Estimados Consocios y Entidades del Consejo Federal e Institucional,
A pesar de que a veces un halo de desánimo nos hace pensar lo contrario, el 28 de junio existió.
El gobierno sacó sólo el 30% de los votos, perdió las elecciones.
Una inmensa mayoría, enrolada en distintas corrientes políticas, o en ninguna de ellas, quiso participar, emitir su opinión a través del voto, y lo hizo.
El campo puso lo suyo, que fue mucho.
Se votó por recuperar un país normal, donde el respeto a las instituciones sea la norma y no una aplaudida excepción.
Por un país que respete su Constitución, su sistema de gobierno, donde las provincias convivan en un sistema federal, donde haya una Justicia independiente, donde el Parlamento sea escenario de diálogo y de la construcción de políticas.
Se votó por un sistema de vida, el nuestro, el que tiene su origen en nuestras tradiciones, en nuestra tierra.
Por el respeto al esfuerzo de nuestros abuelos, por la cultura del trabajo.
Por la libertad de pensamiento, por la de expresión, por la educación, por la igualdad de oportunidades, por el empleo genuino.
Desde el campo creemos que sólo en un país así, como el que eligió la población a través del sufragio, es posible concretar y llevar a buen término nuestras reivindicaciones sectoriales.
Queremos que se nos permita trabajar, expresarnos, que no se nos confisque la renta obtenida con nuestro esfuerzo y riesgo.
Sabemos que podemos llevar a nuestro querido país al lugar que merece en el conjunto de naciones.
Por ello, en esa unidad que supimos construir, las entidades, los productores independientes, los autoconvocados, el campo todo, celebraremos el 10 de diciembre próximo el ingreso de los nuevos legisladores al Congreso, recordándoles su compromiso con la sociedad y el rol que les compete en el nuevo escenario político que se inaugura ante nosotros.
Es el momento de participar, el de expresarse en paz y en democracia, en la esperanza de un país mejor.
Los esperamos con su familia ese día a las cinco de la tarde en el Rosedal de Palermo, donde juntos, el campo y la ciudad, daremos testimonio de nuestra unión, en el deseo de una convivencia amigable, sin crispaciones ni tensiones, en el marco de una verdadera democracia.
Un fuerte abrazo, con el agradecimiento por el invalorable apoyo que brindan a la gestión de nuestra tan querida entidad.
Buenos Aires, noviembre de 2009
HUGO LUIS BIOLCATI
PRESIDENTE
