El clima seco y las altas temperaturas provocadas por el fenómeno climático La Niña continuarán en los próximos 10 días, con un riesgo cada vez es más concreto para la producción de soja y de maíz en el país. Esta coyuntura genera que los precios en el mercado internacional sigan en alza, de manera inversamente proporcional al recorte de la cosecha de la Argentina, uno de los principales exportadores de granos del mundo.

Las condiciones climáticas secas y las altas temperaturas que se verían en las zonas de soja y maíz durante los próximos días causarán un incremento del estrés hídrico de los cultivos, especialmente del cereal, dijo ayer la agencia Meteorlogix.

En la región productora de trigo, maíz y soja en las provincias centrales de Córdoba, Santa Fe y el norte de Buenos Aires, hoy seguirá el clima seco, con temperaturas de entre 35 y 41 grados. En tanto, en la provincia de La Pampa y en el sur de Buenos Aires, hoy continuará el clima seco y las temperaturas serán de entre 33 y 39 grados.

Al respecto, el Ministerio de Agricultura que dirige Julián Domínguez dijo en su más reciente reporte semanal que un 15% del maíz del país y un 23% de la soja aún no han sido sembrados.

Según indicó ayer a este diario el especialista en Agroclimatología, Eduardo Sierra, «la Zona Núcleo en la provincia de Buenos Aires tiene cada vez más problemas», aunque confirmó que en el oeste de la provincia de Córdoba la situación mejoró en los últimos días, y ya logró salir del peligro.

«En las próximas dos semanas algo va a llover, pero no se ven precipitaciones buenas en la Zona Núcleo, donde se concentra la producción de soja y maíz». Es que la mitad de la zona sojera está con clima seco «desde hace dos meses». El experto señaló que «si no llueve para los primeros días de enero, va a estar perjudicada la producción».

Sierra detalló que si en las próximas horas se concreta la esperada lluvia, la cosecha de soja sería de 50 millones de toneladas. Si, por el contrario, las precipitaciones se registran antes del 10 de enero, la producción será de 45 millones de toneladas; pero si llueve recién el 20 de enero, se podrán recolectar 40 millones de toneladas de soja.

Lo cierto es que esta coyuntura es la que posibilita que el precio internacional de la oleaginosa trepe a niveles cercanos a los récords de 2008, cuando esta semana superó la barrera de los u$s 500 por tonelada, como no lo hacía desde hace dos años y medio.

En el peor de los pronósticos, si la cosecha finalmente es de 40 millones de toneladas, se facturarán alrededor de u$s 20.000 millones, muy por encima de los u$s 16.000 millones de la campaña pasada, cuando se produjeron 55 millones de toneladas, pero con un precio de u$s 300 por tonelada. Si la sequía se va, detrás de ella también se irán los altos precios.