Toda la agenda estará condicionada por la evolución del ex mandatario y será un elemento ineludible a la hora de las vibrantes negociaciones que se avecinan por la ratificación de los DNU en el Congreso y el reparto de poder en el Senado.
La lógica del poder impuesta por Kirchner desde 2003 y reconfirmada a partir de diciembre de 2007, cuando dejó la Casa Rosada, obliga al gobierno de su esposa a no prescindir de su mando. Los Kirchner han demostrado ser una unidad monolítica, pero a la hora de las decisiones en el oficialismo todos miran hacia Néstor.
Esta semana estaba previsto que comenzara la dura negociación por el control de las comisiones en el Senado. Ya hubo, de hecho, contactos preliminares entre Miguel Pichetto, el jefe de la bancada kirchnerista, con el líder del radicalismo en la Cámara alta, Gerardo Morales, y el presidente de ese partido, Ernesto Sanz. Ninguno quiere que la sangre llegue al río y preferirían alcanzar un acuerdo. Pero cualquiera sea la discusión, e incluso el entendimiento entre los senadores, la última palabra del oficialismo la tendrá Kirchner. Con el ex presidente convaleciente de una dolencia de las características de las que padeció ayer no se debe descartar que las definiciones se posterguen.
En forma paralela, las discusiones por el decreto de los DNU entrarán en otro callejón a la espera de un restablecimiento del líder del oficialismo. Hasta que no terminó la operación y se supo que el flamante diputado nacional había superado la emergencia hubo una inocultable incertidumbre en el PJ, donde crece la discusión sobre el poskirchnerismo.
El sobresalto de Olivos puso una pausa -dramática por cierto- a la tensión por la crisis política derivada de la remoción de Martín Redrado del Banco Central y de las revelaciones sobre los millones de dólares comprados por Kirchner en 2008, en plena debacle financiera internacional.
Por estas horas el Gobierno sólo piensa en la salud del ex presidente. Una emergencia que ha corrido de la agenda los asuntos sensibles que habían puesto al gobierno en otro aprieto.


