DEMASIADAS FALLAS CON CORTADORAS !!
Se está más preocupado por la bala a usar.... que por apuntar bien y pegarle !!
Es cierto que algunos productos son usados en dosis inferiores a las necesarias como para obtener un eficiente control de cortadoras. Pero... la mayoría de las fallas de control de cortadoras que ocurrieron en maíz y girasol, y que continúan ahora en soja, son debidas a la no adecuada llegada del producto al blanco.
Ello viene sucediendo por diversos motivos, pero los más frecuentes se evidencian por aplicaciones de gotas medianas y gruesas (por usar los mismos picos a los empleados en la aplicación del glifo) en situaciones de abundante brosa o densa cobertura de malezas (ya sea porque todavía no fueron controladas o por un quemado tardío).
Tan importante como lo anterior son las fallas por aplicaciones que no se realizan de noche (momento en el que las cortadoras salen de su escondite en el suelo). Esta deficiente llegada del producto al blanco significa que las gotas no logran hacer contacto con las orugas.
La falta de contacto del insecticida con las orugas al momento de aplicar, implica restarle una importante acción insecticida al producto usado, que es ni más ni menos que la acción de contacto, y por ende significa renunciar al tan necesario volteo para el caso de cortadoras, y ello también implica reducir la eficiencia final en el control de la plaga. No muchas veces se presenta la practicidad y la eficiencia imbuidas de intereses contrapuestos como en este caso.
Es decir, ante la presencia de cortadoras y de una importante cobertura de malezas que deben ser controladas, suele ser práctico y más económico, en principio, hacer la aplicación conjunta del herbicida y del insecticida.
El problema es que para el caso de existir una cierta cobertura de malezas, ambos agroquímicos necesitan ser aplicados con distintos tamaños de gotas. Gotas medianas y grandes para el herbicida (con objeto de reducir los riesgos de deriva), y gotas chicas para el insecticida (a fin de lograr penetración y llegada debajo de la brosa presente donde se encuentran las orugas).
Frente a la presencia de abundante rastrojo, o denso manto de malezas al momento de la aplicación (verdes o secas), como las cortadoras al salir estarán sólo a nivel de suelo (no trepan) será sumamente necesario atravesar con las gotas la espesa cobertura. Entonces, además del imprescindible uso de GOTAS CHICAS, debemos ayudar a la penetración por medio de picos cono hueco, los cuales aportan su buen efecto de torción.
En cambio, si se tratara de campos "limpios" (ej., a suelo vivo) los efectos del uso del abanico plano y del cono hueco se igualan.
Los resultados de las aplicaciones conjuntas contra cortadoras y malezas en abundante cobertura, normalmente, son fáciles de inferir o imaginar: un buen mojado con el insecticida pero sólo del "techo" de la cobertura presente, con poca o nada penetración y muy escaso contacto con las larvas de cortadoras.
En consecuencia, los resultados de eficiencia de control son más fáciles aún de imaginar. También es esperable que ocurran fallas de control de cortadoras cuando las aplicaciones no se hacen nocturnas, anulándose por nuestra propia decisión la acción insecticida de contacto. En este sentido, muchos usuarios "asumen" que aplicar a la tardecita contra cortadoras resulta lo mismo que de noche.
Sin embargo, erróneamente se lo está pensando como similar por una cercanía horaria, sin entender que la cortadora a fin de la tarde NO ESTÁ expuesta al contacto del insecticida al momento de la aplicación. Por lo tanto, hacer el tratamiento contra cortadoras a la tardecita sería lo mismo que si se aplicara a las 10 de la mañana o a las 4 de la tarde... ya que las orugas estarán igualmente protegidas fuera del alcance de las gotas de aplicación. Las aplicaciones nocturnas contra cortadoras, tan necesarias por lo anteriormente expuesto, tienen ventajas adicionales como la no necesidad de agregar aceite (evaporación nula o mínima de noche) para proteger a las gotas de la evaporación diurna sumado a su pequeño tamaño.
También de noche, suele existir la ventaja de no tener los efectos negativos de intensidades de vientos que regularmente se registran en días de verano, los cuales producen pérdida de producto por evaporación y deriva. Podríamos seguir con otros tipos de fallas de control debido a aplicaciones inadecuadas, como por ej., lo son en ciertos casos las situaciones de muy altas temperaturas con sobrecalentamiento de la superficie del suelo, fundamentalmente en labranza convencional, y también lo opuesto en relación a noches excesivamente frías. Ambas condiciones extremas inducen a las cortadoras a no salir hacia la superficie, y por ende a alimentarse cortando más abajo de lo normal.
Este comportamiento de dañar por debajo de la superficie también suele ser motivado por la presencia residual de subdosis de insecticidas en la superficie del suelo; caso típico del "chorrito de ciper" agregado al herbicida, lo cual parecería repeler a las orugas, manteniéndolas abajo y haciendo que éstas no salgan a la superficie donde se encuentra el remanente químico.
Pero si priorizamos factores a tener en cuenta para resolver las más corrientes fallas de aplicación frente a cortadoras, seguramente podemos mencionar que los tratamientos nocturnos, hacer gotas chicas, usar pico cono hueco, usar un estimulante alimentario mediante el agregado de azúcar al 1% del volumen de caldo, no usar altos caudales, y aplicar con una presión ligeramente superior a lo normal, constituyen las pautas de aplicación que nos aseguran la llegada y el contacto con las orugas cortadoras.
La llegada de las gotas y el contacto con las cortadoras, son objetivos esenciales para el logro de una buena aplicación (apuntar bien al blanco, o sea "pegarle" a las orugas) y poder lograr así el máximo potencial de eficiencia de un producto y dosis (o sea, "la bala"). Muchos usuarios, ante la frustración de una falla en el control de cortadoras y en algunos casos de manera reiterada, se han preocupado por cambiar de productos y/o dosis elevando las mismas, en ciertos casos llegándose a usar dosis tres veces mayores o más que las dosis necesarias!!
Dicha tendencia de comportamiento no sorprende con ésta ni con otras plagas, ya que es una actitud tan errónea como normal que existe desde siempre y que cuesta muchísimo erradicar o minimizar. No suelen ser los productos y la dosis las herramientas sobre las que debiera focalizarse el análisis del por qué de los magros resultados.
Con ésta u otra plaga, e incluso contra otras adversidades como son las enfermedades tratemos de chequear, globalmente y siempre, si lo que se hace o deja de hacerse en cuestión de aplicaciones cómo incide sobre la llegada al destino, o sea a donde nosotros queremos o necesitamos que llegue el producto. "El mejor de los productos, mal aplicado es el peor de los productos" (frase robada a D. Igarzábal, 2010)
Las fallas de control de cortadoras por abundante brosa tienen idéntica causa a las fallas que se están registrando en el control de chinche diminuta plaga ésta que se encuentra en muy altas densidades sólo cuando tienen abundante cobertura donde protegerse (más allá de las malezas que la favorecen)
Por lo tanto, ambas plagas comparten la principal causa de sus fallas de control: deficiente penetración en la brosa y poca llegada al suelo (debajo de la brosa)
Reiteramos el Alerta !! por CHINCHE DIMINUTA debido a los ingentes daños que está produciendo esta plaga en la región pampeana, obligando a la resiembra de lotes de soja y en muchos casos a la pérdida de rodeos en los mismos.
El impacto de esta plaga es alto y bastante generalizado cuando hay alta cobertura de malezas (lo cual favorece la protección de los enjambres de ninfas y adultos), sobre todo por quemados tardíos de malezas, y donde estuvo o están presentes malezas predisponentes, entre ellas la "bolsa de pastor", así como en casos de presencia de "manzanilla" (como cultivo cercano o bien como maleza).
La soja de primera en Ve, la que resta emerger, y la soja de 2da. suceptibles al daño de "chinche diminuta" Nysius sp. Revisar oportunamente los lotes de Soja en su emergencia....
Poblaciones de chinche diminuta Nysius sp. se observan en los rastrojos, ya desde hace tiempo, principalmente entre la cobertura de malezas o en la abundante broza de una buena siembra directa o como resultado de un quemado de malezas tardío, sitios de resguardo de estas pequeñas chinches.
Lotes que tuvieron rastrojos enmalezados y con presencia de bolsa de pastor, manzanilla, etc. entre otras malezas que la favorecen, son condiciones que prácticamente aseguran el impacto de la chinche diminuta. No descuidarse en vigilar los lotes de soja desde el mismo momento de la emergencia, o antes de la misma, evitando hacer las observaciones en horas pico de insolación. Nubecitas de insectos pequeños y oscuros, de vuelo rasante al cultivo (tipo enjambre) son los adultos alados de Nysius.
Las ninfas, tanto o más perjudiciales que los adultos, son amarronadas (más claras que el color casi negruzco de los adultos), de cuerpo algo más ancho que los adultos, y no vuelan pero se mueven muy rápidamente sobre plántulas y rastrojos. La presencia de cotiledones con lesiones bien apreciables de color marrón, dándole un aspecto de un quemado desprolijo o rugoso, son un serio alerta sobre el rápido impacto de la plaga que puede terminar con una abundante cantidad de plántulas muertas, o bien con rodeos dentro del cultivo prácticamente "pelados" con la densidad de plántulas diezmada por la plaga.
Sus daños afectan la implantación del cultivo
Se comunica que esta plaga está comenzando a presentarse en soja de primera en muchas zonas, con riesgo sobre todo para las sembradas más tardíamente, y también podrá afectar la soja de segunda en su emergencia. Una simple revisión de los lotes evitará que nos tome desprevenidos, y por ende sufrir pérdidas de plantas en grandes rodeos. De ahí la importancia que tiene para el productor el estar en alerta por su posible presencia desde el momento de emergencia del cultivo. La soja de segunda tendrá mayores riesgos de sufrir un alto impacto de esta plaga.
Las condiciones de primaveras secas son predisponentes para el desarrollo de este pequeño hemíptero perteneciente a la familia Ligaeidae y género Nysius sp., condiciones que pueden generar grandes poblaciones del insecto y su correspondiente impacto en implantación del cultivo.
La presencia de malezas, como "bolsa de pastor" y Gamochaeta (peludilla), y también en zonas donde haya "lecherón", favorecen el mayor impacto de la temible plaga. También es favorecida por la siembra directa con presencia de abundante broza (ambiente favorable para estar protegidas), aunque ello no significa que sólo produzca daños con este tipo de labranza.
Familiarizarse con su aspecto para la detección
Esta chinche es pequeña, de ahí su nombre vulgar "chinche diminuta", y tiene una apariencia muy distinta a las chinches normalmente conocidas. Su tamaño adulto es mucho menor, 4 a 5 mm de longitud y muy angosta ya que su ancho promedio es de alrededor de 1,5 mm.
Los adultos alados así como las ninfas o estadíos juveniles sin alas, suelen aparecer en altas densidades sobre la broza y plántulas de soja en el surco de siembra. Los adultos, por su tamaño y coloración negra, pueden ser confundidos con pequeñas moscas al volar sobre el rastrojo en grandes cantidades (parecieran enjambres o nubes de bichitos, según suele decirse, volando bajo sobre rastrojo). Con la ayuda de una lupa de mano podrá apreciarse que tienen ojos grandes, globosos y negros, coloración general grisáceo-negruzca, y antenas con 4 segmentos.
Los estadíos juveniles o ninfas son de menor tamaño aún que los adultos. No vuelan pero presentan alta movilidad, y cuando estas pequeñas ninfas están quietas suelen confundirse a simple vista con pulgones. A través de una lupa se podrá observar que las ninfas presentan una coloración rosada en el abdomen y negra en el tórax y cabeza. Vale remarcar que los ojos negros prominentes y antenas de 4 segmentos son muy evidentes en ambos estados del insecto.
Revisión temprana del lote (soja recién nacida)
Revisar fundamentalmente en la mañana temprano o a fin de la tarde (horarios donde su presencia se hace más visible).
La característica de ojos prominentes, sumada a la de reducido tamaño y coloración general oscura, son los principales indicadores para la detección del insecto a campo, desde el mismo momento de la emergencia de soja.
La observación de daños en los cotiledones de la soja es indicador del inicio de su ataque, y por lo tanto una herramienta fundamental para la detección oportuna de la plaga y para evitar pérdidas de importancia.
Tipos de Daños
Afectan las plántulas de soja. Los daños son muy graves sobre todo en los primeros estados del cultivo y desde la emergencia misma de la soja, ocasionando muerte de plántulas y con frecuencia en gran cantidad. Cotiledones dañados son el primer síntoma.
Es frecuente la presencia de altas poblaciones de estas pequeñas chinches sobre el cultivo emergido, produciendo daños que en muchos casos obligan a la resiembra, o bien dejan al cultivo con un menor potencial de producción debido a la generación de grandes manchones con escasas plántulas sobrevivientes.
Síntomas
El picado de la chinche diminuta sobre los cotiledones de soja causa su deterioro, deformación, y un consecuente aspecto de roído y escaldado (aspecto amarronado-plateado), sintomatología que termina en necrosis y muerte de los mismos.
Las plántulas de soja normalmente no tienen posibilidad de recuperarse por el picado que también producen las chinches diminutas sobre el extremo del epicótile. De esta manera es afectado el crecimiento de las pequeñas plántulas, por necrosis del ápice foliar a la altura de las pequeñas hojas verdaderas en desarrollo.
Consecuencias de los daños: rápida muerte de las plántulas, dejando manchones "pelados" en el cultivo.
No hay un umbral para chinche diminuta, fundamentalmente por la dificultad de contarlas (nubecitas de pequeñas chinches adultas en vuelo rasante sobre el rastrojo). Lo aconsejable es considerar el control ante la presencia de estas chinches en varios sectores del lote, más la visualización del comienzo de la sintomatología, es decir daños en los cotiledones y ápice de crecimiento de la plántula de soja.
Control de la chinche diminuta
El control se realiza con los mismos productos que son usados en chinche verde, pero con una reducción del 20 al 30% de la dosis. Al igual que en el control de las chinches tradicionales del cultivo de soja, el agregado de un piretroide mejora la eficiencia de control al incrementar la movilidad de las chinches, favoreciéndose de esta manera el contacto del insecto con las gotas del insecticida recientemente depositadas.
Ing. Agr. Nicolás Iannone
Grupo del Sistema de Alerta
Servicio Técnico - INTA Pergamino


