Por quinto día consecutivo la actividad en los puertos del Gran Rosario, el
mayor complejo agroexportador del país, continuó ayer paralizada a raíz de la
huelga por tiempo indeterminado que realizan los gremios afiliados a la CGT
regional San Lorenzo en reclamo de un piso salarial de $ 5.000 para la totalidad
de los trabajadores del área. La continuidad de las protestas que ponen en
riesgo las exportaciones, sumado a los cortocircuitos entre las autoridades
laborales nacionales y provinciales sobre la responsabilidad de cada cartera
para destrabar el conflicto, determinó a las cerealeras de la región a anunciar
un esquema de suspensiones masivas de personal, en una decisión que fue
reprochada por los gremios, que amenazaron con profundizar las medidas de fuerza
con cortes de las principales rutas de la provincia.
La intención de las empresas de disponer la suspensión de unos 3.000
trabajadores aceiteros, justamente el personal que no participa del conflicto,
fue notificada en las últimas horas a la representación gremial del sector. Al
respecto, el dirigente Pablo Reguera, titular del sindicato aceitero, dijo que
las compañías fundamentan su decisión en la imposibilidad de esos trabajadores
de ingresar a las terminales debido a los bloqueos de los gremios que lideran el
conflicto. �Recibimos una notificación de las empresas diciendo que van a
presentar ante el Ministerio de Trabajo nacional una nota para suspender a más
de 3 mil trabajadores bajo dependencia de nuestro gremio, porque entienden que
el paro y los reclamos no tienen base jurídica�, indicó Reguera y anticipó que
hoy viajará a Buenos Aires para pedirle al ministro Carlos Tomada una acción
urgente, a fin de evitar que se concreten las suspensiones.
También desde los gremios que llevan adelante el paro reaccionaron ayer con
dureza ante la amenaza empresaria y advirtieron que profundizarán las medidas si
se disponen suspensiones o despidos de trabajadores. �El conflicto sigue en pie,
no nos movemos de acá y si hay represalias contra los obreros, la huelga se va a
endurecer�, aseguró Walter Cabrera, titular de la CGT San Lorenzo y líder de los
trabajadores en conflicto.
Los piquetes dispuestos por los gremios de la CGT regional comenzaron el
miércoles pasado en seis terminales y se extendieron con el correr de los días
hasta bloquear las plantas de Nidera, Cargill, Bunge, Terminal 6, ACA, Molinos
Río de la Plata, La Plata Cereal, de las ciudades de San Lorenzo y Puerto
General San Martín y en las terminales de embarques Noble y Dreyfus de la
localidad de Timbúes, impidiendo el ingreso y salida de camiones. Las protestas
ya generaron importantes pérdidas para las cerealeras que operan en la región y
amenazan poner en riesgo las previsiones de embarques hasta fines de febrero,
calculadas en alrededor de 1,9 millón de toneladas, entre harina de soja, trigo
y maíz, según fuentes del sector.
Gestiones
En medio de ese complejo escenario, fuentes sindicales deslizaron que el propio
titular de la CGT, Hugo Moyano, había tomado contacto con los gremios en
conflicto y conversado con las autoridades laborales nacionales en la búsqueda
de alguna mediación que permita destrabar el paro. A partir de esa gestión
informal del camionero, creció la expectativa de una convocatoria del Ministerio
de Trabajo a las partes para intentar un acercamiento.
Al respecto, desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), su titular
Alberto Rodríguez, se quejó por la demora de la cartera laboral nacional para
intervenir en el conflicto y criticó la falta de acuerdo entre las autoridades
santafesinas y del Ejecutivo nacional para actuar en forma conjunta en vistas de
resolver el paro. �Reclamos que tomen cartas en el asunto y dicten las medidas
que correspondan para terminar con esta situación de piquetes, y que podamos
volver inmediatamente a la actividad�, exigió el empresario.


