Pensando en mejorar y promocionar el desarrollo Pyme en la Argentina, no podemos dejar de mencionar el rol fundamental que ejercen las Sociedades de Garantía Recíprocas (S.G.R.).

Estas sociedades son instituciones cuyo objetivo principal es facilitar a las Pymes el acceso al financiamiento mediante el otorgamiento de garantías o avales, que respaldan la devolución de créditos, cheques o el pago de intereses en caso de incumplimiento.

El principal problema de las Pymes para su desarrollo y crecimiento es el acceso al crédito, profundizado por el efecto negativo de la información asimétrica que termina identificando a las garantías que poseen las empresas como única variable de análisis para obtener financiamiento.

En nuestro País, la ley 24467 y sus modificatorias regulan el régimen de las Sociedades de Garantía recíproca, que en su artículo 32 determina que tendrán como objeto  “facilitar a las pymes el acceso al crédito”.

Al Estado le genera importantes beneficios estructurales, incluso incrementando la recaudación impositiva por encima del sacrificio de la exención impositiva otorgada a los socios protectores, inversores del fondo de riesgo. Un factor benéfico importante es la disminución de la informalidad en la economía del país, que por los requerimientos del sistema genera el “blanqueo” del funcionamiento de las pymes, sobre todo del acceso al crédito.

El sistema de las SGR, al generar mejor y mayor acceso al financiamiento de las pymes, genera más empleo y una mejor asignación de los recursos del Estado, con menor necesidad de subsidios o planes de trabajo precarios.

Para los acreedores de las Pymes, bancos y Financieras, la mejora es sustancial. Las garantías de las SGR son de tipo “preferidas A”, según las normas del Banco Central, con lo cual no necesitan analizar el riesgo crediticio del proyecto que financian, ya que ante un incumplimiento, las SGR cumplen inmediatamente con el pago. Esto les permite  a su vez, incrementar sus participaciones en el Mercado Financiero.

Que el proyecto venga avalado por una SGR lo libera al Banco de analizar a la pyme y sus garantías; el riesgo de incobrabilidad y mejora los plazos de financiamiento. En este esquema es cuando las estructuraciones con SGR en mercados bursátiles son trascendentales.
Las SGR están constituidas por dos tipos de Socios, los Participes que son las pymes que se incorporan con el objeto de acceder a las garantías de la SGR y los Protectores que son empresas que por beneficios impositivos y voluntad de inversión apuestan a la SGR para financiar el fondo y otorgar avales a los socios Partícipes.

Los aportes que realizan los Socios Protectores, al capital social y al fondo de riesgo, son por ley deducibles del Impuesto a las Ganancias. Esta deducción operará si el aporte permanece por lo menos dos años en el fondo y si como mínimo se otorgan garantías en promedio por el ochenta (80%) del aporte. A su vez, la ley permite que se beneficien de la ganancia por intereses sobre el capital invertido en el fondo de riesgo.

Para las pymes, como socios Partícipes, ser parte de la SGR les permite aumentar sus garantías ante las entidades de crédito, mejorar la capacidad de endeudamiento, prolongar los plazos del financiamiento y reducir los costos financieros disminuyendo las tasas de interés efectivamente pagadas.

Este vínculo entre sociedades protectoras, relativamente grandes en facturación e impuestos, con pymes logra generar sinergias; otorgando avales  a empresas proveedores o complementarias de las propias cadenas o de las comunidades donde están radicadas. Esto a su vez mereció críticas, expresándose que el sistema de las SGR únicamente beneficia el desarrollo de las grandes Empresas, pero la realidad muestra que el impacto es mucho mayor y no tan sesgado.
Según lo informa la Cámara Argentina de Sociedades y Fondos de Garantía, son más de nueve mil (9.000) pymes que están avaladas por una  SGR en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y se financió por más de mil millones de pesos a pymes con avales de SGR en el año 2009, entre Obligaciones Negociables avaladas, fideicomisos Financieros donde participaba una SGR y cheques de pago diferido avalados.

La relevancia para los sectores productivos de la Argentina de las SGR es notoria. Garantizar, Aval Rural, Campo Aval, Los Grobo, Don Mario, son algunas de las que se especializan y tienen toda una estructura para asesorar y incorporar pymes agropecuarias que buscan en las SGR la ayuda clave en el acceso al financiamiento.
El desarrollo de la Argentina y sus empresas, necesita una mayor promoción para la creación y fomento  de las Sociedades de Garantía Recíproca; resultando fundamental el rol del Estado como generador de las Condiciones de Seguridad Jurídica, previsibilidad  e incentivo a las Pymes.

Autor: Dr. Augusto C. Acuña
Abogado-Especialista Agronegocios
Docente UBA