Sin la presencia de los máximos dirigentes de la mesa de enlace, aunque rodeada por productores afines y empresarios de la agroindustria, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer la prometida liberación de las exportaciones de trigo y maíz, a la vez que adelantó que se devolverá la totalidad de los derechos de exportación a pequeños y medianos productores de trigo y maíz, para la campaña que acaba de comenzar. Y aprovechó para pedirle a los líderes rurales “tirar todos para el mismo lado y reconocer los esfuerzos fiscales para ayudar” a distintos sectores de la economía.
“La siembra de trigo tuvo una importante merma pero no por las políticas oficiales, sino por la sequía. Con este esfuerzo fiscal, que representa el 50% de los ingresos en esos rubros, se incentivará (a los ruralistas) para que vuelvan a producir más”, remarcó la jefa de Estado, en el acto realizado en el Salón de la Mujer de la Casa Rosada y que se convirtió en el 14º que se transmite por cadena nacional.
Cristina Kirchner volvió a defender las retenciones como “instrumento de política interna para que los precios de los commodities que se fijan en el exterior no impacten en la mesa de los argentinos” y desestimó los reclamos rurales para que las alícuotas de ambos cultivos sean reducidas a cero.
Pero, enfatizó, “a este Gobierno le interesan los pequeños y medianos productores”, por lo que dispuso el reintegro de las retenciones que, admitió, pagan los productores de trigo (23%) y maíz (20%) cuando venden sus granos a los traders.
Las devoluciones, o compensaciones como las llamó Cristina, no estarán en manos de la controvertida Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) sino que se creará una unidad especial interministerial, conformada por la Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Economía y el Ministerio de Producción. “La conformación de esa unidad será el primer paso para comenzar a devolver esos montos”, indicaron desde Producción.
“No queremos más intermediarios, queremos que las compensaciones lleguen a los productores, por eso para garantizar transparencia se creará una unidad especial para poner en marcha los beneficios”, remarcó Cristina tras una jornada en que la Oncca fue objeto de una denuncia periodística respecto del pago irregular de millonarias compensaciones a un feedlot que no tenía autorización para operar.
Se prevé que los pagos se harán de manera directa a la cuenta bancaria de los ruralistas con producción de hasta 1200 toneladas de maíz y 800 de trigo, explicaron a El Cronista desde Producción. El Gobierno asegura que esos números alcanzan al 95% de los productores de ambos cultivos, otrora emblemáticos del país.
En paralelo al reintegro a los productores, que sembró dudas en la mesa de enlace (ver pag. 3), Cristina oficializó el acuerdo con exportadores para “abrir sin restricciones” los registros de ventas externas de trigo y maíz, cerrados desde hace al menos dos años.
En ese marco, se afirmó que los exportadores podrán comprar ambos cereales de la nueva campaña, a cambio de pagar el “precio lleno” (fas teórico, es decir el valor de puerto internacional menos retenciones) a los agricultores. También deberán garantizar el abastecimiento interno de ambos granos. Por eso, en caso que los stock resultan menores a 6,5 millones de toneladas de trigo y 8,5 millones de toneladas de maíz, los exportadores estarán obligados a venderle grano a la molinería abastecedora del país.


