“El campo no puede ser objeto de batallas ideológicas dentro del radicalismo”, enfatizó ayer el titular de la UCR, el senador Ernesto Sanz, para disciplinar a la tropa legislativa de su partido y evitar que la oposición fracase en su intento de discutir en el Congreso el proyecto de ley para reducir las retenciones agropecuarias. Este reclamo no fue casual: las diferencias internas provocaron que hubiese dos dictámenes diferentes firmados por diputados radicales.

Sanz participó de la presentación de una suerte de plataforma agropecuaria elaborada por técnicos de la Fundación Alem, y que se aplicará en el caso de que el radicalismo logre ganar la elección de 2011. Sobre eso, el senador se mostró optimista. “La que la UCR tiene la firme convicción de volver a gobernar la Argentina el año que viene”, señaló. Y dijo que, en ese caso, podrá asegurar la gobernabilidad. “El país va a ser mucho más amigable que el que nos tocó en 1983 y 1989”, razonó.

La idea de la UCR de lanzar anticipadamente una serie de propuestas políticas para el campo apuntó en varias direcciones. Alinear a los diputados y los técnicos del partido era una. Pero también mostrarle al sector que existe voluntad de avanzar en el sentido que reclaman los productores. Luego del conflicto de 2008, la participación de dirigentes del campo en las listas de la UCR fue clave para la recuperación electoral del principal partido de oposición en 2009.

El titular de la UCR, en ese contexto, aseguró que el sector “no puede ser objeto de expoliación, pero tampoco de demagogia ”. Y explicó: “El campo ha sido el sector más castigado por los movimientos pendulares de la Argentina”, ya que la política agropecuaria pasó de ser dictada por el mercado en los noventa a ser manejada ahora por “el Estado absolutista de (Guillermo) Moreno, que hizo pelota la carne, la leche y el trigo”.

Varios diputados provenientes del sector aplaudieron con ganas la arenga del jefe partidario. Estaban Ricardo Buryaile y Juan Casañas, que presentaron el proyecto de ley que logró 17 votos para convertirse en el dictamen de mayoría. Pero también Ulises “Chito” Forte, que elaboró una iniciativa propia y votó en disidencia.

Sanz los instó a cerrar esas grietas .

El documento de la Fundación Alem, en cuya redacción trabajó un equipo técnico coordinado por el ex presidente de la Federación Agraria, René Bonetto, navega por aguas intermedias. Entre muchas medidas, propone una r eforma fiscal que reemplace las retenciones por otros impuestos . Pero a la vez, acepta que mientras el tributo siga existiendo haya una “segmentación” en favor de los pequeños y medianos productores.