En diciembre de 2009, el cañaveral tucumano sufría. Hace sólo un año, el principal cultivo de la provincia padecía los efectos de una sequía prolongada y de calores extremos, factores que se conjugaron con fuertes heladas posteriores -en julio de este año- para ocasionar que el sector azucarero tucumano se perdiera de elaborar nada menos que 300.000 toneladas de azúcar en la última temporada. Este año, en cambio, las lluvias vienen siendo apropiadas para la caña, y el calor intenso aún no se hizo sentir, de manera que el cultivo presenta condiciones mejores que las de fines del año pasado, lo que preanuncia una campaña productiva que podría ser muy generosa en volúmenes. Así lo analizó ante LA GACETA el jefe de la Sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), Jorge Scandaliaris.
"Hasta ahora, la situación del cañaveral se presenta un poco mejor que el año pasado. Las lluvias no son extraordinarias pero mejores que en 2009, y eso ayuda", observó el especialista. Recordó que el cañaveral soportó una situación muy crítica por la falta de lluvias el año pasado, en una sequía prolongada. "Este año la situación es mejor, no la óptima, pero hubo lluvias en octubre y noviembre, con volúmenes que estuvieron bastante cerca de los normales en la zona cañera. Eso significó que los ataques de plagas también hayan sido menores", apuntó.
Buenas perspectivas
En la última campaña azucarera, la Eeaoc detectó que el cañaveral tucumano se extendía en 225.000 hectáreas. Para la próxima temporada, se calcula que la superficie se expandirá a 255.000 hectáreas, ya que las buenas perspectivas del cultivo -en cuanto a precios del azúcar, a los biocombustibles y a la cogeneración de energía eléctrica a cargo de algunos ingenios- llevaron a que se avanzara con caña en terrenos marginales y ocupados por la soja. Además, este año se llevaron a cabo renovaciones atrasadas en el cañaveral, que irán mejorando los rendimientos de la materia prima.
"Los buenos precios del azúcar permitieron que se renovaran los cañaverales, y eso posibilitó que estemos en una mejor condición, porque los cultivos estaban en condiciones pobres", añadió.
Scandaliaris aseguró que las condiciones generales del cañaveral tucumano son superadoras con respecto al año pasado, pero dejó en claro que aún queda mucho tiempo por delante. "Recién es el comiendo; falta toda la etapa de crecimiento hasta abril, y son meses tremendamente importantes", resaltó.
Uno de los factores que deberá determinarse a partir de la próxima zafra es el efecto que tendrá la expansión del cañaveral en los volúmenes de azúcar que se produzcan. "El tema de la expansión del cultivo hay que medirlo a partir del año que viene; hay que esperar que brote y crezca la caña, pero aparentemente los buenos indicadores económicos hicieron que la gente se entusiasmara y avanzara sobre zonas no cañeras. Puede ser que tengan riego o agua subterránea, que podrían mejorar los rendimientos", destacó Scandaliaris.
"En definitiva -precisó el directivo de la Eeaoc- están dadas las condiciones para que la próxima zafra sea mejor y más productiva que la última que pasó. Sin ser la actual una situación óptima para el cañaveral, sin dudas el cultivo hoy por hoy está mejor que a igual fecha del año pasado", remató el especialista.


