Si bien para los Kirchner, Papel Prensa y Fibertel son 2 caras de la misma moneda (la ofensiva contra Grupo Clarín), para la opinión pública son eventos bien diferentes.

Los Kirchner no alcanzan a decodificar, a menudo, estas cuestiones tan sensibles para la opinión pública que no los quiere y/o no los vota ni votaría, pero que los Kirchner darían mucho por tener entre los suyos.

Papel Prensa le resulta, a esa opinión pública, una cuestión más de la agenda corporativa: los Kirchner vs. las empresas, una cuestión de inseguridad jurídica, aunque lo niegue el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni.

Todavía no hay comprensión de que si el Estado consigue el control de la producción de papel para diario, luego intentará bloquear la distribución de ese insumo fundamental para la prensa gráfica. El Estado controla la producción y, a la vez, controla importación (con aranceles, tipo de cambio, etc.), y la libertad de expresión puede volver a tener problemas, como en los días de Juan Perón (1ra. y 2da. Presidencia).

En cuanto a las declaraciones de Zaffaroni, él es un hombre peculiar. Su concepto acerca del delito, de la moral, de la sexualidad y otras cuestiones, es más bien atípico. ¿Por qué no lo sería su idea de la inseguridad jurídica? Él es un penalista, o sea que no es un especialista en el tema. Zaffaroni solamente podía llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como ícono progresista cuando los Kirchner querían dar señales a los transversales como Horacio Verbitsky o Hebe de Bonafini.

En cuanto a Fibertel, ¿por qué es un tema diferente a Papel Prensa? Porque afecta directamente a millones de personas (1,1 millón de abonados, más de 4 millones de usuarios, con gran impacto en Ciudad de Buenos Aires).

Internet es un medio de comunicación, de conocimiento, de servicios y de entretenimiento poderoso, masivo y en expansión. Internet es el presente y el futuro. De pronto, los Kirchner ingresaron a la intimidad de esas personas. Los Kirchner decidieron hurgar en las decisiones más personales de muchos argentinos que, si antes no lo habían considerado, ahora concluyen que los Kirchner son un peligro si permanecen en el poder.

Lo de obligar a buscarse otro proveedor de conexión a Internet es precisamente una de esas cuestiones aparentemente pequeñas que provocan enorme malestar en la clase media y media-alta.

Los supuestos revolucionarios acostumbran burlarse de que las decisiones de los burgueses provienen de acontecimientos cotidianos, aparentes minucias, que aquellos desprecian.

Sin embargo, en el curso de la historia, los burgueses han sido mucho más influyentes que los supuestos revolucionarios.

Y toda esa gente no vota al Frente para la Victoria. Pero el Frente para la Victoria suponía que, herido Mauricio Macri, podía obtener un cambio en la decisión de voto de mucha de esa gente.

El senador nacional Daniel Filmus se había ilusionado. También el ex jefe de Gobierno porteño interino, Jorge Telerman. Hasta el banquero y diputado nacional Carlos Heller (los 3 de origen comunista). Había encuestas especulando conque el Frente para la Victoria le pisaba los talones al PRO, cuya aparente candidata será la diputada nacional Gabriela Michetti.

Pero todo eso acaba de irse al demonio porque el Frente para la Victoria aparece atentando contra las libertades individuales de miles de ciudadanos ("pequeñoburgueses", como dirían, con menosprecio, los transversales), contra la libertad de decidir algo tan básico como quién será el proveedor de internet.

El Frente para la Victoria aprece en la Ciudad liderando la intromisión en la vida de las personas y todo porque, un día, Néstor Kirchner se distanció de su ex aliado Héctor Magnetto, del Grupo Clarín.

Millones de personas comprenden ahora lo peligroso que pueden resultar los caprichos, las manías y las excentricidades de Néstor Kirchner.

Millones de personas saben que hoy es la conexión a Internet pero mañana puede resultar alguna otra cuestión, tal como sucede con el ególatra Hugo Chávez en la Venezuela dramática.

Por eso, en medio de la turbulencia de estas horas hay una 1ra. conclusión: no habrá triunfo en el distrito porteño del Frente para la Victoria en 2011. Al diablo con Filmus, Telerman y sus encuestas.

Luego, algunos recortes dominicales.


Eugenio Paillet en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) Kirchner ha repuesto su peor perfil. Más allá del tono medido y pausado de sus últimos discursos, que no alcanza para convencer ni a sus propios seguidores. La guerra en todos los frentes que ha declarado al Grupo Clarín, y a Papel Prensa es el mejor ejemplo a la mano.

El canciller Héctor Timerman ha gastado tiempo y mensajes de Twitter para acometer contra el proyecto de una represa en la provincia de Corrientes, por la que han mostrado interés el propio gobernador Ricardo Colombi y se dice que buena parte de la sociedad local, por el simple dato de que, en su futuro directorio, figura un vicepresidente de aquel matutino nacional.

Su colega Julio de Vido arremetió contra la empresa del multimedios que presta servicios de Internet por cable, para lo cual sumió en la zozobra e incertidumbre a más de un millón de usuarios, a los que, por si fuera poco, se les promete que "el Estado se hará cargo" de sus preocupaciones, en un claro doble mensaje que preanuncia la probable estatización de esas prestaciones.

Guillermo Moreno ha llevado a niveles kafkianos sus bravuconadas en aquella empresa proveedora de papel para diarios, como fiel ejecutor de las órdenes que recibe desde Olivos. Sería caer en infantilismos absurdos suponer que el secretario de Comercio Interior es capaz de atarse los cordones de los zapatos sin autorización de sus jefes.

El golpe de gracia sería este martes, en un acto en la Casa Rosada, durante el cual Cristina Fernández anunciaría la intervención de Papel Prensa, delante de un auditorio de doscientos empresarios a los que se ha invitado especialmente. No estarán, claro, las autoridades de la Asociación Empresaria Argentina (AEA): allí habita Héctor Magnetto, considerado enemigo público Nº1 por el ex Presidente.

Hay voces reservadas, dentro del propio gobierno, que han alertado, en las últimas horas, sobre esa exacerbación de la batalla en todos los frentes y sin medir costos. No descubren la pólvora cuando advierten que actitudes patoteras como las de Moreno en Papel Prensa son auténticos gestos de un "piantavotos". Lo mismo que la escandalosa medida del ministro de Planificación contra la existencia de Fibertel, de final incierto por los recursos que la empresa y cientos de miles de usuarios presentarán ante la justicia.

O el anunciado veto a leyes como la que podría instaurar el 82% móvil, que, a no dudarlo, celebraría cualquier jubilado que hoy no llega a mitad de mes, si fuere sancionada. Tampoco es novedad el colofón de esos análisis: todo eso está en la naturaleza de Kirchner, como en la fábula del escorpión y la rana.

El ex Presidente ha decidido que la mejor estrategia para posicionarse, y para evitar un desgaste prematuro del gobierno de su esposa, es embestir contra todo y contra todos. No entra en su análisis la posibilidad de ahogarse irremediablemente a mitad del río.

Otro botón de muestra es el que se registró esta semana: fuentes inobjetables de la Casa Rosada sostienen que una de las recomendaciones que ha recibido Kirchner, en los últimos tiempos, en el marco de aquellas afiebradas cuentas para saber de dónde conseguir los votos que le permitirían ganar en primera vuelta el año que viene, dado que cualquier otro escenario significará su tumba política o la de su esposa, si ella fuese la candidata, fue reconciliarse con el campo.

El gobierno contaba, por esas horas, con información acercada por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, sobre la buena disposición de algunos sectores, en especial de aquellos ligados a los pequeños y medianos productores, como Federación Agraria, en el caso de que, desde el poder, se dieran algunas señales como retenciones segmentadas para la soja y baja sustancial de las alícuotas para trigo y maíz, entre otros granos.

La respuesta a aquellas recomendaciones y a estos esfuerzos del ministro fue el destemplado discurso de Cristina Fernández en la Bolsa de Cereales de Rosario, donde acusó al campo sin distinción de ser uno de los peores evasores de impuestos del país. Conclusión: no habrá tregua con uno de los sectores de la sociedad que fue decisivo en el aporte de votos que propinaron a Kirchner su primera derrota política. (...)".


El sociólogo Enrique Zuleta Puceiro habló con La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"(...) "Dudo que José Alperovich, comparta la fórmula presidencial del kirchnerismo. Es un gobernador exitoso y siempre se recurre a ellos, pero no creo que Néstor Kirchner vaya con otro peronista como vice, porque sería darle demasiadas ventajas a la oposición", sostuvo Enrique Zuleta Puceiro.

El titular de la consultora nacional OPSM (Opinión Pública, Servicios y Mercados) destacó que Tucumán puede volver a ser una provincia guía en la región y columna vertebral de la cultura nacional. El especialista dictó recientemente un módulo en la Maestría de Derecho Parlamentario de la Universidad de San Pablo-T y la Legislatura.

"La sociedad tiene la ideología del inmediatismo, del individualismo, del descompromiso. No es constructiva, pero está muy adaptada a las nuevas culturas urbanas, que son egoístas. Es un cambio de época a partir de otra clase de demanda social, surgida de ciudadanos informados, curados de espanto, llenos de sacrificios, mentiras y desencantos, y que dan premios y castigos inapelables", sostuvo en diálogo con LA GACETA, que se desarrolló como sigue.

-¿Cómo están las encuestas?

-El oficialismo tiene una tendencia de voto cercana al piso histórico del PJ, entre el 32% y el 35%, y enfrenta una oferta fragmentada. En lo individual, Kirchner duplica a Julio Cobos, que tiene el 11% y está prácticamente empatado con Ricardo Alfonsín y con Fernando "Pino" Solanas. En caso de balotaje, Kirchner revirtió la tendencia y gana en todos los escenarios, salvo contra el Peronismo Federal o contra una coalición moderada que lidere Mauricio Macri, quien enfrenta problemas quizás insuperables. La UCR sólo aceptará llevar su candidato presidencial, lo que limita su crecimiento, y no está dispuesta a reintegrar a los expulsados.

-Sus datos dicen que el kirchnerismo está cerca del triunfo.

-Si el 70% opositor se une, pierde; pero si sigue dividido, gana. Son pocos factores los que fragmentan a los opositores. Hoy se definen cuestiones previas, como la unidad y la identidad del peronismo, que está mutando. No se sabe si saldrá un partido moderno; uno reaccionario al estilo de Hugo Chávez u otro de contenido federal e innovador, conducido por jóvenes. (...)".


Horacio Verbitsky en el oficialista diario Página/12:

"(...) En 2005, los diputados bonaerenses de Carrió pidieron el juicio político del entonces gobernador Solá y de su ministro de Asuntos Agrarios Raúl Rivara, a raíz de la compra directa y con pago en efectivo anticipado de tres millones de kilos de harina de maíz y soja por parte del gobierno provincial a la empresa Rivara S.A., presidida por un hermano del ministro. Solá desdeñó la acusación como un “circo político”.

En diciembre de 2008, la propia Carrió se refirió a Solá (y al vicepresidente Julio Cobos) en un acto de la juventud del ARI en Mendoza: “No vamos a incorporar a los corruptos que hace tres meses pertenecían al régimen”, dijo. Durante la sesión legislativa, Solá recordó aquellos años. Contó que Kirchner una vez le dijo “el poder es tener cash” para “hacer los programas que uno quiera”, dando y quitando en forma “siempre arbitraria”.

No hay registro de que Solá lo haya denunciado antes de ahora. La intransigencia de Carrió no se ha modificado respecto de Cobos. Solá, en cambio, ha merecido su indulto, por razones que no han tenido una explicación pública.

Por estricto orden alfabético, la jefa de la Coalición Cívica Libertadora también contempla el acercamiento con el líder de Proyecto Sur, Fernando Solanas. Presionado por las pequeñas fuerzas que buscan un paraguas para guarecer sus propias candidaturas, el cineasta se está resignando a una postulación testimonial para la presidencia, en vez de competir con mayor probabilidad por la jefatura de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Quien aspira a esa posición en lugar de Solanas es el economista Claudio Lozano, cuyo aporte es funcional en el bloque legislativo pero que carece del atractivo electoral necesario para disputar el cargo mayor. Solanas se tentó con la posibilidad de sumar allí a la ex chaqueña, pero tuvo que retroceder antes que rápido.

Pocas horas después de admitir coincidencias con Carrió debió aclarar que estaba lejos de proponer una alianza y que diferían en algunos temas, como las retenciones a la comercialización de oleaginosas.

La juventud del grupo de Lozano había emitido un furibundo comunicado titulado “No descarriemos”, según el cual “Elisa Carrió es parte del problema y no de la solución. Es el país que no queremos”.

Carrió, por su parte, ungió al juvenil Adrián Pérez como su candidato en la Capital. Situaciones equivalentes se producen en el peornismo opositor.

La nacionalidad del diputado Francisco De Narváez sólo le permitiría postularse en la provincia de Buenos Aires, por lo cual ha comenzado a sondear posibles combinaciones con precandidatos presidenciales que no tengan fuerte sustentación bonaerense.

Una dentro del peornismo opositor, con el ex gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann y otra con el aún vicepresidente Julio Cobos, quienes oscilan entre una postulación presidencial y probar suerte una vez más en sus respectivas provincias.

Dentro del Frente para la Victoria una corriente sostiene que la fórmula kirchnerista debería incluir como vicepresidente a Sabbatella. Otra, en cambio, entiende que ese lugar debe ser para el PJ y que Sabbatella sería un buen acompañante de Daniel Scioli para la vicegobernación bonaerense. Pero el ex intendente de Morón ha hecho saber que no aceptará esa propuesta, porque disiente con el armado político que implica, sobre todo en el conurbano y que, en cambio, aspira a la gobernación.

Se propone repetir así la experiencia que hizo en su municipio donde fue elegido varias veces con más del 50 por ciento de los votos mediante el corte de boleta, ya que no adhirió a ninguna candidatura provincial. (...)".


Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"(...) La oposición ha reaccionado, por primera vez unánimemente, contra ese intento de sometimiento del periodismo. Los bloques opositores de la Cámara de Diputados están virtualmente en deliberación permanente. Todos los líderes se congregarán en la noche de mañana en la casa de Elisa Carrió. El martes esperarán, reunidos, los anuncios sobre Papel Prensa.

Carrió consultó, inclusive, la opinión de los diputados Jorge Obeid y Miguel Bonasso, por su historia personal en los movimientos insurgentes del peronismo. Ellos no disintieron del resto de los opositores.

¿Qué llevó al kirchnerismo a semejante ofensiva contra el periodismo? Tal vez una de las razones sea que se enteró, o intuyó, que la Corte Suprema de Justicia tiene una opinión contraria a la del Gobierno sobre la ley de medios o que postergará su decisión hasta hacer inviables los ajustados plazos de esa tendenciosa medida, ahora suspendida en su aplicación por varios jueces de primera instancia.

Una fuerte presión del oficialismo está siendo ejercida en casi todas las instancias de la Justicia. Dicen que carpetas con información confidencial sobre jueces se amontonan en algunas covachas oficiales. Los jueces lo saben.

Es probable que otro motivo de la furia de los Kirchner haya sido la información de que no podrán vincular a los jóvenes Noble Herrera, hijos de la directora de Clarín, con los desaparecidos de la última dictadura.

Ningún vocero oficial habla de ese caso, que menearon hasta el cansancio, pero esos jóvenes ya sufrieron importantes daños sociales y psicológicos. No importa. En las guerras kirchneristas hay más víctimas inocentes que otra cosa.

Sin nada más en las manos, al Gobierno sólo le queda la alternativa de usar a destajo la lapicera administrativa que tiene para tomar decisiones contra el Grupo Clarín y contra la totalidad de la prensa independiente. ¿Qué importa? ¿Acaso no existe un enorme conglomerado de medios oficialistas, financiado por el Estado o por empresarios que se enriquecieron con los Kirchner, que se dedica con obsesión a calumniar al periodismo independiente? ¿Acaso algunos periodistas no fueron ya víctimas de escraches callejeros por parte de grupos de fanáticos kirchneristas?

El periodismo es una profesión de solitarios. La custodia o la compañía pueden obstaculizar la obtención de información. ¿Esos escraches no son otra manera, entonces, de encoger el amplio círculo de la libertad? ¿Son sólo los periodistas las víctimas? ¿Quién será el próximo? (...)".


Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) Fibertel cuenta con más de un millón de abonados y funcionó desde sus orígenes sin inconvenientes. O con los inconvenientes técnicos de un servicio en permanente evolución.

Después de cuatro años de mandato de Kirchner y casi tres de Cristina, el Gobierno pareció descubrir alguna anomalía legal. O son perezosos en sus conocimientos y reacciones, o la nueva decisión del matrimonio se apuntala sólo en el afán de ampliar el control de la comunicación cuando resta un año para que su continuidad o su despido se defina en las urnas.

La decisión tendría un significado mayor que el despojar de un servicio a un grupo empresario y sus usuarios. Representaría también el primer avance oficial sobre Internet – en su transmisión, no en sus contenidos– que había soslayado la ley de medios que sancionó el Congreso. Esa ley está aún detenida por varios recursos judiciales. El Gobierno – o el Estado, es indiferente en la Argentina– se va convirtiendo también en propietario único de la televisión digital en ciernes.

Es probable que la semana que empieza la Presidenta relate además la historia kirchnerista construida por Guillermo Moreno, el secretario de Comercio, sobre Papel Prensa.

Una historia que ninguno de los gobiernos democráticos de 27 años alcanzó, por lo visto, a develar. Ni siquiera Kirchner en sus cuatro años de mandato. O Cristina, hasta que fue vencida en las legislativas del 2009.

Los Kirchner tuvieron esos años delegados personales y de confianza en la empresa. Una historia que el canciller Héctor Timerman se jacta ahora de conocer muy bien, pero que calló hasta que empezó a codearse con la Presidenta.

No hace falta ser perspicaz para concluir que el kirchnerismo va sumando batallas en su obsesión por domesticar al periodismo: arrancó con los medios audiovisuales y ahora iría por los diarios.

Las provocaciones y los actos esperpénticos de Moreno ya no llaman la atención. Los practicó en el INDEC y los reitera, con creces, en Papel Prensa. Esas formas de conducta parecerían propias de un país que habría extraviado la noción de orden, decoro y legalidad.

De hecho, la Justicia intercede poco. Lo hace con demora y miedo. El papel de Moreno, de violatorio y grave que resulta, correría riesgo de virar simplemente en pintoresco a los ojos públicos. (...)".