La abultada cosecha gruesa y el exceso de humedad podrían causar problemas de logística e incrementar las pérdidas durante la recolección, por lo que desde el INTA Balcarce proponen ajustar el manejo de grano húmedo y especialmente el sistema de secado.
La cosecha gruesa ya está en marcha y los volúmenes estimados de casi 53
millones de toneladas de soja y más de 20 de maíz permiten anticipar posibles
inconvenientes de logística, con potenciales incrementos en las pérdidas de
poscosecha.
Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Balcarce en la
provincia de Buenos Aires, el coordinador nacional del Proyecto de Eficiencia de
Poscosecha (Precop), Ricardo Bartosik, formuló una serie de recomendaciones a
tener en cuenta en la actual coyuntura climática.
“En esta campaña será de fundamental importancia la puesta a punto del sistema
de manejo de grano húmedo y sobre todo del sistema de secado”, expresó.
Como las condiciones climáticas durante la primavera y el verano determinaron
excelentes rendimientos en una gran proporción de la zona productora del país,
se espera que los próximos rindes de soja, maíz, sorgo y girasol (en menor
medida) alcancen o superen, en total, las 75 millones de toneladas de granos
gruesos.
No obstante, se prevén posibles dificultades relacionadas con la contratación de
máquinas trilladoras y fletes, además de complicaciones por la disminución en la
capacidad de recepción de los acopios, entre otras.
HUMEDADES. De acuerdo con el pronóstico climático para este otoño,
gran parte de la cosecha deberá levantarse con humedades por encima de las
recomendadas para un almacenamiento seguro, especialmente en el caso del maíz.
En este sentido, el especialista del INTA destacó que “los productores deberán
tener en cuenta que la cosecha de grano húmedo implica afrontar gastos extras de
secado”.
Según un relevamiento realizado en diversas plantas de acopio y cooperativas,
las tarifas de secado oscilan entre 5 a 8 pesos por tonelada y por punto de
humedad removido.
Para minimizar el costo del secado, Bartosik consideró que es posible dejar
secar el grano a campo, pero a expensas de afrontar mayores pérdidas de
precosecha en el lote.
Por otra parte, Bartosik recordó que la capacidad de secado, especialmente en
maíz, determinará la recepción de la cosecha en los acopios, ya que pueden
manejar una porción limitada de grano húmedo.
Al respecto, el técnico sugirió “coordinar con los acopios” que reciban granos
con excesiva humedad para evitar demoras inesperadas en la descarga de los
granos.
“En el caso de que los productores decidan cosechar húmedo y realizar
almacenamiento temporario a campo, deberán considerar que no se puede mantener
grano húmedo en silos sin aireación reforzada, enfatizó Bartosik.
Además explicó que “el grano húmedo respira intensamente produciendo calor y
consumiendo las propias reservas del grano, afectando su calidad”. Cuando se
trate de almacenamiento en silo-bolsas, “se debe tener en cuenta que la humedad
de almacenamiento segura es la humedad de recibo del grano”.
El coordinador del Precop insistió en que “el almacenamiento de grano húmedo en
la bolsa debe considerarse estrictamente temporario”, en especial con humedades
superiores al 17 % en maíz y 14% en soja.
“Las bolsas deben ubicarse en lotes altos, preferiblemente con cierta pendiente
para evitar el anegamiento temporario luego de una lluvia torrencial”, dijo.
También aclaró que no se debe “armar la bolsa sobre rastrojo, ya que rompe la
cubierta plástica y favorece la entrada de agua”.


