Pedro Peretti acusó de ser “dueños del silencio cómplice” con las compañías multinacionales a los que criticaron a la entidad por su respaldo a una medida del Gobierno nacional. “Los que nunca dijeron nada mientras los negocios los hacían Dreyfus o Cargill ponen el grito en el cielo clamando en contra de la discriminación y pidiendo transparencia”, disparó el federado, sin nombrarlos, contra Hugo Biolcati y Mario Llambías.
Pedro Peretti, uno de los directores de la Federación Agraria Argentina
(FAA), aseguró que quienes criticaron a su entidad por la venta de 500.000
toneladas de trigo a la industria molinera tienen “fuertes vínculos con
exportadoras” y defienden esos intereses.
El ruralista, cercano al titular de la FAA, Eduardo Buzzi, acusó de “dueños del
silencio cómplice” con las compañías trasnacionales a los que criticaron a la
entidad por su respaldo a una medida del Gobierno de Cristina Kirchner.
El Ministerio de Agricultura le pidió a la industria molinera que favorezca a
Agricultores Federados Argentinos (AFA) –un grupo de cooperativas ligadas a la
FAA– con la compra de 500.000 toneladas de trigo.
Ese pedido enfureció a los titulares de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo
Biolcati, y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, quienes
criticaron al Gobierno e indirectamente cuestionaron a la FAA.
Ahora, sin mencionar a los ruralistas críticos, Peretti afirmó que la mayoría
de las polémicas fueron “interesadas o paradas sobre fuertes vínculos con
compañías trasnacionales que han sido las dueñas absolutas del comercio de
granos en la Argentina y lo siguen siendo”.
“Los que nunca dijeron nada, los dueños de un silencio cómplice, mientras los
negocios los hacían Dreyfus o Cargill, ponen el grito en el cielo, clamando en
contra de la discriminación y pidiendo transparencia”.
Peretti opinó en su blog en internet que “no hacen más que querer tapar el sol
con las manos, de un sistema de comercialización que no da para más y reclama su
urgente modificación, con nuevas pautas y nuevos actores”.
PROPUESTA. Peretti propuso la formación de “un instituto público y
privado que garantice la transparencia y la comercialización ecuánime”,
iniciativa que “no puede dilatarse más”.
“Es absolutamente loable que una política pública sea diferenciada y priorice un
determinado segmento de productores o empresas (de cualquier naturaleza
jurídica) de comercialización”, dijo.
Se manifestó “completamente de acuerdo, a modo de ejemplo, que el Estado
argentino disponga, por los mecanismos que le confieran la legalidad necesaria,
que se compre el 30 % a un movimiento cooperativo”.
Recordó que parte del secreto del modelo brasileño, que alguno de sus exegetas
ocultan deliberadamente, es que el gobierno del vecino país, por ley, tiene la
obligación de comprar el 30 % a la agricultura familiar: dictó una ley de compra
pública que indica lo que hay que hacer”.
“Pues bien, aquí podría haber sido exactamente igual; y después de un debate
parlamentario, dictar una ley de compra pública a favor de la agricultura
familiar, reservando una porción al movimiento cooperativo, pero a todo el
movimiento cooperativo”, aclaró.
También advirtió que lo que es inadmisible, es que se refiera a una sola
cooperativa, dejando fuera al resto del movimiento”.


