Néstor Kirchner fue dado de alta anoche, luego de que se le practicará una angioplastía para colocarle un stent como forma de desbloquearle una artería coronaria obstruida. El nuevo episodio de salud del ex presidente sacudió el escenario político, y en particular el kirchnerismo. En las filas oficialistas hubo señales de preocupación, no sólo por la intervención de urgencia del patagónico sino porque se reactiva la posibilidad de una candidatura distinta a la de Néstor Kirchner: la postulación de su esposa Cristina a la reelección como presidenta.
¿Va a ser pingüino o pingüina? La frase con la que Kirchner instaló el suspenso durante varios meses en la campaña 2007 sobre la postulación de Cristina Fernández volvió a sonar con fuerza ayer, aunque en esta oportunidad no se trata de un simple juego dialéctico del patagónico para no descubrir la estrategia electoral del Frente para la Victoria.
“Estoy perfecto”, dijo Kirchner desde el auto oficial que lo llevaba devuelta desde la Clínica de los Arcos a la Quinta de Olivos. Kirchner dejaba así la segunda internación en siete meses, y lo hacía acompañado de la Presidenta. Desde la primera hora de la tarde la idea de un alta antes de los previsto originalmente se comenzó a instalar entre los allegados presidenciales. Kirchner se encontraba bien y evolucionó satisfactoriamente, por lo que lo mejor era exhibir la recuperación del ex presidente y no dar señales de malos augurios en épocas pre electorales donde hay que tomar decisiones en el armado kirchnerista.
A diferencia de la internación de febrero pasado, por la habitación de Kirchner en el quinto piso pasaron parte del gabinete y los dirigentes K más allegados al matrimonio. Otro gesto para mostrar que el paso de Néstor por la clínica iba a ser fugaz.
Desde el entorno del matrimonio presidencial se evitó en todo momento hablar de especulaciones o hacer análisis políticos a futuro. El objetivo primordial era despejar cualquier tipo de fantasmas sobre la salud del ex presidente e insistir ante cualquier consulta que Kirchner “volverá retomará progresivamente todas sus actividades”.
“Va a tener que bajar un cambio, y al menos en los próximos días descansar un poco”, sostuvo ante este diario un funcionario que visitó a Kirchner en la clínica.
La frase era más que elocuente. No había siquiera que mencionar la posibilidad de que Kirchner deba dejar de lado su candidatura. De hecho, la orden del ex presidente para los referentes de La Campora y las otras agrupaciones de la Juventud Peronista no se hizo esperar: el acto de mañana en el Luna Park no se suspende. Kirchner iba a ser el orador central y quien lo cerraría y anoche, para reforzar las especulaciones, el legislador porteño Juan Cabandié, uno de los convocantes, anunció que quien hablará en reemplazo del santacruceño será la propia Cristina Kirchner.
A pesar del fuerte hermetismo, por lo bajo las fuentes del oficialismo insistían ayer en que los candidatos serán Néstor o Cristina Kirchner, y que no está en estudio la posibilidad de que alguno de los gobernadores aliados a la Casa Rosada surjan como alternativa.
Tal como adelantó El Cronista luego de los festejos del 9 de Julio en Tucumán, la incógnita sobre si será pingüino o pingüina se reeditará. “El candidato, hasta ahora, es Néstor. Esta claro que no hay otro. Pero en caso de que suceda algo inesperado va a ser Cristina. Eso lo decidirán ellos (por Néstor y Cristina) llegado el momento”, le dijo a este diario el colaborador de uno de los ministros que se muestra como candidato en la provincia de Buenos Aires.


