Aunque las grandes empresas mexicanas de alimentos han podido lograr una creciente presencia transnacional, “están poco integradas” al sector primario nacional, afirmó Francisco Mayorga, secretario de Agricultura.
“No se han convertido todavía en una locomotora con una fuerza que impulse al productor agrícola, ganadero o pesquero mexicano, sino que trabajan por cuentas separadas. Estas empresas transnacionales importan muchos insumos y luego exportan su producto”, dijo.
Entre las empresas mexicanas de alimentos con activos en el extranjero destacan Grupo Bimbo, Lala, Sigma, Gruma, Coca-Cola FEMSA, Herdez, Jumex y Embotelladora Arca.
Sin excepción, las grandes empresas alimentarias de origen mexicano han impulsado su consolidación a partir de su dominio en el mercado nacional que, por su número de población, se ubica en la posición 11 en el mundo, con más de 112 millones de habitantes y con un crecimiento real de su gasto en alimentación de 2.9% del 2000 al 2008, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
“En principio, hay desconfianza mutua. El agricultor las ve como grandes corporaciones que prefieren importar sus insumos y el industrial ve al campesino como alguien que no cumple sus compromisos. Creo que en parte ambos tienen razón y necesitamos generar confianza entre ellos”, agregó Mayorga, entrevistado por El Economista.
El funcionario afirmó que una acción para acercarlos mutuamente es a través del esquema de agricultura por contrato, en el que el gobierno funciona simplemente como garante de que “los contratos se cumplan y de que haya equidad en los términos de la negociación”.
Oportunidades y desafíos
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso-Gasto de los Hogares, la proporción de las erogaciones que los mexicanos dirigieron a alimentos, bebidas y tabaco aumentó de 29.9% en el 2000 a 33.6% en el 2008, ya sea porque se alimentaron mejor o porque desembolsaron menos en otros rubros, como educación, esparcimiento, vestido o calzado.
En cualquier caso, Mayorga dijo que la demanda de alimentos en México mantendrá una tendencia a la alza y afirmó que el país posee oportunidades y retos para reducir el porcentaje de alimentos importados, el cual se ubica en alrededor de 30 por ciento.
Con ese fin, la Secretaría de Agricultura promueve la creación de más normas de producción, de modo que se pueda disponer de productos de calidad internacional y como una herramienta de cuidado y ordenamiento de los mercados nacionales, como ocurre en otros países.
También falta organización de varios de los productores primarios, lo que obstaculiza que los volúmenes ofertados no sean grandes ni los contratos se firmen a largo plazo, dos condiciones que normalmente piden las empresas con mayor poder de compra.
Paralelamente, prevalecen problemas de falta de tecnología, sobre todo para productos tropicales y de infraestructura. “A veces no hay los almacenes, la infraestructura o los puertos para mover en tiempo y costo los volúmenes que estas empresas necesitan”, dijo Mayorga.
En el 2009, año marcado por la crisis económica, las 10 mayores empresas de alimentos con capital mexicano registraron ventas por 510,223 millones de pesos, incluyendo todos los países en los que operan, con ganancias netas por 32,335 millones de pesos. Entre otras grandes empresas mexicanas que producen sólo en el mercado local (aunque algunas tienen fuertes volúmenes de exportación), están Grupo Modelo, Bachoco, Grupo Viz y Grupo Continental. A su vez, entre las compañías con capital extranjero y plantas en México, sobresalen: Danone, Heineken, Nestlé, Pepsico, Ajemex y Coca-Cola Company.


