En el marco de la convocatoria a diversos actores sociales para la formulación del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial Participativo y Federal 2010/2016, las universidades han cobrado un rol fundamental. Representantes de distintas unidades académicas contaron su experiencia, tras sumarse al Consejo Provincial de Ciencia y Tecnología del PEA 2.
A partir de la iniciativa y convocatoria del Ministerio de Producción fuimos
incorporando no sólo a los decanos, sino a otros actores académicos para que
participen en los distintos consejos. Sabemos que tenemos más incidencia en la
parte de ciencia y tecnología, pero creemos que es importante participar en el
entorno productivo y social para construir un proyecto integral”, aseguró
Graciela Mingo, rectora de la Uader.
“Sabemos que en la provincia hay un nivel de discusión alto, pero esto puede ser
también algo que nos dé mayor fortaleza. Los documentos del Plan sostienen que
está basado en el humanismo social. Consideramos que podemos enriquecer el
humanismo social para construir capital social y aprovechar los espacios de los
consejos para entrelazarnos con organizaciones de la sociedad civil, como la
Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y las organizaciones de productores,
siempre en un plano de horizontalidad. Vamos planteándonos perspectivas que
hagan a un proceso de integralidad, no algo sesgado”, agregó.
Mingo destacó además que han respondido a la convocatoria no sólo desde las
universidades públicas, sino también los organismos vinculados a la ciencia y la
tecnología. “El objetivo es construir lazos y redes dentro del sistema
científico provincial para comenzar a pensar cómo producir innovaciones y
aportar a la construcción de valor agregado en esta provincia que tiene tanto
potencial de crecimiento”, expresó.
Los representantes por la Uader en el PEA son Jorge Cerana y Guillermo Stamatti
(Facultad de Ciencia y Tecnología); Teresa Luque y María Laura Bevilaqua
(Facultad de Ciencias de la Gestión) y la propia Mingo junto a Pablo Aceñolaza
(Rectorado). En tanto, el decano de Ciencia y Tecnología, Marino Schneeberger,
participó del seminario del PEA realizado el 1 de septiembre en Parque Norte, en
Buenos Aires.
“Hemos decidido intervenir con este equipo tan diversificado porque consideramos
que un plan agroalimentario conlleva la necesidad de agrupar a distintos
actores, para superar la visión sólo productiva”, expuso Mingo. Y para concluir,
resaltó: “Volvemos a hablar de planificación después de mucho tiempo en nuestro
país. Volvemos a pensar en que la Argentina tiene que proyectar a futuro, más
allá de las personas que estén gobernando”.
DESDE LA UCU. “Nuestra institución está cooperando con un grupo de
expertos en los Consejos de Ciencia y Tecnología y del Sistema Productivo. En el
Plan Estratégico se avanza sobre la base de un manual en el que se detalla la
metodología y se describen los instrumentos con los que se trabajan los
distintos pasos del proceso de planificación. Nosotros estudiamos los
instrumentos en el ámbito de la Facultad y luego elevamos las propuestas a los
consejos”, explicó María del Carmen Blázquez, decana de la Facultad de Ciencias
Agrarias de la UCU.
“El PEA representa un paso muy importante porque hace mucho que en nuestro país
no tenemos un plan para el sector y es muy importante que por fin se esté
empezando a armar uno con la participación de todos los actores. Y la
vinculación entre las universidades y el Gobierno provincial es muy importante
porque todos formamos parte del mismo país”, resumió la decana, e informó que
integra el grupo de trabajo de la UCU que se sumó al PEA junto a Andrea Bonnín y
Romina Colonna, y se espera la pronta incorporación de más expertos al grupo.
FACILITADORES. El PEA 2 tiene en Entre Ríos a tres facilitadores,
todos funcionarios del Ministerio de Producción. Son los directores generales de
Proyectos Especiales, Lautaro Viscay; de Agricultura, Fernando Arbitelli; y de
Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, Hugo Acosta.
“Desde los ámbitos creados en el marco del PEA a los que se suman actores desde
distintos espacios académicos se pretende coordinar y articular capacidades para
conformar equipos e instrumentos, generando masa crítica para proyectos y
modalidades de investigación y transferencia”, explicaron los facilitadores.
Son espacios en los que “se relevan necesidades y problemáticas del sector
productivo que orienten la formulación de convocatorias a proyectos de
investigación y desarrollo (I+D) y se asegure la difusión y aprovechamiento de
sus resultados, donde se identifican requerimientos socioproductivos como
insumos para determinar nuevas competencias y ofertas curriculares de formación
de recursos humanos para la actividad provincial”, señalaron.
Y expusieron también que allí “se validan competencias de servicio social y
científicamente responsable frente a la sociedad, mediante la pertinencia
regional y provincial de los producidos de la vida académica”.
Por último, los facilitadores coincidieron en resaltar que el sector de la
producción encuentra “un ámbito de consenso en el que se produce una escucha
activa de las necesidades de desarrollo comunes a diversos sectores de la
producción y servicios, cuya satisfacción pueda darse a partir de la actividad y
la intervención del sistema universitario local; y se identifican los
potenciales proveedores para el desarrollo de la base de tecnología de las
cadenas de valor”.
En resumen, se ha conformado un ambiente propicio para la convergencia entre las
capacidades provinciales y las competencias de las universidades con asiento en
Entre Ríos: dos nacionales, la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y la
Universidad Tecnológica Nacional (UTN); una provincial, la Universidad Autónoma
de Entre Ríos (Uader); y tres de gestión privada, la Universidad de Concepción
del Uruguay (UCU), la Universidad Adventista del Plata (UAP) y la Universidad
Católica Argentina (UCA).


