Los futuros de la soja en Chicago volvieron ayer a escalar, y se posicionaron en nuevos récord en dos años y medio, de la mano de preocupaciones por lo que ocurre en Medio Oriente, el futuro del conflicto en los puertos de Rosario, que se encuentran en conciliación obligatoria, y la previsión de que China reforzará sus compras de oleaginosa sin procesar en Estados Unidos y Brasil.

De esta manera, los contratos a mayo terminaron a u$s 535 la tonelada y la posición marzo a u$s 530 por la misma cantidad, el mayor valor desde el 18 de julio de 2008, cuando tras el rally alcista la oleaginosa tocó su máximo histórico de u$ 609 la tonelada.

La crisis en Egipto y los países del Medio Oriente también impactan en el comportamiento de los compradores en el mercado de los commodities agropecuarios. Al respecto, los analistas sostienen que se comienza a evidenciar una tendencia a un mayor almacenamiento de alimento, sobre todo de los países asiáticos, como China.

A eso se suma la preocupación de los traders de que el conflicto en el puerto de Rosario no se resuelva en los 15 días de conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo y que recrudezca a partir de marzo, cuando entra en el mercado global la cosecha gruesa de América del Sur. Los analistas indican que del lado de los fundamentals, los compromisos de compra de soja estadounidense por parte de China se constituyen en factores alcistas.

Las alzas en soja fueron replicadas en el maíz y en el trigo, dado que fuertes tormentas sobre los cultivos de ese cereal en Estados Unidos pueden complicar aún más los apretados stocks mundiales.

El commodity que descolló fue el algodón, que terminó en Chicago en un récord absoluto ante los problemas climáticos en varios países productores y una sostenida demanda.