Un evento La Niña estará influenciando la circulación atmosférica en gran parte de la campaña de granos gruesos de Sudamérica, siendo posiblemente la primavera el momento donde el patrón pluvial quedaría más expuesto a sufrir recortes. Claro está que ante esta referencia de gran escala, las zonas que inicialmente parten con mejor reserva son las que llevan la delantera.

La oferta de agua durante la transición estacional, ira marcando la influencia que pueda ir teniendo el evento La Niña. Recordamos que este puede ser moderado por factores de escala regional, pero de todos modos es muy poco probable que las precipitaciones de la primavera superen la barrera de los valores normales.

Bajo condiciones La Niña, la evidencia estadística presenta a la primera parte del semestre cálido como la más proclive a mostrar deficiencias pluviales y dentro de este marco la segunda parte de este trimestre habitualmente es mas seca. Es decir el impacto es mas destacado en el momento donde se dan las mayores recargas de primavera. Quizá este sea el momento de mayor riesgo de la campaña gruesa que se inicia. Para el trigo el riesgo sigue siendo relativo. Estimamos que algunas lluvias oportunas mas las reservas actuales pueden converger en una floración favorable, ajustada por sectores pero no extrema en cuanto al impacto en los rendimientos. Desde ya este concepto es aplicable a las zonas del este que al menos cuentan hoy con reservas adecuadas, aun con algo de deficiencia superficial.

Así como es clara y generalizada la evidencia estadística que muestra desvíos negativos de las precipitaciones en las primaveras La Niña en gran parte de las zonas agrícolas del país, no se encuentran las mismas respuestas en la segunda mitad del semestre cálido. Es decir, no puede asegurarse con el mismo grado de probabilidad que el verano será seco.

En lo que va del mes de agosto las lluvias se concentraron en una estrecha franja que se desplegó desde el noreste de SF hacia el centro este entrerriano. En el resto de las áreas productivas las precipitaciones fueron nulas o en forma de lloviznas.

Si bien estamos transitando una semana donde condiciones inusualmente cálidas y húmedas se han vuelto persistentes, las precipitaciones recién aparecerían hacia la jornada del domingo o lunes. El avance de estas masas de aire de origen subtropical son las primeras señales que marcan la transición estacional. Esto debería comenzar a traducirse en un aumento en la frecuencia de precipitaciones, las cuales también ganarían en cobertura. Este proceso puede durar el resto de agosto y todo el mes de septiembre. Si en el transcurso de este período no aparecen los mecanismos de inestabilidad propios del cambio de estación, se estaría confirmando el efecto deficitario que tiene La Niña sobre el patrón pluvial, condiciendo a una situación riesgosa para el oeste.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio.com
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