Alfredo Sainz
LA NACION
Pasado mañana llegará a Buenos Aires el viceministro de Comercio chino. La visita de Jian Yaoping se terminó de confirmar esta semana y, oficialmente, el objetivo del viaje es participar de un Foro de Cooperación Económica que organiza la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino-China en el hotel Sheraton. Sin embargo, fuentes cercanas a la embajada china reconocieron que la misión que tiene el funcionario durante su paso por Buenos Aires es negociar un acuerdo con el gobierno argentino para destrabar el ingreso del aceite de soja al mercado chino.
La agenda de Jian Yaoping todavía no está definida, aunque se descarta que el viceministro de Comercio chino se reúna con funcionarios argentinos, parlamentarios y empresarios del rubro aceitero. En la delegación china se mostraron confiados en que, finalmente, se alcance una solución, de manera que el aceite argentino vuelva a entrar en el mercado chino, aunque no en forma inmediata.
Según trascendió, de entrada, los chinos estarían dispuestos a liberar el ingreso de aceite de soja proveniente de la Argentina, pero que es procesado en plantas de compañías multinacionales con operaciones locales.
Trámites extensos
Sin embargo, para las fábricas de capitales argentinos, los trámites de aprobación se podrían demorar unos meses más. En este caso, la autorización podría coincidir con un viaje de la presidenta Cristina Kirchner a Pekín, que se podría concretar en el segundo semestre de 2010.
Jian Yaoping forma parte de la delegación que encabeza el presidente chino, Hu Jintao, y que acaba de iniciar una gira que incluye Venezuela, Brasil y Chile y de la que Argentina quedó afuera.
El número 2 del área de Comercio llegará a Buenos Aires, tras dejar Brasil, y se sumará a la delegación china que visita Santiago de Chile.
La decisión de Hu Jintao de no visitar Buenos Aires, al igual que las trabas para el aceite de soja argentino, se inscriben dentro de un proceso de creciente malestar de las autoridades chinas con la administración de los Kirchner.
En algún momento se especuló con que en el gobierno chino se habían sentido discriminados por las medidas antidumping que impulsa el Ministerio de la Producción argentino, que conduce Débora Giorgi, en rubros sensibles a las importaciones orientales, como el calzado, los juguetes o los textiles.
Sin embargo, fuentes cercanas a la embajada de China explicaron a este diario que el mayor malestar no pasa por estos rubros, sino por las trabas menos formales que se aplican a otros rubros en los que no hay industria argentina por proteger. "Hoy, las trabas para el ingreso de productos chinos se sienten en casi todos los rubros, incluso algunos que no tienen ninguna explicación comercial como insumos industriales o para el campo que no se fabrican en el país", explicaron a LA NACION fuentes chinas.
Disgustados con Moreno
Las autoridades chinas, además, ya habían dado algunas señales del malestar creciente con el gobierno argentino y, en particular, con las medidas que impulsa el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para trabar el ingreso de todo tipo de importaciones.
La primera señal la había dado el embajador en Buenos Aires, Gang Zeng, cuando, en junio del año pasado, hizo pública durante la inauguración de las jornadas de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Casrech) la preocupación de su país por las demoras en la aduana argentina que sufrían las importaciones chinas.
Más concreto aún había sido en el último encuentro latinoamericano organizado por China Council for the Promotion of International Trace (Ccpit), organismo que promueve las inversiones chinas en el exterior.
En la edición realizada en la ciudad de Bogotá, en noviembre, se definió el destino de varias inversiones en la región y la cosecha que obtuvo la Argentina fue muy magra: sólo obtuvo un proceso de radicación de una fábrica de envases de vidrio en la provincia de San Juan contra cinco proyectos que se llevó Ecuador y cuatro Bolivia.
ACUERDO CON DOS ORGANISMOS TRIBUTARIOS
El jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, y el viceministro de la Administración Nacional de Impuestos de la República Popular China, Kang Wang, avanzaron ayer en un principio de acuerdo de intercambio de información tributaria entre ambos países. En referencia al principio de acuerdo, Wang destacó: "En los últimos años tenemos muy buena relación entre ambos países. Sobre esta base avanzaremos en todas las áreas de trabajo y, si nada cambia, firmaremos este acuerdo de información". Echegaray dijo que el acuerdo "permitirá consolidar los lazos comerciales" bilaterales.


