¿El precio? El mismo que el girasol: $ 1.346 la tonelada, más una bonificación del 20%.
Por Guillermo D. Rueda
Casi un traje a medida
Así puede definirse a un cultivo tan novedoso que, a poco de concluir su
primera campaña a gran escala, asoma como alternativa diferente para el sur del
distrito de Patagones y, aun, para un sector del norte rionegrino.
Con la cosecha inminente, la mayoría de los productores que han apostado al
cártamo orgánico esperan que el rendimiento ronde los 1.500 kilos por hectárea.
Esta cifra es bastante superior a los 400 o 600 k/ha. que se logró en la última
temporada, en plena sequía, cuando sólo se salvaron los costos de siembra.
"Al ver el desarrollo y la altura es inevitable compararlo con la soja. Por eso
para nosotros es la soja patagónica sin fertilizante", aseguró José Daniel
Llambay, uno de los titulares de El Rastrillo, que se asoció a El Taladrillo
para sembrar 970 has. cerca de Cardenal Cagliero, a la altura del 933 de la ruta
nacional 3, a 29 kilómetros de Stroeder y a 51 de Carmen de Patagones.
Con un contrato garantizado de compra, un grupo de chacareros sembró alrededor
de 4.000 hectáreas de cártamo orgánico, el que ya atravesó tres etapas (son
cuatro) de certificaciones.
"Le cuesta mucho nacer y es bastante desparejo al inicio, pero se aguanta todo.
Uno de los detalles más llamativos es que le ganó la competencia al cardo, ya
que en los lotes no se aprecian malezas", comentó Tadeo Rossi, también de El
Rastrillo.
También es notable la resistencia del cártamo a las incidencias climáticas. Por
ejemplo, sorteó dos importantes heladas (NdR: -1,5 grados, el 17 de octubre) sin
problemas", agregó Silvio De Marco, de El Taladrillo.
Las cualidades del cártamo para afrontar climas adversos destacó el ingeniero
Raúl Matarazzo, quien, hasta seis años, estuvo trabajando sobre este cultivo en
el INTA Hilario Ascasubi.
"Ya había quedado demostrado en plena sequía que no se caía y, con las lluvias
de este año, se destacan el crecimiento y el rendimiento", comentó.
Matarazzo agregó, de todos modos, que el cártamo tiene bastante margen todavía
como para crecer, aunque no debe plantearse como un reemplazo del trigo sino
como una alternativa.
En esta zona se acumula un registro de lluvia, a la última semana, de 580
milímetros. En todo 2009 la marca fue de 189 mm.
Tras un barbecho y el paso de cincel, aquellas casi 1.000 hectáreas fueron
sembradas en cinco períodos: 4, 8 y 15 de junio; 5 de julio y 8 de agosto.
Una recorrida por los lotes --además de Cardenal Cagliero, otros ubicados a 20
kilómetros al sur de la ciudad de Viedma-- permite inferir que en mejor estado
se encuentran los sembrados en la primera semana de junio, así como los
rendimientos dispares serán para los de agosto.
La cosecha del cártamo, que emplea las mismas maquinarias y procesos que el
trigo, se prevé --en la mayoría de los casos-- para dentro de 15 días.
Una primera estimación brindada por los propios productores es que el rinde de
indiferencia, en campos alquilados para cultivos orgánicos, estará en los 700
kilos por hectárea. Esto es, bastante inferior a los 1.500 k/ha. que se esperan
de rinde.
En el caso del cártamo no orgánico, el rendimiento que se espera es superior:
2.500 k/ha.
"Sembré 320 hectáreas el 15 de julio, pero nacieron en forma despareja", comentó
Rubén Sensini, de la zona de Stroeder. Los contratiempos provocarán que su
producción no llegue a los 1.000 k/ha.
Además de liberados de malezas en forma natural, los lotes de cártamo orgánico
presentan contrafuegos en sus extremos, así como seguros contra incendio y
contra granizo. El último jueves 25 cayó algo de piedra, pero no se produjeron
daños.
El trigo, en lotes vecinos, fue sembrado en dos segmentos: 20 de abril y 4 de
mayo. Aquí, los rendimientos esperados promedian los 1.600 kilos. La
implantación se hizo con la variedad (intermedia) Buck Manantial.
El desierto era, hace sólo once meses, la escenografía recurrente en los campos
de esta región. Parece increíble que, hoy, los colores del cártamo y del trigo
dominen la escena.
El precio, otro de los atractivos
A las bondades que ofrece el cártamo en cuanto a su implantación, debe
sumarse que, en el caso de las 13.000 hectáreas sembradas aquí, ya se habían
realizado con anterioridad los acuerdos de comercialización.
Las firmas Oleaginosa Moreno y Cargill acordaron con los productores comprar
toda la producción no orgánica, prevista en 9.000 hectáreas, en tanto que
Biograens adquirirá lo producido en 4.000 has.
El precio de la tonelada de cártamo es semejante al valor del girasol.
En la víspera, por este cultivo se pagaba 1.345 pesos (U$S 336, a un tipo de
cambio de $ 4 por dólar), aunque en el caso de la producción orgánica se prevé
una bonificación de, por lo menos, 20 por ciento. Es decir, el comprador pagará
1.614 pesos (U$S 403) por tonelada.
En el caso de los contratos a futuro, los mercados consideran un girasol de 345
dólares.
La producción orgánica irá con destino a Holanda y a Alemania. Será para usos de
herboristería, productos adelgazantes, cosméticos y aceite de cocina. Como
referencia, de puede citar que de 1.000 kilos de cártamo se logran 300 kilos de
aceite.
El biodiesel es, básicamente, el destino del cártamo no orgánico.
¿De qué se trata?
* El cártamo (Carthamus tinctorius L. ), también conocido como alazor o falso
azafrán, es una planta anual, de la familia Compositae o Asteraceae parecido al
cardo y adaptado a climas cálidos y secos.
* Las cabezuelas florales se encuentran en la parte terminal, de tallos
ramificados y espinosos. Su color es rojo, naranja, amarillo o blanco. Cada
capítulo puede tener entre 15 y 30 semillas, similares al girasol, pero algo más
cortas; su color normalmente es blanco, pero también puede ser grisáceo.
* Dependiendo del manejo del cultivo, material genético y condiciones
ambientales, la planta puede medir entre 50 centímetros y 1,50 metros de altura.
* La semilla normalmente es blanca y brillosa. Dependiendo de las condiciones de
temperatura y humedad del suelo, germina entre una a tres semanas. Luego de este
proceso, se conforma un estado de roseta que crece lentamente y, al mismo
tiempo, la raíz penetra profundamente en el suelo. Una vez desarrollada, puede
alcanzar una profundidad de 2 a 3 metros. Es fuerte, pivotante y, también,
cuenta con raíces laterales horizontales más finas.
* La gran profundidad que puede alcanzar la raíz le permite tomar humedad y
nutrimentos en mayor forma que otras especies. Esto le confiere la capacidad de
sobrevivir y producir en condiciones de baja humedad y fertilidad.
* El cultivo puede ser sembrado y cosechado con los mismos equipos utilizados
para los cereales de cosecha fina.
* El cártamo encontró en la región del noroeste del país un área estable. Allí,
su ciclo es invernal, con siembra en mayo y cosecha en noviembre. En la
actualidad se lo cultiva en Salta, Santiago del Estero, Chaco, Catamarca, Jujuy
y Tucumán. Se siembran alrededor de 80.000 hectáreas, cuyos rindes son de 900 a
2.000 kilos por hectárea.
* Como el cártamo tiene raíces poderosas, éstas pueden captar la humedad
acumulada profundamente en el perfil del suelo. Es decir que, en condiciones de
secano, el rendimiento dependerá en un grado importante del agua almacenada
durante el barbecho y de las precipitaciones durante el ciclo del cultivo.


