La promesa oficial de reintegrar el 100% de las retenciones a los productores de trigo y maíz con cosechas de hasta 800 y 1200 toneladas, respectivamente, no logró cambiar la desconfianza entre los líderes rurales.
Los integrantes de la mesa de enlace agropecuaria nacional pusieron reparos a los beneficios enumerados por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por entender que difícilmente puedan ser aprovechados por los pequeños y medianos productores, dado que se espera que la campaña 2009/10 tenga nulo o escaso saldo exportable de ambos cultivos.
Sin embargo, reafirmaron su disposición al diálogo, volvieron a resaltar que su ausencia en la Rosada se debió a que “no estamos para la foto”, y manifestaron su deseo de que, a la brevedad, reciban el llamado del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, convocándolos para volver a negociar. “Queremos avanzar en las 22 propuestas que le dejamos el 31 de julio pasado”, sostuvieron desde las entidades.
En cuanto al acto encabezado por Cristina, los líderes rurales coincidieron en reservarse “el beneficio de la duda” ante lo que consideran un nuevo anuncio que, como en otras oportunidades, temen pueda quedar solo en eso.
“Estamos acostumbrados a anuncios, que no consideran a la parte productiva, y que después nunca se llevan a la práctica”, planteó el presidente de Confederaciones Rurales (CRA), Mario Llambías.
Su par de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, dijo que “hasta que no se instrumente, cuesta creer que se vaya a reintegrar algo, que ésto se vaya a hacer con generosidad”. Y abundó: “Se está produciendo muy poco y casi ni se está exportando”. Es que las previsiones de siembra para el trigo y el maíz que la Argentina tendrá en el Bicentenario no son optimistas. Para el caso del trigo, incluso, puede estar en peligro el abastecimiento interno. En el maíz, la siembra va muy retrasada y se estima que la superficie total será más de 45% inferior al año previo.
El vice de FAA y diputado electo por el radicalismo, Ulises Forte, cargó contra la “burocracia” que significa la creación de una nueva dependencia para que se encargue de la distribución de los reintegros a los agricultores. “La Afip tiene la información necesaria de los productores, crear otra dependencia solo tiende a entorpecer la cuestión”, planteó el directivo.
Por su parte, el presidente de Sociedad Rural (SRA), Hugo Biolcati, desestimó que el anuncio de Cristina Kirchner restituya de inmediato la confianza perdida de los productores. Es que la jefa de Estado había resaltado que el reintegro permitiría incentivar a los pequeños agricultores a producir más cereales.
“Si uno tiene que sembrar, tiene que tener previsibilidad. Y en el caso de este beneficio, debería ser un mecanismo muy aceitado, transparente y claro como para cambiar el humor”, afirmó Biolcati.
Llambías, a su turno, expuso que mientras el Gobierno insista en “desconocer a la parte productiva, no solo no se incentivará la siembra, sino que se alejarán más las posibilidades de salir de la crisis actual”. Y advirtió: “Si no cambia la política agropecuaria, en esta campaña 2009/10 podemos asegurar que la cosecha total no va a pasar de 75 millones de toneladas”, 22 millones por debajo de la 2007/08.


