El productor está cautivo de unos pocos que pagan lo que quieren ”, advirtió el dirigente cordobés Néstor Roulet. En sus cálculos, el productor ya recibe 27 dólares menos del FAS teórico y la transferencia de ingresos podría ser de US$ 513 millones.
