El discurso de Cristina Kirchner ante la cúpula en pleno del peronismo convocado en Olivos no dejó dudas de que el proyecto reeleccionista de la Presidenta está en marcha y que ya nadie parece detenerla.

A lo largo de más de 50 minutos la jefa del Estado dejó en claro que necesitará, por cierto, de toda la estructura del PJ para avanzar con su proyecto para 2011. Pero encontró, a la vez, un fuerte respaldo en la dirigencia peronista con legisladores, gobernadores, intendentes y dirigentes de larga data incluidos en el aplausómetro convocado en Olivos.

Fue un mensaje de balance de gestión pero con la mirada puesta en los próximos años. Cristina Kirchner no ahorró críticas a la oposición y también exigió un Congreso más apegado a sus reclamos y un PJ que la respalde a pleno.

Quizás, el mensaje más directo de cara a la pelea electoral de 2011 fue aquél que encerró una simple frase de la Presidenta cuando afirmó: "Muchos creyeron que este proyecto no tenía vuelta y pensaron que había fracasado". Fue unos de los pasajes más aplaudidos por los gobernadores y congresales del PJ presentes, quienes esperaban una señal de cara al año electoral que se viene. Nadie quería en el PJ hablar de candidaturas tras la muerte de Néstor Kirchner.

Estaba flotando la incertidumbre del rumbo que tomará el PJ ante tantos anuncios de lanzamientos de presidenciables en el radicalismo y en el peronismo disidente. Los actos de Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde potenciaron en los últimos tiempos la inquietud en el PJ oficial. Pero la Presidenta pareció despejar esas dudas.

Retomando el discurso confrontativo de su esposo apuntó a "las coporaciones que terminan queriendo convencer a los partidos populares que toda posibilidad de cambio es imposible y que todo aquél que se atreva a enfrentar a las coporaciones cae fulminado". También este fue un pasaje aplaudido, quizás porque la estrategia dialoguista de los últimos días empezaba a molestar a más de un kirchnerista. "Es el mensaje del kirchnerismo que esperábamos", comentó a lanacion.com sin tapujos un destacado gobernador del PJ que apludió a rabiar en Olivos.

También llenó de orgullo a los peronistas aquella frase de Cristina Kirchner en la que fustigó a la oposición por su papel en el Congreso y por la falta de aprobación del presupuesto 2011. La Presidenta afirmó en este sentido que "es brutal escuchar hablar a dirigentes de la oposición de previsión y certeza y no aprueban el presupuesto" en el Congreso. Luego arremetió: "Piensen todos los argentinos cuánto podríamos hacer si ayudaran, no al Gobierno, sino al país", dijo en un llamado al diálogo que distó bastante del espíritu combativo que entablaron sus espadas legislativas en Diputados y en el Senado en los últimos tiempos ante cuestionamientos puntuales de la oposición.

Hacia el cierre del discurso, la Presidenta no dejó dudas de su pedido formal de apoyo al PJ para el proyecto que se viene: "Los próximos años serán de cambios aceleradísimos. Quien no entienda o no decodifique esos cambios se quedará rezagado. No quiero que el peronismo no sepa interpretar correctamente el momento histórico que vivimos", dijo. ¿Podrá alguien dudar de que hacía falta hablar de candidaturas ante semejante mensaje? Apenas cruzaron las vallas de la residencia de Olivos la mayoría de los congresales del PJ se llevaron en las manos la impresión de que habrá kirchnerismo para rato, aunque ya no sea con el mismo estilo y el mismo tono que impuso Néstor Kirchner en su paso por la Casa Rosada.