Una pareja de jóvenes japoneses se acerca al quiosco, paga y sale comiendo con entusiasmo. No son los únicos, varias personas de distintas edades hacen lo mismo. Es el momento de descanso entre tanta emoción y vértigo en el parque Disneyland de Tokio, uno de los más grandes del mundo. Lo que están degustando es un clásico del lugar llamado riblet cut o kuro kosho rib, que corresponde a apetitosas costillas de cerdo adobadas con una salsa de gusto oriental. Estas costillas se venden en versión personal dentro de conos de cartón, de color entre rojo oscuro y burdeo, una idea práctica que permite que los transeúntes puedan comerlas tal como si fueran snacks por 400 yenes cada una, unos 2.400 pesos.
Lo que no saben quienes las prueban, es que esos ricos trozos de carne de cerdo provienen de Chile y de una empresa regional que tiene su base en Talca.
Coexca es la cuarta productora de cerdos más grande del país. Cuenta con 12 mil hembras y tiene ventas anuales cercanas a 300 mil cerdos. En 2009 facturó alrededor de US$ 50 millones, de los cuales el 40% provino de las exportaciones. Si bien Coexca exporta diversos tipos de carnes, lo que marca su nueva manera de mirar el negocio son los productos con valor agregado, como las costillas que pudieron colocar exclusivamente en el parque Disney.
Pocas empresas logran entrar en nichos tan específicos, que representan todo
un desafío para el cumplimiento de altas exigencias.
Y el éxito ha sido total.
"El cerdo nacional tiene buen prestigio. Es bien aceptado en Asia, ya que es similar al que ellos producen en cuanto a características como color e infiltración de grasa", afirma Pablo Álvarez, export manager de la empresa y ex agregado agrícola de Chile en Japón.
El plus del valor agregado
Las costillas se envían a Japón congeladas, porcionadas y empacadas individualmente. Allá, las adoban con un tipo de pimienta especial y las cuecen, para posteriormente venderlas en Disneyland.
Guillermo García, gerente general de Coexca, explica que las riblet cut son un producto inventado por los japoneses, por ello no son comunes dentro del mercado oriental, pero que, sin embargo, han tenido un éxito rotundo que se refleja en las 24 toneladas que exportan mensualmente.
"Los productos con valor agregado son un avance en la cadena de valor, pues se venden en forma directa a los consumidores, sin que otras empresas tengan que intervenir en el proceso, como ocurre con la mayor parte de la carne chilena que es exportada al extranjero", señala García.
La empresa partió vendiendo commodities, cosa que hace todavía y que
representa una gran parte de sus
despachos, pero está variando su modelo de negocio al crear productos con valor
agregado que se enfocan directamente al consumidor final. El mejor ejemplo es lo
que hacen con Disney.
Pero lograrlo no es tarea fácil. Se requiere mayor inversión tecnológica, maquinaria y, sobre todo, mano de obra especializada, porque hacer cortes porcionados que tienen un peso exacto es una labor manual que demanda precisión, explica García.
Además de añadirle valor a la carne, el plus de Coexca es haber instalado una oficina en Japón, país al que destinan gran parte de sus exportaciones.
La sede funciona desde 2007. Optaron por tener sólo funcionarios japoneses, incluido el director. Con eso logran relacionarse de mejor manera con el mercado nipón.
"Desarrollar productos con los japoneses es más difícil desde Chile. En cambio, al tener un director de la misma nacionalidad se genera confianza. Eso permite que las especificaciones que ellos plantean sean más fáciles de llevar a cabo", agrega García.
Estar en Japón les permite, además, atacar ciertos nichos a los cuales antes no llegaban y con productos específicos para cada uno. Pero dentro de la gama de clientes, "la joyita ha sido llegar a Disney", agrega García.
Megaproyecto
El éxito que ha tenido Coexca ha llevado a generar planes de expansión. Es por ello que están construyendo un nuevo criadero en un predio situado en San Agustín del Arbolito, San Javier. Este terreno posee 1.500 hectáreas de las cuales el 90% está destinado a forestación y el 10% para la construcción del criadero. La necesidad de comprar tal cantidad de hectáreas nació con la idea de reducir el impacto ambiental. Por ello, la mayor parte del terreno será forestado con pinos y eucaliptos. Además, los desechos provenientes del criadero tanto líquidos como sólidos, serán tratados en tranques para transformarse en abonos, y así, fertilizar las plantaciones.
El nuevo criadero cuyo presupuesto fue de 55 millones de dólares, se dividirá en tres áreas: zona de maternidad, zona de crías y zona de engorda. Una vez que su infraestructura esté lista -se estima a fines de junio-, se importarán las madres de Canadá y comenzará el proceso de crianza. Inicialmente, el criadero producirá 2.500 madres, pero ya a finales de año Coexca contará con 55.000. Esto, debido a que cada madre genera anualmente 22 cerdos.
"En diciembre, ya se verán los resultados y se podrá empezar a faenar", concluye Álvarez.
Coexca es una asociación de productores de cerdos -compuesta por Agrícola Soler Cortina, Agrícola Santa Francisca, Agrícola Mansel, Agrícola La Islita, Carlos Sabbagh, Sucesión Salvador Yanine y Ricardo Yanine-, que vende productos tales como cuarto delantero, cuarto central, cuarto trasero, chuleta, costillar, plancha, subproductos y alternativas con valor agregado.


