• TRIGO

Las recientes lluvias recostadas sobre el margen oriental de la región agrícola detuvieron las siembras en el centro-este y en el sudeste bonaerense, esta última la principal zona triguera, que en esta campaña intenta cubrir más de un millón de hectáreas, magnitud casi similar a la zafra pasada. Sin embargo, las sucesivas precipitaciones, casi sin interrupciones desde los primeros días de julio, demoran las siembras a punto tal que solo se ha cubierto la mitad de la intención propuesta (cerca de 535 mil hectáreas) mostrando un atraso de casi 20 puntos porcentuales respecto a similar fecha del año anterior.

La ventana de siembra para la región se extiende hasta pasados mediados de agosto por lo que la prevalencia de tiempo seco es imprescindible para que los productores locales, algo más motivados por el precio del grano, retomen la actividad y cumplan con los planes previstos. Caso contrario habrá probables abandonos en la implantación que impactarán sobre el área sembrada nacional. Similar escenario debería darse también en Entre Ríos y en regiones centrales y esteñas de Buenos Aires, también perjudicadas por algunos excesos hídricos. Las lluvias en cambio fueron propicias para el desarrollo del cereal en Santa Fe y el este de Chaco y aunque con menores volúmenes en gran parte del centro oeste y sudoeste bonaerense permitiendo abordar pausadamente las coberturas. Nuevamente el agua estuvo ausente en el occidente agrícola (Córdoba, La Pampa y San Luis) complicando las siembras y dejando poco margen para cumplir con las expectativas en las dos últimas provincias citadas. El escenario descripto y con la actividad ya cerrada en las provincias norteñas, en Santa Fe y Córdoba, el progreso de la implantación a nivel nacional avanzó al 79,0% de la intención, todavía proyectada potencialmente en 4,2 millones de hectáreas, un adelanto intersemanal de 6,7 puntos porcentuales. Las casi 3,32 millones implantadas igualan al total sembrado durante toda la campaña agrícola anterior.

Atento a la importancia que tendrá el clima en el sudeste de Buenos Aires, región que definirá la magnitud de la siembra nacional, la perspectiva para los próximos siete días indica que comenzará con vientos que rotarán en el cuadrante sud/sudoeste, provocando un marcado descenso térmico en la mayor parte del área agrícola nacional, causando un elevado riesgo de heladas en gran parte de ella. Las precipitaciones previstas son escasas y solo se distinguirán algunas zonas con valores significativos en el extremo oriental de la región del Chaco y gran parte de Corrientes. Las zonas aledañas a la Bahía de San Borombón observarán precipitaciones moderadas (10-25mm), con valores abundantes sobre la línea costera.

El resto del área agrícola alcanzará precipitaciones escasas a nulas (menos de 10mm). Posteriormente, retornarán gradualmente los vientos provenientes del sector norte / nordeste, causando un moderado ascenso de la temperatura. Solo el extremo norte del área agrícola nacional registrará valores superiores a la media, mientras que la mayor parte de la misma se mantendrá algo por debajo de lo normal. Esta perspectiva sería favorable para la continuación de las siembras en el sudeste bonaerense.

La superficie implantada ha crecido en las provincias norteñas, de manera particularmente fuertemente en las de la región del Nordeste (Chaco y Santiago del Estero) donde en algunas de sus áreas alcanzó niveles históricos. Se estima que en estas provincias (incluida Formosa) se cultivaron unas 260.000 hectáreas. Las recientes heladas que con intensidad abarcaron gran parte del país, llegaron a todas estas provincias afectando cultivos tempranos que pasando el macollaje y, ya en proceso de elongación del tallo y formación de la hoja bandera, podrían haber dañado esos lotes. Este escenario se reportó particularmente en Salta (Piquete Cabado). Hojas quemadas se informaron en cuadros del Chaco, aunque aparentemente sin afectar el nudo de macollaje por lo que los daños no serían de gravedad. En el centro norte de Santa Fe el cultivo se implantó mayormente en junio, recibiendo en los últimos días algunos milímetros que venían necesitando, por lo cual evolucionan bien, solo aletargados ahora por las bajas temperaturas. La región experimentó un importante crecimiento del área sembrada respecto de la pasada zafra, magra por cierto por la sequía sufrida. En la zona de Ceres se implantó un 15% más con relación a la media histórica. En el centro sur, cerradas las siembras con aumentos, aunque menor a las de los buenos años. Las variedades de ciclo largo están macollando, pausadamente por las heladas, mientras los ciclos cortos se encuentran nacidos y en sus primeras fases vegetativas. Los días muy fríos fortalecen el desarrollo radicular. La franja este de esta región volvió a recibir lluvias, pero estuvieron casi ausentes hacia el oeste. La condición general es muy buena.

En el norte de Buenos Aires, se abandonaron algunas siembras en el nordeste por excesos de humedad edáfica, pero en general se advierte un crecimiento del área en la región, aunque más moderado comparativamente con el del sur santafecino. Las siembras no han concluido aún en partidos cercanos a la ruta Nº 5, dado que precipitaron según zonas entre 20 y 40 milímetros estimándose que a nivel regional queda por cubrir un 11% del área intencionada. En el centro este de Entre Ríos, las lluvias del fin de semana vuelven a entorpecer las siembras. El progreso intersemanal fue lento y para esta región se estima un 77% lo implantado a la fecha.

En Córdoba, bajo condiciones hídricas mucho más favorables que el ciclo agrícola precedente, la extensión cultivada creció considerablemente aunque, como en otras regiones, sin alcanzar valores históricos. El mayor crecimiento se dio en el centro norte provincial, ya que la extrema falta de agua condenó al fracaso la implantación en vastos sectores del sudoeste y del sur. En cambio en el este (Marcos Juárez y Unión) la implantación superó la de la pasada campaña. Esta zona y algunas de las centrales necesitan aportes de agua para asegurar una mejor condición del cultivo. La ausencia de lluvias determinó en ellas el cierre de las escasas coberturas pendientes.

Sin precipitaciones durante varios meses, el norte de La Pampa solo logró implantar una escasa superficie, que sería aún menor a la del año anterior. El déficit hídrico se acentúa cada vez más. En el centro sur algunas lluvias no muy abundantes y espaciadas, posibilitaron realizar coberturas en la zona central, mientras que en el sur las condiciones extremas debilitan las posibilidades de lograr buenas coberturas. Ello lleva a estimar una reducción del área cultivada probablemente menor a la muy magra de la zafra precedente. En el sudoeste de Buenos Aires, lentamente se va completando la intención de siembra prevista, levemente mayor a la del pasado año agrícola. Los reportes indican aumentos hacia el sur de A. Alsina, Guaminí y en Coronel Suárez. En el extremo sur de la provincia (Patagones y Villarino), la superficie creció, pero se sostiene muy por debajo del nivel histórico. En toda la región (del sudoeste) las lluvias en los meses iniciales del año fortalecieron las reservas, pero su espaciamiento en momentos de siembra desmejoró su disponibilidad superficial. Lluvias esporádicas y de bajos registros posibilitaron el lento avance de las coberturas.

  • MAIZ

La recolección del maíz con destino grano comercial se encuentra próximo a finalizar. Al presente informe restan por cosechar poco más de 60 mil hectáreas, un 90% de ellas concentradas sobre las provincias norteñas que conforman nuestras regiones NEA y NOA. Sobre el extremo opuesto del área agrícola nacional se sitúan los cuadros restantes aún en pie, distribuidos en mayor proporción hacia el sudeste bonaerense y sobre la región puntana. A la fecha, luego de recolectarse un 97,7% de la actual área cosechable, la producción nacional se encuentra próxima a acumular 22 millones de toneladas, permitiéndonos de esta forma sostener nuestra proyección de alcanzar 22.500.000 toneladas una vez finalizada la campaña. La actividad de los últimos siete días, acompañada por mejores condiciones climáticas, se concentró sobre el sector norte del área agrícola. La región NEA registró un progreso intersemanal de trilla de 15 puntos porcentuales, manteniendo promedios productivos que duplican la media histórica de la región. A su vez, el NOA también sostiene elevadas productividades sobre el final de la cosecha. La ausencia de lluvias que prevé nuestro informe climático, permitirá retomar las labores pendientes sobre el sudeste bonaerense, donde resta una escasa superficie por recolectar retrasada por continuas precipitaciones durante las semanas previas.

  • CEBADA CERVECERA

Continúa la siembra registrando un importante progreso en la incorporación de cuadros durante los últimos quince días. A la fecha se estima que se han implantado un 73,1% de las 635.000 hectáreas previstas para el presente ciclo. Gran parte de esta superficie sembrada se encuentra sobre el sudeste bonaerense, región que concentra el 78% del área estimada a nivel nacional para la campaña en curso. A pesar de su gran participación sobre el progreso actual, esta última región muestra un importante retraso en la incorporación de cuadros, debido a continuas lluvias que interrumpieron el progreso de las sembradoras durante la ventana de siembra del cultivo. Seguidamente el sudoeste bonaerense, sector que registra una leve caída en la intención de siembra, ha logrado incorporar un 80% de la superficie estimada para la región.

Mayores progresos se registran hacia el núcleo sur, donde solamente restan incorporar escasos cuadros según informaron las localidades de Pergamino, Salto y Bragado. Por otra parte, se han relevado lotes implantados en periferia a Bandera, hacia el sudeste santiagueño, promovidos por favorables recargas hídricas en los perfiles que impulsaron la incorporación de una superficie reducida pero sin precedentes en la región. Finalmente la ausencia de lluvias previstas para los próximos días permitirán la siembra de cuadros aún pendientes sobre el margen este de la región bonaerense, situándonos sobre el final del periodo de siembra.