Pagina nueva 1

El comportamiento de los precios se parece al de la hacienda vacuna que va entrando al brete.

El paso por donde camina es estrecho, y no se observa ninguna posibilidad de que realice un salto por fuera de los muros que la contiene.

El paso es angosto. Y así entre un nivel de u$s 355 y de u$s 340 (FOB Rosario), los valores se deslizan aguardando algún sobresalto de los mercados para sortear este brete.

Este es el camino que los precios vienen recorriendo, casi aburridamente. Pero nada asegura que los próximos pasos sigan este derrotero.

No hablamos de lo inmediato, sino de lo que puede pasar, una vez que nos acerquemos al inicio de la cosecha en EE.UU.

Para la nueva campaña, el reciente reporte del USDA proyectó una superficie sembrada de 31,6 millones de hectáreas. El USDA, ahora, calcula 240 mil hectáreas por encima de la campaña previa. Y si bien estima rindes unitarios inferiores, habrá que ver qué puede pasar ya que las cosas se desarrollan muy bien allí.

De acuerdo al informe del USDA, en este país se ha sembrado el 84% de los cultivos. Se trata de un avance del 10% semanal, en línea con el promedio del último lustro.

Y las condiciones de los cultivos son muy buenas. Están superando lo esperado por el mercado. Según el USDA, un 75% de la soja se encuentra en estado entre bueno y excelente. Es el mejor desempeño de los últimos 10 años.

A resultas de ello, es lógico aguardar una sustancial recuperación de los alicaídos niveles de existencias en EE.UU. y, por ende, la emergencia de un factor importante a la baja de los precios.

Esta noticia debiera ser una luz de alarma.

Además, para el ciclo 2010/2011, este organismo incrementó la estimación sobre la producción mundial en base a mejoras en Brasil y excelente resultados que podría registrarse en Argentina. Para el primero ha estimado 69 millones (antes, estimó 68).

En el país, la estrategia de retención continúa. Así, cuando los precios se acercan al valor de $900/tm, las ventas surgen como hongos luego de la lluvia.

De acuerdo a los datos oficiales, las compras internas alcanzarían una proporción de 52% de la cosecha, cuando la media de las cinco últimas campañas fue de 56%.

A su vez, el 39% de la producción ya fue negociado a precio firme. Este es un porcentaje bajo si miramos el promedio histórico que llega a 42%.

Esto es bueno y es malo para los precios.

Por un lado, ha logrado forjar un piso en los precios. Pero, por otro, frente a una posible toma de conciencia de que los precios no subirían o de que, en todo caso, bajarían, la caída puede ser más fuerte por el volumen elevado por vender.

No es cuestión de asustarse, pero sí de estar atentos. Muy atentos.

En definitiva, lo que ha pasado, no se repite siempre.