El sábado 12 de septiembre de 2009, falleció en Dallas, a la edad de 95 años, el Dr. Norman Borlaug, prestigioso científico estadounidense, especialista en trigo que tuviera una estrecha relación con el INTA Pergamino a partir de la década del ’60.

“Era un ejemplo de trabajo, a él no le gustaba el técnico de oficina, sino aquel que estaba en contacto con las plantas. Él decía que para ser buen mejorador había que estar en contacto con las plantas porque las plantas hablan y hay que saber escuchar e interpretar lo que nos dicen”, así lo recordaba el Ing. Agr. Omar Polidoro del INTA Pergamino, quien compartió imborrables momentos con la reconocida figura.

Borlaug es reconocido mundialmente por su lucha contra el hambre en el mundo, trabajos que lo llevaron a recibir en 1970 el Premio Nobel de la Paz Por la aplicación de sus investigaciones en los países subdesarrollados".

“Es bastante difícil sintetizar la relación de Borlaug con Argentina  por el largo tiempo que la misma ha durado. Fue uno de los causales que el cultivo de trigo lograra los rendimientos que hoy tenemos. En la década del ’60 en nuestro país el promedio era de 1.400 kilos por hectárea y hoy llegamos a unos 2.500 kilos”, destacó Polidoro.

Borlaug es considerado el padre de la revolución verde, fue fundamental colaborador para la creación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y del Centro de Investigaciones Agrícolas del Noroeste, actualmente Centro de Investigación Regional del Noroeste (CIRNO) dependiente del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícola y Pecuarias (INIFAP), que a su vez depende de la Secretarìa de Agricultura, Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGARPA).

Su relación con Argentina y Pergamino

Uno de los primeros puntos que el Dr. Norman Ernest Borlaug visitó en Argentina fue el INTA Pergamino, pues en el lugar se centralizaba prácticamente la totalidad de los trabajos de trigo. En esa década del ’60 existía el grupo de Mejoramiento en la Estación Experimental, lo formaba técnicos trabajando en mejoramiento genético, existía un laboratorio de calidad industrial y un equipo de fitopatología.

Sobre esos momentos, el Ing. Polidoro recordó que “En esa época, el Dr. Borlaug se relacionó con especialistas de la talla de Walter Kugler, E.Godoy, Rath , H. Conta, S. Garbini. Después le siguieron otros como E. Ernie de la EEA Marcos Juarez y A. Chabrillón  del INTA Paraná”.

De esta manera, se iniciaba en el INTA un nuevo programa de mejoramiento en la y esa relación permaneció hasta prácticamente fines del siglo pasado.

Sentadito en el pilar

Entre los recuerdos destacados por el Ing. Polidoro, surge uno que nos permite apreciar la humildad y el tipo de científico que era Borlaug:

“Recuerdo que en el año 1971, el Dr. Borlaug venía todos los años a seleccionar material. Como el trigo de Argentina comienza en el norte y termina en el sur, venía a mediados de noviembre pasaba por Paraná, luego visitaba Pergamino, Marcos Juárez y se iba para el sur: Bordenave, Balcarce y Tres Arroyos. Siempre llegaba aquí y se alojaba en el Hotel Rex, le gustaba ese lugar. Comenzaba su labor al amanecer, con E. Conta, R. Fogante que eran los mejoradores de esa época  y más adelante con Alfredo Calzolari, lo pasábamos a buscar en un antiguo Jeep y nos queda para siempre el recuerdo de verlo sentadito en los pilares de aquel hotel esperándonos para salir a trabajar, jamás se hizo esperar”.

-¿Qué le dejó el trabajo de Borlaug a nuestro país?

-En cuanto al mejoramiento de trigo tuvo su valor –aunque pase desapercibido-. Para que tengan una idea, en todos los granos de trigo que están almacenados, o que están transformados en harina, o el mismo pan que compramos cada día, tiene  algo de Borlaug. Esto es, porque si buscamos entre los antecesores de los trigos, todos pasaron por sus manos porque él fue el que utilizó el trigo Norin portador de los genes de enanismo, cuya utilización en los cruzamientos para la producción de nuevas variedades y estas con un buen manejo del cultivo, produjo la llamada Revolución Verde en el mundo. Estos avances no sólo fue en Argentina, si nos vamos a otras partes del mundo y vemos el impacto fue mucho mayor que produjo su trabajo. En países menos desarrollados que prácticamente no tenían para comer, su trabajo hizo que esos países pudieran alimentarse. No sólo hizo que se incrementara el rendimiento sino que difundió el cultivo en muchos lugares que no existía el trigo e hizo que pudieron autoabastecerse.

-¿Qué es lo que más destaca del científico, de la persona?

-El Dr. Borlaug, últimamente tuvo varios problemas de salud que lo dejaron en sillas de rueda, pero siempre siguió trabajando, capacitando a gente joven, aconsejando, dando conferencias hasta sus últimos días, como en marzo de este año donde estuvo presente en la Conferencia mundial sobre Royas realizada por los grandes problemas que hay sobre roya del tallo en trigo en varios países. Además en esa reunión permitió se celebrara el que sería su último cumplea- ños  el 25 de marzo.

Héroes anónimos

Sobre el final de la charla el Ing. Omar Polidoro comentó que el Dr. Borlaug en sus últimos días de vida hizo circular entre sus allegados un mensaje de cara al futuro. “Su último mensaje dice que los mejoradores tenemos que ser héroes para enfrentar las enfermedades que se vislumbran en trigo. Se vienen muchos problemas de origen climático y  sanitarios en el mundo, no sabemos si será tanto aquí, pero debemos estar preparados para enfrentar a esas adversidades. Los mejoradores, fundamentalmente los jóvenes, no se pueden dormir –dijo Borlaug- porque las enfermedades, en especial la roya, nunca duermen trabajan de día y de noche”.