Esta semana estuvo definida por la puja en la cámara alta del Congreso nacional para tener el control en asuntos legislativos, y el faltazo de Carlos Menem a la sesión preparatoria del Senado, acción con la que le permitió al kirchnerismo evitar que la oposición tomara el control de la cámara ante el tratamiento del decreto de necesidad y urgencia que creó el Fondo del Bicentenario.
El análisis semanal de los doctores Vicente Massot y Agustín Monteverde observan que “si, efectivamente, el arco opositor contase con los 130 votos que dice tener, se produciría una singular colisión de poderes porque podría torpedear un DNU, eventualmente avalado por la Sala IV. Además, si el Ministerio de Economía pudiese disponer inmediatamente de los recursos en juego, el voto de los diputados podría resultar abstracto”.
A todo esto, advierten, es conveniente no perder de vista una nueva estrategia oficialista que comenzó a circular el último fin de semana: “Para evitar el escándalo de pasar por encima de una medida cautelar vigente y para compensar lo que sería una derrota en el Paramento, el kirchnerismo halló una caja alternativa a la cual echar mano: las utilidades que el Banco Central obtuvo en el 2009, equivalentes a los U$ 6569 MM del Fondo del Bicentenario”.
Contrariamente a lo que ha sucedido con éste, sujeto a los cuestionamientos judiciales con que ha tropezado y a las airadas protestas de la oposición parlamentaria, que bien podría dejarlo sin efecto, el uso de las ganancias del BCRA depende, pura y exclusivamente, de las autoridades de esa institución financiera, expresan y señalan: “Cualquiera puede adivinar cuál sería la respuesta de la Marcó del Pont en el caso de que se le hiciese el pedido correspondiente”.
El informe expresa que si sólo se tratase de una determinada cantidad de dinero, sería posible que los Kirchner se conformasen con esta última estrategia, que no conlleva riesgos de ninguna índole. “Pero, con la importancia fundamental que revisten los fondos disputados, la pelea por el DNU del Bicentenario no es una cuestión menor”, reparan los doctores.
“Parece fuera de duda que, en punto a la conformación de las comisiones, el oficialismo ya ha bajado los brazos y considera que es una causa perdida la de tratar de mantener unas mayorías de las cuales carece. El arco opositor, con la presencia activa entre sus filas de los dos senadores pampeanos, se apresta a inflingirle al Frente para la Victoria una derrota similar a la que le propinó hace más de un mes en la cámara baja”.
“En los próximos siete días quedará al descubierto, quizá como nunca antes, la colisión de poderes a la que hacíamos referencia antes. En una semana, dos cámaras pueden resolver distinto acerca de un mismo tema; el gobierno puede desconocer, si no le conviene, la existencia de una medida cautelar; la Cámara de Diputados puede bloquear el DNU del Bicentenario y el Gobierno puede haber utilizado la plata antes; el Poder Ejecutivo puede dar comienzo a la política de vetar cuanto resuelva el Congreso en contraposición a su política, y la Corte puede tomar cartas en el asunto acelerando o dilatando el tratamiento del DNU del Bicentenario. Esto sin contar con la eventualidad de que, en unas de ésas, Julio Cobos deba desempatar nuevamente en el Senado”, consideraron los analistas.


