En la última semana, los informes de coyuntura del mercado de carne vacuna entregaron un panorama oscuro –al que el productor ya está acostumbrado-: que la faena seguirá cayendo durante 2011 (incluso más que en 2010) y que los precios irán en aumento.

Un análisis del especialista en mercado ganadero Ignacio Iriarte confirma lo mismo: “todo indica que la faena del próximo año será más baja que el actual”. En este sentido, el director de Informe Ganadero estimó que “como acumulado anual, la faena de vacas será más baja, y la de novillos debería comenzar a reflejar la caída experimentada en el destete en el otoño del 2010”.

“En cuanto a la faena de terneras y vaquillonas, es improbable que caiga aun más: a esta altura la retención de estas dos categorías, protagonizada casi en un 100%, por los productores que salvaron una porción importante de su rodeo de cría, es muy fuerte. En encuestas que se hacen en reuniones de criadores, se verifica que la inmensa mayoría de ellos está vendiendo los terneros machos y está guardando casi toda la ternera que puede. En muchos establecimientos inclusive, se están guardando todas las terneras”.

El sector de la industria ve con preocupación un panorama que puede estar marcado por un descenso de faena que equivaldría en la media mensual de 2011 a la faena total de noviembre: 900 mil cabezas (37% menos con respecto a igual mes del año pasado).

Sobre la producción de carne, que “fue de 3,4 millones de toneladas el año pasado y del orden de las 2,60 millones de toneladas este año, la tendencia sería levemente diferente. Como consecuencia del aumento en el peso medio por animal, que podría llegar a los 228-230 kilos en gancho el año próximo, la producción de carne caería menos que la faena, y podría lograr los 2,45 millones de toneladas, que con exportaciones de sólo 300 mil toneladas, permitiría un consumo no mayor a 54-55 kilos”, destacó Iriarte.

Por tanto, el analista concluyó que “es poco probable” que los argentinos vuelvan a consumir 70 kilos como promedio anual por una década. Y estima que a partir de los próximos cinco años se comenzará a recuperar una ingesta de 60 kilos per cápita: “Y todo renunciando al mercado internacional. Las exportaciones de octubre se habrían reducido a menos de 20 mil toneladas (res con hueso)”.

En este sentido, Iriarte echa luz a una situación para analizar: “Se exporta menos porque el Gobierno retacea los ROE, porque hay un fuerte faltante de novillos y vacas; pero fundamentalmente, porque los precios no dan para vender al exterior: es más conveniente (se minimizan pérdidas) vender al mercado doméstico argentino, que paga mejor en dólares que la mayoría de los destinos tradicionales, salvo la Hilton a Israel y algún otro mercado”.

“Para el caso de mercados de volumen, no somos competitivos en relación a Uruguay o Paraguay. Complica el panorama la caída del euro y el avance de la crisis económica europea, que ha reducido la demanda por cortes enfriados; el R&L Hilton ha caído a 16 mil dólares por tonelada, con pocas operaciones”.